Cuando decidimos tener un perro en nuestro hogar, nos hacemos las preguntas típicas de si será muy nervioso, si llegará a tener un gran tamaño, si será muy ladrador… Pero pocas veces nos preguntamos ¿corren mucho?
Y es que existen muy pocas personas que conozcan bien las razas más rápidas del planeta. Por ello, te dejamos aquí una lista de las 10 que más corren, y algunas de ellas incluso pueden llegar a sorprenderte por su apariencia.
Vizsla
Originario de Hungría puede correr a la misma velocidad que un galgo afgano. Esta raza fue empleada en la I Guerra Mundial como mensajera, ya que debido a su gran velocidad podía llevar la información de un lado a otro.
Aunque no es recomendable tenerlo en un piso debido a la gran actividad que necesitan, sí es necesario que o vivan en una casa con jardín donde pueda correr o se le saque a pasear a menudo por el campo.
Doberman
Todo el mundo sabe que la raza del Doberman es una de las mejores para la caza pero pocos saben que se la considera como una de las más rápidas del planeta, sobrepasando los 50 km/h.
Al ser muy activa, esta raza necesita estar siempre en continua actividad y prestarle la atención necesaria ya que siempre estará alerta de cada movimiento del exterior como perro guardián del hogar y protector de la familia.
Greyhound
Esta raza, también llamada “galgo inglés” es una de las más rápidas del planeta, ya que su velocidad puede llegar a alcanzar los 70 km/h durante un periodo corto de tiempo. Por ello, son tan famosos los galgos en las carreras del canódromo.
Saluki
Otra raza que encabeza la lista de las más rápidas del mundo. Esta llega a alcanzar los 67 km/h y es también uno de los perros más elefantes, ya que su pelaje mezcla pelo corto con el largo.
Según estudios es una de las razas más antiguas del mundo y su origen es de Irán. Existen tallas con más de 6.000 años de antigüedad que muestran a la raza Saluki en la historia de oriente.
Sabueso Afgano
A pesar de ser una raza considerada de las más bellas y elegantes, también se encuentra en la lista de las más rápidas del mundo (al igual que el galgo inglés, esta también es un galgo), alcanzando los 64 km/h.
Le caracterizan su inteligencia y porte aunque no es una de las mejores razas para tenerla en un piso, dado que puede llegar a suponer todo un reto a la hora de adiestrarla debido a su personalidad independiente.
Jack Russell Terrier
Aquí viene uno de los puntos sorprendentes de la lista. Y es que, cuando se piensa en un perro veloz, nos imaginamos a los galgos de los que hemos hablado anteriormente o perros altos, grandes y esbeltos.
Pero lejos de ello, se encuentra también el Jack Russell Terrier, consiguiendo los 61 km/h y entrando de cabeza en la lista de las razas más rápidas del planeta,
Borzoi
Domesticado como una raza para la caza, el Borzoi corre tan rápido que llega a alcanzar hasta los 57 km/h para conseguir a sus presas (conejos y zorros en su mayoría).
De origen ruso y carácter noble, este perro suele ser más conocido en zonas más frías y del norte, viéndolos poco en España y alrededores.
Pastor Alemán
Conocidos mundialmente por verlos a menudo en la sociedad, pocos saben que se les considera uno de los perros más rápidos del planeta. Y es que su velocidad llega a alcanzar los 48 km/h.
Grandes, voluminosos y leales, esta raza tan querida puede vivir tanto en pisos como casas, aunque lo mejor para ellos es tener una zona grande por donde correr y disfrutar al aire libre.
Whippet
Pocos conocen esta raza y es que su nombre es poco común en nuestro país, pero no por ello se queda fuera de la lista de los perros más rápidos del mundo. Y es que este pequeño “galgo en miniatura” alcanza los 54 km/h.
De origen inglés, dócil y rápido, el whippet ha sido domesticado para la caza de conejos y aves.
Dálmata
A pesar de ser conocidos mundialmente por películas y dibujos animados, esta preciosa raza también es una de las más rápidas del planeta. Su físico esbelto y ágil hace que pueda llegar a correr hasta los 56 km/h.
De origen directo de Croacia, es un perro cuya finalidad era utilizada para vigilar los carros y los caballos cuando se paraban, y hacerle ver a todo el mundo la clase adinerada del propietario del carruaje.