Los perros clasificados como PPP, esto es, perros potencialmente peligrosos, no pueden adoptarse como cualquier otro perro. Hacerse con uno implica cumplir con una serie de requisitos legales que repasamos a continuación.
Razas de perros potencialmente peligrosos o PPP
Con esta denominación se designa a un grupo de perros que las autoridades han considerado que, debido a sus características, pueden suponer un problema grave si se deciden a atacar. Por supuesto, esto no quiere decir que todas las razas o cruces que se consideran PPP sean agresivos. La conducta de un perro va a depender mucho de la educación que reciba.
Por lo tanto, cualquiera de estos perros PPP bien atendido, socializado y educado puede ser un excelente compañero, cariñoso y amigable con personas, niños incluidos, y otros animales. Según el territorio, pueden variar los perros incluidos en el listado de PPP, por lo que conviene consultar la legislación en nuestro lugar de residencia.
En algunos territorios todos los perros con más de 20-25 kg y una conformación física fuerte pueden ser considerados peligrosos. Las razas designadas como PPP, en general, son las siguientes, teniendo en cuenta que sus cruces también se incluyen como PPP:
- Akita inu.
- Staffordshire bull terrier.
- Dogo de Burdeos.
- Bullmastiff.
- Tosa inu.
- Dóberman.
- Mastín napolitano.
- Presa mallorquín.
- Presa canario.
- Dogo argentino.
- Fila brasileiro.
- Pit bull terrier.
- Rottweiler.
- American Staffordshire terrier.
Adoptar a un perro potencialmente peligroso
Hace algún tiempo, causaron alarma social los ataques de perros a personas que tuvieron como consecuencia lesiones graves e incluso fallecimientos. El foco se puso en determinadas razas de perros. Como resultado, se acabó regulando la tenencia de los llamados PPP.
A partir de ese momento, todos los perros señalados debían cumplir con una serie de requisitos para su tenencia y manejo. Injustamente se etiquetó a ciertos perros, en vez de centrarse en los cuidadores, los verdaderos responsables de su comportamiento.
Por desgracia, esto ha llevado a muchos PPP a ser entregados a protectoras, en el mejor de los casos. Además, su adopción se ve dificultada precisamente por los requisitos que se tienen que cumplir para llevar un PPP a casa.
Licencia para la tenencia de perros potencialmente peligrosos
Aunque la asociación protectora que escojas te informará de todos los requisitos que necesitas antes y después de adoptar, es importante que sepas que para hacerse con un PPP es imprescindible obtener antes una licencia.
Además, si en el hogar vive más de una persona, cada una de ellas tiene que sacarse su propia licencia, si es que en algún momento pretenden salir con el perro a la calle. Esto se debe a que cada licencia es personal e intransferible.
Cuenta con una validez de cinco años, por lo que deberá ser renovada periódicamente durante toda la vida del perro. Es obligatorio notificar cualquier cambio. Por otra parte, si se convive con más de un PPP, cada uno tiene que contar con su papeleo correspondiente.
Requisitos para conseguir la licencia para perros potencialmente peligrosos
Por lo tanto, dado que la licencia es el primer requisito imprescindible para poder llevar a casa un PPP, antes siquiera de plantearnos su adopción debemos comprobar que cumplimos todo aquello que se solicita para otorgarla. Los requisitos para su obtención son los siguientes:
- Ser mayor de edad, es decir, tener más de 18 años. Debe acreditarse con un DNI, pasaporte o permiso de residencia.
- Carecer de antecedentes penales por homicidio, lesiones, torturas, por delitos contra la libertad sexual, la salud pública, etc. El Ministerio de Justicia es quien emite el correspondiente certificado, aunque los ayuntamientos también pueden acceder directamente a esos datos si se lo autorizamos. Conlleva un pequeño coste.
- No estar impedido para tener este tipo de perros por sentencia judicial.
- No tener sanciones calificadas como graves o muy graves.
- Poseer capacidad física y psicológica para manejar un perro de las características de los PPP. En centros médicos se puede obtener el certificado que lo acredita. Hay que pagar por él.
- Contratar un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros con un mínimo de cobertura de 120 000 euros. Hay que presentar también el último recibo al corriente de pago. El importe mensual a pagar varía en función de la aseguradora. Se trata de tener la seguridad de que si el perro causa un daño, la reparación económica esté garantizada.
La documentación para obtener la licencia debe entregarse en el ayuntamiento, donde también te informarán si se requiere algún otro requisito. Los trámites pueden hacerse presencialmente en los registros o a través de internet.
Otras obligaciones para tener un perro potencialmente peligroso
Una vez obtenida la licencia, los requisitos para los PPP no acaban aquí. Es obligatorio que estos perros consten en el registro censal correspondiente. La inscripción debe realizarse en el plazo de 15 días tras haber obtenido la licencia.
Además de este documento, hay que llevar el seguro, la cartilla sanitaria del perro, un certificado del veterinario y dejar constancia de dónde se alojará el animal y con qué intención se ha adoptado. Por supuesto, es imprescindible ponerle el microchip. Además, es obligatorio que salga a pasear con bozal y correa que no supere los dos metros de longitud.
No puede soltarse por la vía pública y solo podrá ir de paseo con una persona con licencia para su manejo, que hay que llevar encima siempre. No cumplir con los requisitos legales conlleva sanciones y la retirada de la licencia, de tenerla, lo que podría impedir seguir conviviendo con el perro.