Los ladridos de nuestros compañeros caninos son una forma de comunicarse con nosotros. Si bien en algunas situaciones un ladrido de alerta puede ser muy oportuno, un exceso de ruido también puede representar un problema para la familia y los vecinos. ¿Estás buscando a un peludo silencioso con el que compartir tu vida? A continuación te presentamos las razas de perros que menos ladran.
Basenji
Procedentes del Congo, donde fueron utilizados para perseguir a animales pequeños, los Basenji son muy discretos. Su técnica de caza tiene mucho que ver con sus hábitos silenciosos, pues están entrenados para acechar sigilosamente a sus presas. Poseen un tamaño medio y un cuerpo atlético de pelo corto. Sus orejas puntiagudas y su cola, ligeramente curvada sobre la espalda, son también rasgos característicos.
Los ejemplares de esta raza son tan inteligentes como tercos. Poseen un carácter independiente y activo. Más que ladrando, se comunican a través de una gran variedad de sonidos que van desde gruñidos a unos suaves gritos. Los Basenji tienden a mordisquear todo lo que encuentran, por lo que deberás dejar tus objetos de valor fuera de su alcance.
Perro Pastor Australiano
Desarrollados en el siglo XIX por granjeros australianos, estos pastores pueden controlar grandes cantidades de ganado. Entre las variedades utilizadas para su creación hay canes de origen inglés y dingos, nativos de Australia. Conocidos como “taloneros” por su costumbre de morder las patas de vacas y ovejas, ladran en contadas ocasiones.
Este tipo de perro es muy devoto de los suyos y bastante protector. Su comportamiento territorial hace que sea algo arisco y reservado con los extraños, aunque nunca se mostrará agresivo sin razón. Tiende a llevarse a la boca todo lo que encuentra, por lo que deberás trabajar en la obediencia para evitar este comportamiento. La socialización y el entrenamiento positivo son fundamentales para conseguir adultos equilibrados.
Braco Italiano
Conocido también como Pointer Italiano surge en la Edad Media para asistir a cazadores de perdices y codornices. Posee una cabeza de sabueso, con orejas largas y caídas, un pecho poderoso y patas robustas. Fue adiestrado para quedarse inmóvil y en silencio ante la señal de su presa, un rasgo que mantiene todavía hoy. Es una variedad que ladra poco.
Además su carácter es dócil y relativamente sencillo de entrenar. En el hogar su comportamiento será más bien sobrio: puede decirse que es un “perro serio” que vive para su trabajo y que no es muy dado a jugar. Son canes inteligentes y que entienden rápidamente los ejercicios a realizar. Se adaptan a todo tipo de ambientes, aunque necesitan un pequeño patio o jardín para mantenerse equilibrados.
Mastín Español
Presentes en la Península Ibérica durante siglos, estos canes se enfocan en el cuidado del ganado y en la protección de las granjas. Poseen un tamaño imponente y un carácter bastante reservado, por lo que son buenos guardianes del hogar. Como otras variedades de pastores dan pequeños mordiscos para controlar a las reses y a las ovejas, por lo que solo ladran en raras ocasiones.
Son buenos perros de familia, fieles a los suyos y protectores leales. Tienden a ser testarudos, por lo que su educación es compleja. Pese a ser muy inteligentes, están criados para tomar decisiones por su cuenta. Esto hace que, a menudo, hagan lo que consideren. Son muy territoriales y pueden mostrarse agresivos con otros perros o animales del hogar. Lo ideal es que vivan en ambientes rurales o en casas de las afueras.
Spinone Italiano
Esta raza italiana se empleó para labores de rastreo en la zona del Piamonte. Su nombre proviene de la palabra “Pino”, que significa maleza. Los Spinone tienen una contextura robusta, huesos grandes y un pelaje marrón oscuro. Es una variedad poco conocida en España.
Además de su poca inclinación a ladrar, son amistosos con conocidos y extraños, por lo que son buenos perros guardianes. Por su facilidad para conectar con las personas están muy buscados como perros de terapia. Se consideran sencillos de entrenar por su inteligencia y por su necesidad de agradar a los humanos. Otra ventaja es que pueden pasar tiempo sin tener a alguien cerca.
Retriever de Chesapeake
Esta raza desciende de dos ejemplares de Labrador que en el siglo XIX sobrevivieron a un naufragio frente a la Bahía de Chesapeake, Canadá. Es por ello que comparten muchas características con los labradores, como el gusto por la natación y su sigilo natural. Tienen un pelaje de doble capa resistente al agua, una mirada sagaz y un bello manto de tonos marrones.
Los Retriever de Chesapeake se adaptan bien al entorno familiar, aunque por sus características prefieren los climas fríos. Además, es mejor que vivan cerca de un curso de agua o del mar. En el hogar suelen ser amistosos, aunque algo tercos a la hora del entrenamiento. Están recomendados para familias con niños ya crecidos y para casas con miembros activos.
Gran Danés
Criados en Alemania para la caza mayor, con el paso de los siglos el carácter de estos perros se fue enfocando más hacia la protección y la vida doméstica. Por esta razón son una raza que combina dotes de perro guardián y una personalidad gentil. Un Gran Danés bien educado es un excelente compañero y un protector equilibrado, que jamás se mostrará nervioso en situaciones de tensión y que solo ladrará cuando sea estrictamente necesario.
Por sus líneas estilizadas y su gran porte se les conoce como el “Apolo de los perros”. Sus modales no son nada presuntuosos, más bien todo lo contrario: es muy dulce con la familia, a la que cuidará con celo. También son tolerantes con los más pequeños, aunque por su gran tamaño es mejor que vivan en hogares con niños de cierta edad.