Compañero del ser humano desde tiempos inmemoriales, el Galgo – también conocido como Greyhound – formó parte de la corte de Cleopatra, de Alejandro Magno y de la Reina Victoria. Estos perros son tan rápidos para moverse en el campo o en la pista de carreras como para ganarse tu corazón. No podrás resistirte a su mirada sincera y llena de sensibilidad. Conoce más detalles sobre Galgo Inglés a continuación.

Datos básicos

  • Tamaño: entre 70 y 80 cm.
  • Peso: entre 25 y 45 kilos.
  • Esperanza de vida: entre 10 y 12 años.
  • Ideales para: pisos o casas. Familias. Caza. Deportes.

Orígenes de la raza Galgo Inglés

El origen de esta raza se remonta al Antiguo Egipto (unos 3000 años antes de Cristo). Existen evidencias de que los grandes faraones ya poseían galgos, que se utilizaban para cazar en las vastas planicies de la región. Estos perros eran expertos en atrapar animales pequeños como zorros o liebres. Con el tiempo se expandieron por el Mediterráneo y el norte de Europa.

Se cree que esta variedad llegó a Gran Bretaña alrededor del año 900, de la mano de unos comerciantes árabes. Ya en la Edad Media los galgos se hicieron populares, en un tiempo en el que eran comunes las partidas de caza. Su instinto de persecución era tan conocido que quienes vivían cerca de las tierras de caza del rey de Inglaterra tenían prohibido poseer un galgo. Debido a su velocidad, la raza siempre estuvo ligada a las carreras de perros, especialmente en los Estados Unidos, donde actualmente gozan de una gran popularidad.

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Características físicas del Galgo Inglés

Estos canes están hechos para correr. Son ejemplares delgados, pero poseen una contextura musculosa y atlética. Su cuello es largo, ligeramente curvado y se va ensanchando hacia el lomo, que es extremadamente flexible y con una caída hacia la parte trasera. El pecho es profundo y su vientre bien recogido. Las patas se presentan rectas, bien musculadas y largas. La cola es de inserción baja y se afina hacia el extremo.

La cabeza del Galgo Inglés es fina y alargada, aunque se ensancha levemente a la altura de las orejas, que son pequeñas y echadas hacia atrás. El hocico es largo, también estrecho y acabado en punta. La boca es grande y con una mordida potente. Los ojos, oblicuos, tienen una forma almendrada y son de colores oscuros y con un brillo de vivacidad.

El pelo en esta raza es corto, firme y de textura bastante suave. Está bien pegado al cuerpo y puede encontrarse en tonos blancos, negros, arena, atigrados, azul y rojo. También hay ejemplares de colores sólidos con manchas blancas.

¿Cómo es el estándar de esta raza?

De acuerdo al American Kennel Club, un Galgo Inglés debe contar con una dentadura fuerte y una mordida en tijera perfectamente alineada. Los hombros deben presentarse de manera oblicua y ser musculosos, pero no corpulentos. La cola debe estar curvada ligeramente hacia arriba en la punta.

Temperamento de un Galgo Inglés

Este tipo de canes tienen un carácter muy amable. Son extremadamente cariñosos con su familia, pero también con los extraños. Se harán amigos de cualquier desconocido en muy poco tiempo, siempre que estén bien socializados. Si no han sido bien instruidos en relacionarse con las personas pueden desarrollar una personalidad tímida y una conducta evasiva.

Con los niños son bastante pacientes, aunque preferirán la compañía de mayores que no intenten montarles como si fueran caballos. Sin embargo, si se siente molesto, lo más probable es que se aleje antes de ponerse agresivo. Con otros perros se llevará fenomenal. Con los gatos puede haber algún problema, pues pueden ver a estos pequeños felinos como presas y comenzar a perseguirles.

Por lo general se sienten cómodos en topo tipo de hogares. A pesar de lo que pueda pensarse no son canes extremadamente activos y pueden tomar siestas muy largas. De hecho, en ocasiones se comportan con una independencia muy similar a la de los gatos. Asimismo, son muy sensibles al ambiente que se respira en el hogar y ante cualquier evento fuera de lo común se verán afectados emocionalmente.

Estos canes son muy inteligentes y están criados para tomar decisiones por su propia cuenta. Por ello se aburrirán con rapidez si los entrenamientos son repetitivos o muy largos. Procura un acercamiento a través del refuerzo positivo y siempre con gentileza.

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Cuidados de un Galgo Inglés

Su manto corto y fino requiere un cuidado moderado. Un cepillado a la semana es lo adecuado para mantener la pérdida de pelo en niveles mínimos. Sus uñas crecen rápidamente, por lo que hay que estar atento a recortarlas para no afectar su andar. Los galgos tienen dedos muy apretados, por lo que debes revisarles bien para asegurarte de que no quedan espinas clavadas tras una salida por el campo.

Estos canes no son muy resistentes a los climas extremadamente fríos, así que en invierno procura sacarles abrigados y secarles bien tras el baño. El aseo regular con un paño mojado o una esponja para perros es una buena alternativa para evitar mojarles por completo. Durante estas sesiones recuerda revisar sus orejas y dientes, que deberían ser cepillados de manera diaria.

Aunque quizás no te lo pida, las salidas son muy recomendables para que puedan ejercitarse. Puedes intercalar paseos tranquilos con juegos (les encanta correr detrás de un palo o de una pelota). Procura llevarles, al menos una vez por semana, a algún lugar tranquilo donde puedan correr a sus anchas. En lugares públicos siempre deben ir atados, pues su instinto natural hará que persigan cualquier animal pequeño, incluso perros, que anden cerca.

Es común encontrar Galgos de carrera retirados en centros de adopción. Muchas personas no los quieren al ser adultos, pues creen que serán difíciles de entrenar. Lo cierto es que se adaptan muy bien a la vida doméstica y te agradecerán haberles salvado con una fidelidad total por el resto de su vida.

¿Cómo es la salud de un Galgo Inglés?

Con esta raza debes prestar atención, sobre todo, a su alta sensibilidad a la anestesia: al tener poca grasa corporal se deben ajustar bien las dosis. Esto es algo que debe tener en cuenta el veterinario que les trate.

Una afección con cierta incidencia en esta variedad es el cáncer de huesos. Para detectarlo es necesario realizarle pruebas de rayos X. Los tratamientos son agresivos y pueden implicar la amputación del miembro afectado.

Otros padecimientos a tener en cuenta en el Galgo Inglés son la atrofia progresiva de retina, el hipotiroidismo y la torsión gástrica.