¿Puede un perro tener nacionalidad? Lo cierto es que hasta los canes tienen pasaporte. Son las asociaciones caninas más importantes del mundo las que identifican el país de origen de cada raza. Esto, muchas veces, queda reflejado en su denominación, de modo que tenemos al Pastor Alemán, al Spitz Finlandés o al Perro sin pelo peruano. ¿Quieres conocer cuáles son las razas de perro de origen español más populares? Hablamos de ellas en el siguiente artículo.
Alano Español
Una de las razas autóctonas del país y una de las más antiguas de Europa, con más de 1500 años de historia. El Alano Español está vinculado a las zonas rurales de la Península Ibérica, donde se les empleó para la caza mayor, el pastoreo de bovinos o la protección de granjas y masías. Poseen un tamaño grande, un cuerpo vigoroso y gran resistencia. Presentan, además, una cabeza robusta, un hocico corto y mandíbulas poderosas.
Mastín Español
Otra variedad típica del campo español, aunque más enfocada en el control de ganado de tamaño medio como ovejas y cabras. El Mastín Español posee un cuerpo potente y estilizado, una cabeza de rasgos bastante armónicos y un pelo abundante y grueso. Destaca por su valentía y confianza en sí mismo, además de por un temperamento equilibrado que le hace mantener la calma en situaciones de tensión. Son canes bastante desconfiados con los desconocidos y, por tanto, eficientes guardianes.
Galgo Español
El galgo español es la variedad autóctona de la que descienden los galgos ingleses. Su nombre deriva de la expresión latina “perro de la Galia” y se cree que descienden de razas originarias del Antiguo Egipto. En carrera pueden alcanzar los 70 kilómetros por hora, razón por la que fueron utilizados primero para la caza y luego para las carreras de perros. Tienen un carácter muy amable y son cariñosos con la familia. Asimismo, son tolerantes con otros animales del hogar y excelentes compañeros de los niños.
Podenco Ibicenco
El Podenco Ibicenco es la variedad de Podenco español más reconocida, además del Canario, el Valenciano o el Andaluz. Al igual que los Galgos se cree que llegaron desde el Antiguo Egipto de la mano de navegantes fenicios (de ahí que se hayan desarrollado en entornos insulares o del Levante). En un principio se les empleó para la caza del conejo, pero con el tiempo demostraron ser grandes compañeros de vida. Presentan un pelaje corto y muy pegado al cuerpo, una anatomía estilizada y rasgos bien cincelados con orejas puntiagudas. Se adaptan con facilidad a la vida hogareña, aunque necesitan mucho ejercicio.
Ratonero Andaluz
Descendientes de ejemplares de Fox Terrier de origen inglés, esta raza se desarrolló en el sur de la Península alrededor del siglo XIX. Surgieron en Andalucía, pero también en la Comunidad Valenciana, cuna del Bodeguero Valenciano. Estos pequeñines eran muy eficientes para mantener los almacenes y las bodegas de barcos libres de ratas y ratones, pero también como perros de compañía. Los ejemplares de ambas variedades tienen una capacidad analítica poco habitual en otras razas, ya que se acostumbraron a resolver problemas por su cuenta. Se adaptan con facilidad al ámbito doméstico, aunque son muy inquietos y necesitan estímulos y ejercicio físico para mantenerse equilibrados.
Perro de Agua Español
Se cree que los antepasados de esta raza fueron introducidos en la Península Ibérica durante la ocupación árabe. Posteriormente se mezclaron con variedades locales para dar origen a estos canes de tamaño medio y pelo rizado de textura lanosa. Su talento natural para nadar les convirtió en grandes perros cobradores de aves acuáticas. También se les empeló en otro tipo de labores: ayudando a pescadores a recobrar anzuelos y como guardianes o pastores. Son canes que aprenden con rapidez y su necesidad de agradar hace que sean compañeros muy serviciales. Por eso, es una de las razas preferidas de la Guardia Civil y del Ejército.
Perro de Montaña de los Pirineos
También conocido como Gran Pirineos, el nombre le viene al pelo, pues son perros majestuosos que habitan desde tiempos inmemoriales en las zonas de montaña del País Vasco español y francés. Sus principales tareas eran proteger a las ovejas y a las cabras del ataque de lobos y osos; también guardar granjas y casas rurales. Son reconocibles por su cabeza maciza y su manto de colores claros. Es habitual que tengan seis dedos en las patas traseras para un mejor agarre en zonas escarpadas. Aunque su tamaño imponente intimida, son muy tranquilos y leales con la familia. De hecho, son muy tolerantes con las travesuras de los pequeños.
Ca de Bou o Dogo Mallorquín
Descendiente de los antiguos Bull and Terrier británicos y de los alanos españoles, esta variedad es típica del archipiélago mallorquín. Son canes de contextura robusta y musculosa. Poseen un aspecto temible, aunque la realidad es que suelen tener un temperamento muy tranquilo en casa. Sin embargo, al estar criados como perros de guardia, hay que tomar ciertas precauciones a la hora de los paseos, ya que pueden mostrarse bastante territoriales.
Perro de Presa Canario
Son ejemplares poderosos y de contextura robusta, utilizados en sus orígenes para pelear, pero también para el control del ganado bovino y para la caza mayor. Descienden del cruce de variedades británicas y peninsulares con canes autóctonos, conocidos como Majoreros. Los Presa Canarios muestra un carácter reservado con los extraños, pero muy amigable y cariñoso con los suyos. Por su gran identificación con la cultura nativa de las islas, la raza se oficializó como símbolo de Gran Canaria.
Perdiguero de Burgos
Es una variedad poco conocida de perros de caza tipo Pointer (de muestra), originaria de Castilla y León. Adoptados inicialmente por la aristocracia de la zona, tuvieron su momento de mayor auge a principios del siglo XX. Los ejemplares muestran un aspecto rústico, de tamaño medio y pelaje corto y duro. Suelen tener un carácter tranquilo y adaptarse bien a la vida doméstica, aunque serán mucho más felices en el campo.