Los canes mini son una gran opción si no dispones de mucho espacio en casa o si vives en una gran ciudad. Abultan poco, pero son grandes compañeros. Además, se adaptan fácilmente a todo tipo de ambientes. Sigue leyendo para conocer cuáles son las razas más pequeñas de perros que existen.
Pomerania
Es el tipo más pequeño de Spitz, con un peso de entre 1,5 y 3,2 kilos. Su nombre viene de Pomerania, una región del norte de Alemania y Polonia que limita con el Mar Báltico. Hay tres variedades, que se clasifican según su fisonomía:
- Cara de oso: chato y con formas redondeadas
- Cara de zorro: hocico fino y orejas en punta
- Cara de muñeca: con el rostro completamente cubierto de pelo y las orejas apenas visibles.
Estos canes, de exuberante pelaje, son amigables por naturaleza y muy cariñosos con su familia, a la que protegen con recelo. Les gusta ser el centro de atención y tienden a ladrar para lograr su objetivo. Por eso, es importante controlar este impulso antes de la edad adulta. Con otros perros son algo territoriales. En este sentido, es clave socializarles desde cachorros para que su temperamento se modere.
Chihuahua
Considerados los perros más pequeños del mundo, son originarios del estado mexicano de Chihuahua, de donde toman su nombre. Tienen una altura promedio de 20 cm y un peso máximo de 3 kilos. Entre sus características físicas destacan sus grandes orejas, así como su pelaje corto y de color claro.
Los ejemplares de esta variedad suelen establecer relaciones muy íntimas con la persona con la que comparten su vida, llegando a ponerse celosos e incluso posesivos. Son perfectos para personas mayores que viven en soledad y se adaptan muy bien a los espacios pequeños. Un Chihuahua tiende a ser bastante temperamental y no tiene conciencia de su tamaño. De hecho, puede plantar cara a perros mucho más grandes y salir lastimado.
Coton de Tulear
Estos canes, que proceden de Madagascar, están emparentados con los Bichones. Miden un máximo de 30 cm y pueden llegar a pesar hasta 6 kilos. Reciben el nombre de Coton («algodón», en inglés) por su suave y esponjoso pelaje, que suele ser de un blanco impoluto. ¿Pero sabes qué? También los hay en color champagne o grisáceo.
Los Coton de tulear son muy cariñosos y tienen un carácter vivaz, amable y enfocado a complacer a las personas. Se adaptan sin problemas a todo tipo de familias y son excelentes para los adultos mayores que necesitan compañía. Suelen socializar con todo el mundo, moviendo la cola de lado a lado. Asimismo, se llevan bien con los peques, aunque por su tamaño son algo frágiles. Por eso, asegúrate de que los niños les traten con respeto y delicadeza.
Pug
Los Pug descienden de razas como el Pekinés y el Mastín Tibetano. Surgieron en China hace miles de años y llegaron a Europa durante la Edad Media para convertirse en una de las variedades favoritas de la nobleza. Tienen una contextura robusta, pudiendo llegar a pesar hasta 10 kilos, aunque su talla raramente supera los 30 cm. Son reconocibles por su máscara negra y por sus grandes ojos de aspecto tristón.
Les encanta hacer el tonto para alegrar a los miembros de su familia; además, son muy cariñosos y adoran sentarse en tu regazo para recibir mimos. Eso sí: no les va mucho el ejercicio, por lo que deberás tener paciencia cuando les entrenes o trates de que se mantengan en forma. Esto también explica por qué tienden a ganar peso con facilidad. Para evitarlo, haz que se ejerciten – al menos – durante media hora al día.
Pinscher miniatura
Aunque muchos piensan que es una variante pequeña de los famosos Dóberman, en realidad descienden del Dachshund (o perro salchicha alemán) y del Galgo Italiano. Por la dignidad de su porte muchos lo llaman el “Rey de los miniaturas”. Es reconocible por sus líneas finas y por su particular forma de caminar. El Pinscher miniatura puede pesar hasta 3 kilos y medir unos 25 cm de media.
Al igual que los Chihuahuas, tienen personalidad de “perro grande”, por lo que son capaces de enfrentarse a cualquier amenaza sin dudar. Su energía es poco habitual en las razas Toy, aunque deben ser controlados de cerca para evitar lesiones. Su temperamento alerta y su valentía, les hace buenos para dar la alarma.
Pekinés
Una variedad milenaria, que tiene sus orígenes en los perros de guardia tibetano. Durante siglos estos canes fueron un privilegio de la familia real china y solo en el siglo XIX llegaron a Europa. Poseen un pelaje exuberante y una cabeza grande en relación al resto del cuerpo. Aunque no lo aparentan, son bastante pesados para su talla, pudiendo llegar a los 6 o 7 kilos.
Con la familia suelen ser juguetones y afectuosos. Sin embargo, son reservados y desconfiados con lo desconocido. Tienen un carácter bastante territorial y no suelen ladrar mucho. De cachorros suelen ser inquietos y traviesos, rasgos que se moderan con la edad. De adultos prefieren la tranquilidad del hogar y la compañía de los suyos. No deben pasar mucho tiempo sin compañía, para evitar que desarrollen problemas de ansiedad por separación.
Yorkshire Terrier
Muy populares como perros falderos, estos pequeñines son originarios de Inglaterra, donde su cometido era atrapar a los roedores. El estándar establece un peso máximo de 3,2 kilos y una altura límite de 22,5 cm. Estos canes necesitan atención constante y pueden ser bastante traviesos si no se les hace caso, llegando a mordisquear o a destruir cosas para demostrar su enfado.
Son bastante posesivos y no son adecuados para familias con niños muy pequeños, ya que la tolerancia no es su fuerte. Por otro lado tienden a ladrar en exceso, por lo que deberás comenzar su entrenamiento cuanto antes.
Bichón (Frisé o Maltés)
Hay diferentes variedades de Bichón, ideales para convivir en apartamentos o en estudios de pocos metros cuadrados. No superan los 25 cm ni los 5 kilos de peso. Tanto el Frisé como el Maltés son originarios del Mediterráneo.
Su personalidad es dulce y suelen llevarse bien tanto con conocidos como con extraños, aunque es importante que estén bien socializados para evitar que se vuelvan excesivamente recelosos y protectores de su líder.