El manto del Bedlington terrier lo convierte en un perro de aspecto especial y muy original. Su apariencia de oveja enmascara su origen cazador y su carácter de auténtico terrier, dinámico e inteligente, a la vez que cariñoso y juguetón.

Datos básicos

  • Altura: 38-43 cm.
  • Peso: 8-10 kg.
  • Esperanza de vida: 14-15 años.
  • Ideales para: familias activas.

Historia del Bedlington terrier

El Bedlington terrier es una raza procedente del Reino Unido. Su creación es relativamente reciente. Se data en el siglo XIX. Es un perro que comenzó a utilizarse para la caza de ratas en las minas y de unos animales bastante más grandes, los tejones. En la actualidad ha dejado de verse en estas actividades y se limita a vivir como un perro de compañía.

También se conoce con el nombre de Rothbury terrier. Esta denominación se debe a la localidad de Rothbury, incluida en el Parque Nacional de Northumberland, situado en el Reino Unido, cerca de la frontera escocesa. En el bosque de Rothbury se asentaban gitanos que convivían con perros terrier de gran velocidad que recibían el nombre de esa localidad.

Se cree que el Bedlington terrier, que se presenta en sociedad en 1870, desciende de estos perros. La denominación Bedlington procede de una ciudad minera de Northumberland. Pero también se habla de otras razas involucradas en su constitución. Son las inglesas Whippet y Otterhound y la escocesa Dandie Dinmont. Se cree que el Whippet sería la raza prevalente.

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Características físicas del Bedlington terrier

La raza es de talla pequeña-mediana. Llama la atención por su aspecto, que recuerda al de una oveja. Por eso también es llamado Rothbury’s Lamb. La cabeza es larga, estrecha y recta, aunque buena parte de ella permanece oculta por la mata de pelo que se les deja, a modo de moño o copete. Los ojos son brillantes y de expresión amable.

Son de forma almendrada y tamaño pequeño. Las orejas, de inserción baja, cuelgan. Son delgadas y suaves. En la punta se les deja un mechón de pelo, aunque se recorta el resto. Los labios se ajustan perfectamente al hocico, casi sin stop, y no cuelgan. Posee un cuello largo que le confiere elegancia a su porte. El lomo es arqueado y el vientre recogido.

Las patas traseras destacan por su musculatura y recuerdan a las del Whippet, raza con la que también comparte características comportamentales. Su manto, grueso y con tendencia a rizarse, es azulado, hígado y arena. Se divide en dos capas iguales, inferior y superior. Su textura es de pelusa o lanosa. Los cachorros nacen oscuros y se van aclarando al crecer.

Comportamiento del Bedlington terrier

Tras su dulce imagen externa se esconde un carácter juguetón y cariñoso. El Bedlington terrier es un perro apto para la convivencia con niños. También se ha adaptado a la vida en la ciudad y soporta tanto temperaturas cálidas como frías, pero no es una raza que pueda vivir en el exterior. Aunque su aspecto no lo presagia, resulta un buen perro guardián.

En esta línea, algunos ejemplares pueden ladrar en exceso. Además, instintivamente, tiene tendencia a la búsqueda y, en cierta medida, a la destrucción. Son rasgos que disimula su aspecto ovejuno. Es un perro vivo, tenaz, dinámico e inteligente, al que es imprescindible proporcionar estimulación tanto física como mental para evitar problemas de conducta.

No podemos olvidar que era un perro de caza incansable. Algunos ejemplares, haciendo honor a este origen, pueden perseguir pequeños animales. Por eso, es básico socializarlos y educarlos, aunque, en principio, no vayan a convivir con otras especies. Con otros perros, en general, se llevan bien.

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Cuidados básicos para la raza

Aunque podemos alojar a nuestro Bedlington terrier en un apartamento, no podemos olvidar su elevada necesidad de actividad. Resultan imprescindibles los paseos diarios, un mínimo de tres y de una duración total de una hora. Además, debemos ofrecerle la posibilidad de correr y jugar suelto de manera regular.

Aprovechando sus instintos cazadores es buena idea presentarle juegos de rastreo, excavación y búsqueda. Estos no solo permiten que queme su energía física, sino que sirven para su estimulación mental, que resulta imprescindible en estos perros. Aunque dispongan de jardín o recinto exterior, igualmente debemos darles paseos a diario.

Su pelaje requiere cuidados que suelen dejarse en manos de profesionales, lo que no nos exime de dedicarle atención en el hogar, prácticamente a diario y con utensilios adecuados. Es un coste a tener en cuenta antes de adoptar. Se recomiendan unos cuatro cortes de pelo al año, como mínimo.

Principales problemas de salud

Son perros que, en general, gozan de buena salud. Podemos destacar los problemas oculares, como cataratas, los cardíacos, sobre todo los soplos, y los renales. Son propensos a la toxicosis por cobre. Se trata de una hepatitis relacionada con acúmulos de cobre.

Es debida a un defecto hereditario en el metabolismo del cobre que hace que este mineral se concentre en el hígado en niveles tóxicos. Hay pruebas genéticas que se les pueden realizar a estos perros para detectar la enfermedad. Los ejemplares enfermos no pueden dedicarse a la cría. La toxicosis se trata con fármacos con zinc.

Además de la salud física, debemos prestar atención a su bienestar psicológico. Si el Bedlington terrier no puede ejercitarse ni recibe las atenciones suficientes, es fácil que desarrolle conductas destructivas, nerviosismo y excitabilidad.