No es muy popular en España y puede que no lo hayas visto en películas, pero el Bedlington es una de las razas más famosas y queridas de Inglaterra. Poseedor de una gran inteligencia, este perro cruce de otras tres razas ha sido todo un protector del hogar y un gran animal de compañía durante siglos.

Conoce todo sobre la historia y origen de la raza que ganó numerosas exposiciones y la cual es muy querida en Reino Unido. Sigue leyendo y descubre todo lo que no sabías sobre el Bedlington y su recorrido a lo largo de la historia.

Procedencia del Bedlington

Al igual que sucede con otras razas de perros, el Bedlington no cuenta con registros oficiales y confirmados sobre tu primera aparición, pero sí se sabe según los últimos estudios que la raza comenzó a tener sus primeros ejemplares alrededor del siglo XVIII, más o menos a mediados de los años ochenta.

Lo que sí hay constancia científica es del lugar de origen, es decir, del norte de Inglaterra, junto a la frontera con Escocia, conocida como Northumberland. Más concretamente, la raza debe su nombre a su lugar de nacimiento, un pueblo dentro de esta ciudad conocido como Bedlington.

Aunque no fue hasta 1825 que no se le llamó así a esta raza. Hasta ese momento estos perros ingleses eran conocidos con el nombre de Rothbury terrier.

En un principio, esta raza fue utilizada por todos los habitantes del pueblo como protector de las minas, ya que su habilidad y destreza para cazar ratas y roedores era muy conocida. Años después, viendo esta gran cualidad para la caza, se le comenzó a utilizar para dar con animales mayores, como los zorros y comadrejas.

ejemplar de raza Bedlington

El cruce del Bedlington con tres razas muy queridas

Como habrás podido ver en las imágenes del Bedlington, no es un perro fácil de adivinar de dónde procede su cruce, aunque sí puedes llegar a atisbar ciertos aspectos físicos propios de algunas conocidas razas.

El Bedlington se vio influenciado por el cruce de tres razas, de las cuales heredó un aspecto que lo caracteriza. Entre ellas, su pelaje ondulado y de aspecto parecido a la lana de ovejas es propiedad de su cruce con la raza Caniche. Por otro lado, sus características morfológicas y la famosa agilidad proviene de la raza Whippet, y por último, también a nivel físico, encontramos similitudes con los Dandie Dinmont Terriers.

Este cruce con tres de las razas más sociables le ha permitido al Bedlington ser una raza cariñosa, atenta y juguetona, aceptada de manera muy positiva en la sociedad como animal de compañía, además de ayudante de caza en las afueras de las ciudades y en las granjas.

El origen del club del Bedlington Terrier

La gran destreza y habilidades físicas del Bedlington Terrier lo llevaron a hacerse popularmente conocido en varios países, pero sobre todo su aceptación mayor tuvo lugar en su país de origen: Inglaterra.

Se ganó rápidamente la aprobación de los habitantes de Bedlington tras ver año tras año que esta raza podría llegar a ser todo un portento con un gran potencial. Tanto es así que, un siglo después de su aparición, crearon el club del Bedlington Terrier, donde se dio a conocer de forma oficial las habilidades, carácter y características de esta raza a todo el mundo.

Años más tarde, en 1967, consiguió entrar en el famoso American Kennel Club, lo que significó publicar el estándar oficial de la raza y tener un reconocimiento mucho mayor. Aumentando sus ventas y adicciones en el mercado de los perros.

Miner, el Bedlington que saltó a la fama

Tras la creación del Club del Bedlington Terrier en 1875, la fama para esta raza no tardó en llegar, y sus primeras apariciones públicas y oficiales en concursos y exposiciones se hicieron conocidas.

Sobre todo en 1871 cuando un Bedlington ganó como mejor de su clase una exposición celebrada en The Crystal Palace. Este perro curiosamente rojo era conocido como Miner, llegando a obtener el primer premio. Posteriormente, Miner siguió ganando numerosas exposiciones y concursos de Bedlington, haciendo que la raza fuera todavía más conocida en Inglaterra.

Y es que, no se tenía mucha fe en que esta raza pudiera ganar concursos, ya que por lo general, una raza que no está considerada especialmente como bella, no suele ganarlos y el Bedlington supuso un antes y un después.