Las variedades caninas que mejor toleran las bajas temperaturas suelen ser originarias del norte de Europa o América. Su pelaje suele ser abundante y con una capa doble de pelo resistente al agua. Por lo general se trata de ejemplares de tamaño medio a grande, si bien hay algunas excepciones como el Schanuzer, el Esquimal Americano o el Pastor de Shetland. Conoce más sobre las razas de perro que se adaptan mejor a los climas fríos en este artículo.
Perro de agua irlandés
Resistente a las temperaturas bajo cero, este can se desarrolló junto a pescadores y marineros en las heladas aguas del Atlántico Norte. Está emparentado con otros perros de agua como el portugués o el Barbet. El pelaje del perro de agua Irlandés es rizado, con un copete seña de la raza y un rabo característico conocido como “cola de rata”. Estos perros tienen mucha energía, aunque en el hogar suelen comportarse de manera tranquila. Aunque pueden ser algo independientes y testarudos, son fieles a su familia.
Terranova
Son reconocibles por su gran tamaño, su pelaje rústico y unas patas palmadas que les permiten nadar mejor. Hay innumerables historias acerca de la valentía de los perros terranova a la hora de salvar a náufragos en las costas de la región de Terranova, al norte de Canadá. Su gran talento en el agua se complementa con una disposición amable hacia los seres humanos. Son buenos compañeros, leales y tolerantes con los niños. Su expectativa de vida es relativamente corta: entre 9 y 10 años.
Retriever de Chesapeake
También provienen de Norteamérica, donde se emplearon principalmente como cobradores de patos, una tarea que se les da muy bien. En el hogar son tranquilos, aunque necesitan – al menos – una hora de actividad intensa al día. No están hechos para los espacios pequeños o para vivir en casas sin jardín. Lo ideal, por tanto, es que dispongan de un lago o de un bosque cerca del hogar. Los retriever de chesapeake pueden ser algo tercos a la hora del entrenamiento. Además, por su carácter territorial, es aconsejable la socialización desde cachorros.
Alaskan Malamute
Estos canes eran utilizados en sus orígenes para tirar de trineos por las tribus de Alaska. Están emparentados con el lobo ártico o con razas como el Husky Siberiano, de ahí que a veces les confundan. Sin embargo, los Alaskan Malamute suelen ser más altos, robustos y territoriales con otros perros. Por el contrario, con las personas son muy sociables. Poseen una gran vitalidad y necesitan mucha actividad en forma de paseos, juegos o deportes caninos.
Samoyedo
Estos bonitos ejemplares de pelaje impoluto son ideales para climas bajo cero, ya que proceden de las estepas siberianas. Los Samoyedo son reconocibles por su típica cola enroscada sobre el lomo. Les encanta jugar, incluso de adultos, por lo que establecerán buenas relaciones con niños de todas las edades. Son canes demasiado amigables para ser perros guardianes, aunque son buenos para alertar si algo anda mal.
Pastor de los Pirineos
Pueden llegar a medir 80 cm y pesar más de 70 kilos. Los vascos los emplearon durante siglos para controlar al ganado y guardarlo del ataque de lobos y osos. Por eso, llevan en la sangre el instinto de protección. Poseen un manto mullido de colores claros para camuflarse en la nieve y doble capa de pelo resistente a las bajas temperaturas. Como rasgo curioso, muchos ejemplares tienen seis dedos en las patas traseras para mejorar su tracción en terrenos escabrosos.
Elkhound noruego
Especializados en la caza de alces, estos canes combinan altas dosis de energía y una gran resistencia al frío. Se adaptan sin problemas a la dinámica familiar, sintiéndose uno más desde el primer momento. Poseen un talante gentil y un instinto protector hacia grandes y pequeños. El entrenamiento con ellos debe ser firme, ya que tienen un carácter bastante reservado y terco. Necesitan vivir en entornos rurales; no se recomienda su adopción para vivir en ciudad.
Spitz Finlandés
De tamaño mediano y orejas erguidas, los perros Spitz Finlandes poseen una apariencia similar a la de los zorros. Eran empleados por los cazadores de la península escandinava para perseguir y señalar a presas de todo tipo, desde conejos y aves hasta zorros y osos. Los ejemplares de esta raza son muy enérgicos, por lo que demandarán actividad intensa a diario. En el hogar son muy tolerantes con las travesuras de los más pequeños. También hay que tener en cuenta que son un poco desconfiados con los extraños y territoriales con otros perros.
Barbet
Reconocibles por la tupida barba que les da este nombre (barbet significa “barbudo” en francés), se les identifica con Normandía y la Bretaña francesa. Empleados como cobradores de aves acuáticas, es en este medio donde se sentirán más a gusto. Cuentan con un pelaje tupido y rizado, resistente al agua, y patas palmípedas para nadar sin problemas. Pese a ser muy activos, en el hogar suelen ser tranquilos y esperan a salir fuera para descargar toda su energía. Pueden adaptarse a casas pequeñas con patio, pero no serán muy felices en un piso urbano. Suelen llevarse bien con otras razas, aunque son algo más desconfiados con los extraños.
Pastor de Shetland
Estos Collies en miniatura se desarrollaron en la isla escocesa de Shetland, situada en las heladas aguas del Mar del Norte. Están preparados para soportar temperaturas bajo cero y fuertes rachas de viento. Debido a sus orígenes como pastores son una buena opción para dar la alarma, pero su temperamento dulce no les hace muy buenos guardianes. Aunque adoran estar cerca de los suyos, también pueden pasar tiempo a su aire.
San Bernardo
Originarios de los Alpes Suizos, su leyenda les precede. Reputados perros de montaña y salvamento, tienen un instinto natural para proteger al ser humano. Si bien necesitan mucho espacio por su contextura robusta, suelen comportarse de forma tranquila en el hogar. Soportaran la época invernal sin problemas, probablemente acostados cerca de su familia para recibir cariño. Son buenos con los niños, pero tienden a ser un tanto bruscos. Por tanto, contrólalos de cerca mientras jueguen.
