Su llamativo pelaje y su mirada expresiva hacen que sea una de las razas felinas más apreciadas del planeta. Pero, más allá de su exótico aspecto, son muy tranquilos, ideales para convivir con personas o con otros animales domésticos. Sigue leyendo para conocer a fondo las particularidades del gato persa.

Datos básicos

  • Dimensiones: entre 30 y 35 cm
  • Peso: entre 3,5 y 7 kilos
  • Cuánto viven: entre 15 y 20 años
  • Ideales para: vivir en todo tipo de hogares.

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Historia del gato persa

Es una de las razas de gato más antiguas que se conocen. Originarios de la región de Jorasán, en Persia (actualmente Irán), llegaron a los países europeos en el siglo XVII. El pelo largo es la característica más destacada de estos felinos, que componían un grupo heterogéneo de diversas variantes, entre las que se encontraba el también reconocido gato de Angora.

Su popularización tuvo lugar en el siglo XIX. Italia, Francia e Inglaterra fueron los países donde se expandieron, debido al interés que su aspecto despertaba entre la aristocracia. Se cree que el gato persa más extendido en la actualidad surgió a partir del cruce entre un gato de Angora Turco y un gato de Pallas, un felino salvaje que habita en zonas de la estepa asiática.

Harrison Weir es el nombre del cuidador que dio a conocer la raza en el Reino Unido y que trazó los principales lineamientos de su tipología. Aun así, todavía hay varios estándares para estos gatos y muchas características no se han definido por completo.

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Principales características del gato persa

Los ejemplares de esta raza tienen un tamaño entre mediano y grande. Su constitución corporal es fuerte, ya que poseen una estructura ósea robusta. Su cuerpo es compacto y musculoso, con patas pequeñas y gruesas.

La cabeza del gato persa es redonda y maciza, con un rostro donde resaltan sus pómulos prominentes, su hocico corto y su nariz empinada. Tiene ojos grandes, redondos y muy expresivos, que están bien separados entre sí.  Los colores de iris más habituales son el ámbar o el azul. Las orejas son pequeñas y redondeadas.

El manto, por otro lado, es su marca distintiva. Su pelo mide entre 10 y 20 cm, es sedoso y con una extensa variedad de tonos.  Los persas pueden ser de un solo color o de varios, con tonos dorados, plateados, atigrados, chocolate, lila, crema o con un patrón de caparazón de tortuga. La variedad de persas himalayos – por ejemplo- se distingue por su mirada azul, con tintes oscuros en orejas, cola y rostro.

Carácter del gato persa

Estos felinos parece que llevan las costumbres domésticas en sus genes, por lo que se adaptan de manera excelente a la vida en el hogar. Su temperamento es tranquilo y apacible. Se les conoce como “Tigres del Sofá”, debido a las largas horas que pueden pasar recostados sin mover un solo músculo.

Ciertamente no son gatos activos. Pueden llegar a disfrutar de algún juego, pero preferirán descansar en los rincones más cálidos de la casa. Además, no tienen un instinto de caza muy desarrollado. Si se les cruza un ratón en su camino, lo más probable es que muevan ni una ceja.

Tampoco suelen prestar demasiada atención a los desconocidos y suelen llevarse bien con otros perros y gatos. Por lo general son cariñosos con las personas y les gusta que les demuestren cariño, por lo que adoran sentarse en el regazo para recibir mimos y caricias.

Estos gatos acostumbran a ser muy leales a su familia y buscarán pasar la mayor parte del tiempo con los suyos. Justamente esto hace que sean poco propensos a las escapadas nocturnas.

Por otro lado, son bastante presumidos y les encanta lucirse y hacer ostentación de su belleza. En ocasiones pueden mostrarse algo tercos, lo que dificultará su entrenamiento, especialmente cuando tengan que usar su caja de arena.

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¿Qué comen los gatos Persas?

Podemos optar por varias opciones a la hora de alimentar a un minino, pero cuando hablamos de un gato de raza Persa, debemos tener en cuenta dos factores muy importantes:

  • Son muy hogareños / tranquilos, por lo que pueden tender a engordar fácilemente
  • Tienen mucho pelo, son propensos a padecer las temidas bolas de pelo

Así pues, debemos elegir una alimentación que sea baja en grasa para evitar el sobrepeso y que además, sea elevada en fibra para facilitar la expulsión de los pelos que todos los gatos tragan cuando se acicalan.

Cats Health Gourmet es sin duda un pienso muy recomendado para esta raza por contener ingredientes de primera calidad, una gran variedad de carnes y pescados, estar elaborado sin cereales y contener un alto contenido en fibra, para ayudar a eliminar los pelos tragados de su sistema digestivo.

¿Cuáles son los cuidados que precisa un gato persa?

El hermoso pelaje del gato persa requiere de grandes cuidados. La frecuencia del cepillado debe ser diaria, para deshacernos de cualquier suciedad que pueda quedar atrapada en su abundante pelo. Además, es buena idea darle malta para combatir las bolas de pelo.

A pesar de su protección natural, en invierno hay que tener especial cuidado con los ejemplares de esta raza, ya que son muy sensibles al frío. Las infecciones en la zona de los ojos son habituales, pues tienden a lagrimear en exceso. Una limpieza diaria evitará la acumulación de legañas.

A diferencia de otras razas felinas, los persas no toleran muy bien el aislamiento, por lo que es mejor no dejarles solos durante largos periodos de tiempo. Debes tratarlos sin brusquedades y alejarlos de ruidos molestos, además de prestar atención cuando haya niños cerca.

Al ser sedentarios y poco amigos del ejercicio, la obesidad es un riesgo latente. Por ello, debes procurar que el gato realice alguna actividad física, aunque sea moderada, para mantenerse en línea. Un rascador para mininos puede ser una excelente opción para incitarle a mantenerse en forma.

¿Cómo es su salud?

Los gatos persas suelen ser propensos a la enfermedad renal poliquística. Se trata de una afección genética que afecta a los riñones, haciendo crecer numerosos quistes que pueden derivar en una insuficiencia renal irreversible.

Otros problemas de salud comunes de la raza son la cardiomiopatía hipertrófica y la atrofia progresiva de las retinas. Además tienden a acumular sarro y a tener encías inflamadas o caries que les provocan problemas a la hora de comer.