Aunque su nombre en finés, Suomenpystykorva, lo define como un “perro de orejas en alerta”, esto no es lo único a destacar de estos canes con apariencia de zorro. Por su gran paciencia están recomendados para familias con niños pequeños. Además, derrochan energía, por lo que son perfectos para quienes disfrutan realizando actividades al aire libre. Sigue leyendo sobre el Spitz Finlandés, un compañero para toda la vida.

Datos básicos

  • Altura a la cruz: entre 39 y 50 cm (los machos); entre 39-45 cm (las hembras), según la FCI
  • Peso: entre 9 y 15 kilos
  • Esperanza de vida: entre 13 y 15  años
  • Ideales para: familias con niños de todas las edades; vivir en casas con un patio bien vallado; practicar deportes caninos.

Historia del Spitz Finlandés

Esta variedad de perros de caza vive en tierras finlandesas desde hace siglos. Originalmente se utilizaban para indicar, mediante ladridos, la presencia de las presas: desde ardillas hasta alces y osos.

Sin embargo, su especialidad son las aves. Su técnica es particular: al detectarlas se acercan lentamente hasta debajo del árbol dónde se han posado y comienzan a ladrar y a moverse frenéticamente para distraerlas; así facilitan la tarea al cazador. Es por ello que en su tierra natal también se les conoce como “perros ladradores de aves”.

Debido al aislamiento de la zona en la que surgieron, no fueron conocidos a nivel mundial hasta finales del siglo XX. Llegaron a ser muy valorados en Gran Bretaña, aunque en la actualidad siguen siendo poco conocidos fuera del norte de Europa.

Principales características del Spitz Finlandés

Estos canes tienen una estructura corporal pequeña, pero firme y esbelta. Vistos desde un lateral son prácticamente cuadrados. El cuello es grueso, corto y bien musculoso. El lomo es fuerte y está perfectamente nivelado. El pecho es profundo y no muy ancho. La línea inferior del vientre está bien recogida.

Sus patas son rectas y paralelas observadas de frente. Son más bien cortas y muy resistentes. Tienen pies compactos y redondeados, muy parecidos a los de los gatos. La cola es bien peluda y está curvada hacia delante desde la base.

La cabeza recuerda a la de un zorro. El rostro posee rasgos finos y un hocico bien puntiagudo que finaliza en una trufa negra y pequeña. Su expresión es vivaracha y alerta, con ojos almendrados situados oblicuamente. Solo se aceptan los colores oscuros. Las orejas son de inserción alta, pequeñas y puntiagudas.

Además, tienen un manto de doble capa. La interna es densa y suave, mientras que la externa es larga y lacia en todo el cuerpo, a excepción del cuello y de los hombros, donde el pelo es más profuso. Su color es particular, con un rojizo brillante o un rojo dorado en el dorso muy característico y más claro en el resto del cuerpo; pueden tener pequeñas manchas blancas en las patas o en el pecho.

Rasgos de personalidad del Spitz Finlandés

Por lo general son canes muy animados y amigables con la familia. Sin duda, son el centro de atención en el hogar. Se llevan de maravilla con los niños de todas las edades, porque les encanta jugar. Asimismo, son muy tolerantes y soportan estoicamente cualquier travesura.

Con los desconocidos se comportan con cautela y, aunque no tienen rasgos agresivos con las personas, podrían mostrarse más peleones con otros perros. Por contra, se llevan bien con los canes y gatos con los que convive. Por cierto: con un Spitz Finlandés en casa, las aves están completamente prohibidas.

Desconfiados por naturaleza, estos canes te alertarán con un ladrido apenas sientan que algo anda mal. No obstante, no es el único momento en el que ladrarán, pues esta propensión les define. Por eso, debes controlar esta tendencia desde que son cachorros para que no se enfaden tus vecinos.

Los Spitz Finlandeses tienen una personalidad bastante independiente y terca, por lo que no son fáciles de educar. A esto se suma que suelen tardar unos cuatro años en madurar completamente, lo que significa que deberás armarte de paciencia y mostrar firmeza para lograr que te reconozcan como el líder de la manada.

Suelen aburrirse con facilidad de los ejercicios repetitivos. Procura ofrecerles retos mentales, pero recuerda que son muy inteligentes y buscarán manipularte para recibir comida extra. Jamás utilices métodos severos para el adiestramiento. Lo ideal es el refuerzo positivo, combinando las chuches con los halagos.

Cómo cuidar a un Spitz Finlandés

Realizar actividades físicas diarias es fundamental para un Spitz Finlandés. Dos paseos de media hora es una buena medida para mantener su energía a raya. Durante las salidas siempre deben ir atados o su instinto de presa hará que persigan animales pequeños por todo el barrio. Estos canes tienen buenas dotes atléticas, por lo que se desempeñan bien en deportes caninos como el Rally o el Agility.

No son adecuados para vivir en casas muy pequeñas o en pisos urbanos. Una vivienda que disponga de un jardín o de un patio es lo indicado para su salud mental. Si bien pueden pasar tiempo a solas, no les aisles demasiado. De lo contrario, comenzará un concierto de ladridos. El patio debe contar con una valla con buenas bases, ya que tienden a cavar para escapar.

En épocas normales, esta variedad solo requiere de un cepillado a la semana para que su pelo brille bajo el sol. Durante las mudas – en primavera y en otoño – la frecuencia deberá ser diaria. No desprenden un olor desagradable, por lo que solo necesitan bañarse cuando están muy sucios. ¿Y las visitas al peluquero? Sobre todo, para recortar el pelo excesivo de sus patas.

La salud de los canes de la raza Spitz Finlandés

Entre los problemas de salud relacionados con el Spitz Finlandés están la displasia de cadera y la luxación patelar. La displasia es una enfermedad hereditaria que produce cojera o dolor al caminar, mientras que los síntomas de la luxación se revelan en la zona de la rodilla, donde también sienten dolor al moverse.

Otro padecimiento con cierta incidencia en la raza son los ataques de epilepsia. Aunque estos no tienen cura, pueden tratarse con medicación. De este modo se logra que el perro tenga una buena calidad de vida.