Los amantes de las emociones fuertes disfrutarán junto a un Thai Ridgeback, también conocido con el nombre de Crestado Tailandés. Este can, de espíritu libre, necesita enfrentarse a retos mentales constantes. Continúa explorando las particularidades de una de las razas más recomendadas para los aventureros.

Datos básicos

  • Tamaño: entre 51 y 61 cm los machos y entre 51 y 56 cm las hembras, según la FCI
  • Peso: entre 15 y 34 kilos
  • Esperanza de vida: entre 12 y 13  años
  • Ideales para: vivir en casas con jardín; familias con niños grandes; labores de guarda; practicar deportes caninos

Orígenes del Thai Ridgeback

Esta raza es característica del este de Tailandia. Su existencia está documentada en restos arqueológicos. La función principal de los Thai Ridgeback era escoltar los carros de los comerciantes en sus desplazamientos, dando protección frente a asaltantes y animales salvajes. Es legendaria su habilidad para detectar y matar serpientes entre la maleza.

También eran buenos en las labores de caza. La deforestación afectó su hábitat, por lo que paulatinamente dejaron de hacerlo. El aislamiento de la región en la que surgieron tampoco propició los cruces con otras razas. Por eso, los Crestados Tailandeses están considerados como una variedad de gran pureza.

Características físicas del Thai Ridgeback

Estos canes son de tamaño mediano, con una apariencia atlética y movimientos ágiles. Vistos de perfil son más largos que altos. Su cuello es fuerte, algo arqueado y sostiene la cabeza en alto. El lomo, bien nivelado, continúa en una grupa que desciende gradualmente hacia los cuartos traseros.

El pecho es profundo, sin ser ancho en exceso, y llega hasta los codos. Las costillas están marcadas y el vientre, bien recogido. Las patas son rectas, delgadas y musculosas, con pies ovalados. La cola es gruesa en la base y se afina hacia el extremo; puede llegar a la altura del corvejón y suelen llevarla en posición curvada.

Por otro lado, presentan una cabeza plana. En alerta, les aparecen algunas arrugas en la frente. El stop está bien definido. Cuentan con un hocico en forma de cuña, más corto que el resto del cráneo. La trufa es negra. Algunos ejemplares tienen una característica lengua con manchas negras o azuladas. Los ojos son almendrados y de colores oscuros; las orejas, medianas y triangulares, enfocadas hacia delante.

El pelaje de esta variedad es corto y liso en todo el cuerpo. La cresta sobre su lomo está formada por pelos que crecen en sentido contrario y suelen formar coronas o remolinos en sus extremos. Son ejemplares de colores sólidos, con mantos en negro, rojo, azul o castaño claro.

¿Cómo es el carácter de esta raza?

Con una socialización adecuada, un Crestado Tailandés será un amigo cariñoso y fiel, que se adaptará bien al ritmo de vida de cualquier familia. Su personalidad independiente a veces recuerda la de un gato, moviéndose con delicadeza y sigilo en el hogar.

Los ejemplares de esta raza se relacionarán mucho mejor con niños mayores de 8 años. No son demasiado pacientes con las travesuras de los más pequeños y podrían lastimarles sin querer por el ímpetu que demuestran a la hora de jugar. Con los perros desconocidos se comportarán de manera territorial. Tampoco se recomienda que compartan hogar con otros animales más pequeños.

Debido a su personalidad equilibrada no perderán fácilmente los papeles en situaciones de gran tensión. De hecho, son muy indicados como perros guardianes, pues además de sus instintos naturales poseen una inteligencia que les permite decidir por sí mismos. Desconfiados con los desconocidos, necesitan tiempo antes de sentirse a gusto con personas nuevas.

Además, estos canes tienen muy buena memoria y maduran pronto, por lo que aprenden rápido. Sin embargo, debido a su gran individualismo, no se recomienda su adopción a adistradores primerizos: educarles requiere de paciencia, firmeza y mucha constancia.

Los ejercicios tradicionales y repetitivos les aburrirán enseguida y, si no cambias las rutinas, pueden llegar a frustrarse. Trata de evitar que eso ocurra, para que no desarrollen hábitos destructivos o intenten escapar a la mínima ocasión.

Consejos para cuidar a un Thai Ridgeback (o Crestado Tailandés)

Una casa con jardín es el entorno más adecuado para criar a un Thai Ridgeback.  Es un perro que necesita de mucha actividad diaria, por lo que es imprescindible que pueda dar entre uno y dos paseos por jornada.

Pueden vivir en un apartamento, pero es necesario que salgan con frecuencia. Si no practican suficiente ejercicio probablemente tu sofá será el que termine pagando por ello. Durante las salidas al exterior deben ir siempre atados con correa, pues instintivamente correrán detrás de animales pequeños como aves, gatos o conejos.

Los Thai Ridgeback son aptos para los deportes intensos, como el Agility, el Rally o la Obedience. Si prefieres realizar actividades compartidas en casa o en el parque, debes saber que les encanta ir a buscar balones o discos; también correr a tu lado. El senderismo y la natación son otras buenas formas de mantenerles sanos y cuerdos.

El frío es uno de los puntos débiles de estos perros. No es una raza adaptada a las bajas temperaturas. Por eso, aunque vivas en una región templada, no dejes que pase mucho tiempo en la intemperie y abrígale bien antes de cada salida durante el invierno.

Respecto a su pelaje, este no requiere grandes cuidados. Un cepillado semanal será más que suficiente, intensificando la frecuencia en la época de muda. Los baños solo harán falta cuando estén realmente sucios. Las uñas les crecen rápido, por lo que deben recortarse cada 15 días (más o menos). Por último, revisa sus orejas semanalmente para controlar que no se acumule demasiada suciedad en ellas.

La salud del Thai Ridgeback

El seno dermoide es un problema habitual relacionado con esta raza. Se trata de una malformación congénita de la piel a la altura del lomo o del cuello. Su detección precoz es importante, para evitar que pueda afectar la calidad de vida del ejemplar.

Otra de las enfermedades con mayor incidencia en el Thai Ridgeback es la displasia de cadera. Esta afección es hereditaria y puede limitar seriamente su capacidad de movimiento.