Quizá lo hayas confundido en alguna ocasión con el Beagle o el Foxhound, pero el Harrier, a pesar de su gran parecido con ellos, es una raza bastante peculiar y famosa en Reino Unido y América.
Y es que su gran instinto natural de caza con ese increíble olfato lo han llevado incluso a ganar exposiciones, haciendo que sea reconocido a nivel internacional. Pero, ¿conocías estos datos? Sigue leyendo y aquí te contamos todo lo que no sabías sobre la historia y origen de la raza Harrier, una que si te gusta llevar a un compañero peludo a tu coto de caza, desearás tenerlo contigo.
Procedencia del Harrier
La raza Harrier nace en el Reino Unido y su origen se remonta a la Edad Media, hace al menos 800 años. De hecho, existen registros ya en el año 1260 de una manada de perros Harrier en el oeste del país.
Por supuesto, al igual que muchos perros de razas parecidas o ígneas descendientes de éstos, el Harrier fue utilizado para la caza de liebres, incluso en la actualidad. Aunque en los últimos años ha ido aumentando también sus habilidades en la caza de zorros. Su nombre procede de la palabra normanda ‘harier’, que significa literalmente “perro de caza.”
Según los estudios, se cree que el Harrier es descendiente del Bloodhound, tras varios cruces con ejemplares de raza Beagle, con el que guarda un gran parecido físico, sobre todo en las orejas.
Las exposiciones caninas que marcaron la diferencia de razas
Como bien hemos comentado anteriormente, el Harrier es una raza que comúnmente se ha ido confundiendo con el Beagle o con los Foxhound, y es que, aunque se parecen mucho en físico, fue gracias a algunas exposiciones caninas por las que actualmente ya cada raza es más diferenciada.
Entre los años 1960 y 1980, hubo grandes campeones de esta raza del Harrier en las principales exhibiciones caninas del mundo. Naabeehos Harvey, Lady Elizabeth of Byron y Brentcliffe Jill son algunos de los más renombrados de la época, haciendo con ello que todo el mundo investigase más a fondo sobre esta raza, volviéndola más famosa y llevando a la gente a entender mejor la diferencia con el resto de razas.
El Harrier y su increíble fama en Estados Unidos
Al igual que sucede con otras razas de perros, a pesar de que son muy conocidos en su país de origen, muchas veces tienden a ser mucho más reconocidos y famosos fuera de sus fronteras. En este caso, también sucedió con el Harrier, ya que los atributos de este amigo peludo lo llevaron a hacerse popular al otro lado del charco.
Sus habilidades para la caza de animales lo hicieron especial y pudo ser acogido desde el primer momento en el seno de Estados Unidos nada más llegar, entre los amantes de esta actividad, sobre todo por el hecho de poder seguirle el rastro caminando.
Fue gracias a este reconocimiento americano por lo que Reino Unido, su lugar de origen, decidió incluirlo de forma oficial en el United Kennel Club en 1949, mientras que la Federación Cinológica Internacional le otorgó su reconocimiento en 1974.
Un instinto de caza natural que debe ser muy controlado
Como casi todos los perros, cada uno tiene su peculiaridad. Algunos son destructivos si se quedan solos, otros muy ladradores y aúllan cuando tienen miedo, otras razas se hacen pis por toda la casa, pero en este caso el Harrier hace algo muy particular, sobre todo si es cachorro: se come la basura.
Esto no tiene nada que ver con su alimentación o con si tiene hambre o si hay algo interesante en la basura que quiera comer. Sino que el motivo de ello es su instinto natural de caza.
Y es que el olfato del Harrier está bastante desarrollado, por lo que a la hora de cazar animales o seguir el rastro es estupendo, pero si se quedan solos en casa, ese instinto natural de caza junto con el olfato los guiará a buscarte, llegando con ello quizá a la basura, que es lo que más desprende olor y, con motivo de tener diferentes aromas juntos, la destrozará y puede que se coma lo que encuentre que le recuerde a sus dueños.