Si te hayas en búsqueda de un compañero gatuno, quizás te interese conocer cuáles son las razas más amorosas. Se trata de felinos que saben con creces devolverte el cariño que les profesas. Si, además, tienes niños en casa, las razas que vamos a mostrarte no solo se llevarán genial con ellos, sino que no supondrán ningún riesgo durante el juego.

Aunque, como siempre decimos, cada gato es un mundo, estas razas comparten un talante pacífico, juguetón y muy afectuoso. Necesitan compañía e interacción cada día para mantenerse sanos. Llenan de dulzura y alegría el hogar en el que viven. ¿Quieres conocerlas? ¡Empezamos!

8 Razas de gato muy mimosas

Además de bellos, los felinos de los que vamos a hablarte se encuentran entre los más sociables y cariñosos, llegando a enfermar, muchos de ellos, ante la ausencia de compañía. Por tanto, no son adecuados para las personas que disponen de poco tiempo o que deben permanecer fuera de casa por muchas horas. Forjan un vínculo muy especial con su tutor.

Azul ruso

Se caracteriza por su porte atlético y elegante, y por su gusto por las rutinas. Necesita sentirse acompañado y disfruta de la interacción, tanto con los humanos de cualquier edad como con otras mascotas. Es muy sociable y suele elegir a un miembro de la familia como su favorito con el que establece un profundo apego.

No es extraño verles anticiparse al estado de ánimo de esta persona. Gracias a su inteligencia, aprenden rápido, trucos y órdenes sencillas. Son muy limpios y apenas requieren cuidados. Bastará con que cepilles una vez por semana su pelo y te ocupes de la higiene de ojos, orejas y dientes. Lo que más les gusta es jugar con pelotas.

Exótico

¿Sabes que esta raza es una de las más apegadas y dependientes? Les encanta la compañía, incluso la de otras mascotas. Es habitual encontrarlos allí donde se reúne la familia y pueden enfermar si permanecen solos muchas horas consecutivas. Por tanto, deberías optar por otra raza si estás poco en casa.

Están emparentados con los persas, pero son más activos y sociables que estos. Si tienes niños, ambos se entretendrán y disfrutarán jugando juntos. Son gatos muy cariñosos y propensos al sobrepeso, lo que obliga a controlar la cantidad y calidad del pienso que se les ofrece. Mudan poco pelo. Salvo la compañía y la higiene, no reclaman muchas atenciones.

Maine Coon

Estos mininos de gran tamaño y aspecto salvaje, son verdaderas bolitas de cariño y ternura. Muchas veces se les compara con los perros, puesto que les gusta venir a recibir, traer objetos y seguir a su humano favorito a todas partes. Toleran la soledad, aunque siempre resulta preferible que cuenten con un compañero de juego y de juguetes interactivos.

Son muy inteligentes y aprenden rápido aquello que quieras enseñarles. Se adaptan a todo tipo de viviendas, aunque prefieren las que tienen jardín o acceso al exterior. Son excelentes cazadores y pescadores. Es conocida su habilidad para comunicarse mediante un amplio registro de maullidos. Requieren estimulación, así como recursos en altura.

Siamés

Al tratarse de un gato de origen asiático, no ha de extrañarte su hiperactividad. Son enérgicos y cariñosos a partes iguales. Por tanto, si el siamés es tu raza favorita, deberás proporcionarle los modos de liberar ese exceso de energía a diario. Por ejemplo, a través del juego compartido, de salidas al exterior o de la compañía de otros animales.

A pocas razas les gusta tanto como a los siameses interactuar con los más pequeños de la casa. Congenian desde el primer minuto y nunca parecen enfadarse con ellos. Sin embargo, son posesivos y pueden mostrarse celosos si se sienten reemplazados. Son muy vocales e insistentes cuando se trata de acaparar la atención. Nunca te aburrirás con ellos.

Ragdoll

Es una de las razas más dóciles que se conocen y, de hecho, se recurre a ella en multitud de terapias con enfermos, ancianos y niños. Prefieren la vida de interior y necesitan ser acariciados. Se dice que les encanta que los cojan en brazos. En ese momento, sienten un bienestar y una relajación tales que aflojan sus músculos para dejarse querer.

No son la mascota idónea para las personas que no disponen de tiempo o que se ausentan durante varios días, ya que además de la compañía, reclaman cierta supervisión. No siempre son conscientes de los peligros que entrañan sus acciones. Su pelo semilargo obliga a cepillarlos con asiduidad para que no se enrede y se forman bolas.

Bosque de Noruega

Son felinos de origen silvestre y así lo demuestra su aspecto. Sin embargo, se adaptan a la perfección a la vida dentro de casa. Son muy afectuosos, pero saben desenvolverse en soledad. Adoran las alturas y dedicar horas a la exploración. A tenor de su gran tamaño, si te decantas por esta raza, deberás proveerle de suficiente espacio.

Son muy inteligentes y aprenden rápido, por ejemplo, a abrir puertas. La convivencia con ellos es sencilla. Eso sí, asegúrate de dejar a su disposición juguetes con los que puedan superar retos y mantenerse entretenidos. Su pelo largo, denso y grueso no se enreda con facilidad. No obstante, conviene cepillarlo de 2 a 3 veces por semana.

Sagrado de Birmania

El birmano es, en realidad, un siamés de pelo largo. Comparte con él su temperamento amoroso y cercano, siempre ávido de mimos y de juego, aunque resulta menos enérgico que este. La estimulación, física y cognitiva, es necesaria a diario para contrarrestar su tendencia a la obesidad. Toleran la soledad.

Se llevan bien con todos los miembros de la familia. Ten cuidado con las corrientes de aire y con los cambios térmicos bruscos, dado que son muy sensibles a ellos. Igualmente, sus orejas acumulan cerumen con facilidad, por lo que su higiene semanal no debe ser eludida. Tampoco el cepillado de su pelo, como mínimo, 2 veces por semana.

Angora

Estos preciosos gatos no podían faltar en nuestra selección, ya que hacen gala de un carácter muy afectuoso y sociable. Les gusta convivir con otras mascotas, pero prefieren la tranquilidad y no son amigos del bullicio. Reclaman atención al tiempo que necesitan evadirse y pasar ratos a solas. Por ello, deben disponer de un refugio o espacio exclusivo.

Son curiosos e inteligentes y su educación no suele revestir dificultad. Emplea el refuerzo positivo y todo irá sobre ruedas. Eso sí, al igual que otras razas de pelo largo o semilargo de las que te hemos hablado, su cepillado debe realizarse 2 o 3 veces por semana, y a diario durante la primavera y el otoño para mantenerlo brillante, suave y sano.