Cuando decidimos hacernos cargo de un perro debemos asumir que entre sus cuidados se encuentra el sacarlo a pasear todos los días. Pero no todos los perros tienen las mismas necesidades de actividad. ¿Sabes cuántos paseos diarios necesita tu perro? Lo explicamos a continuación.

La importancia de sacar a pasear al perro

Los perros son animales sociales y sociables que necesitan salir de casa a diario. Y no solo para evacuar o estirar las patas, sino, también, para relacionarse y recibir los estímulos de su entorno. Incluso los perros que viven en casas con acceso al exterior y disponen de terreno en el que ejercitarse, deben salir de paseo.

Por muy grande que sea este espacio el perro tiene las 24 horas del día para recorrerlo hasta aburrirse. Es por esto que necesita salir, olfatear, descubrir, explorar, etc. Así, tener espacio en casa puede reducir el número de paseos, pero no debería eliminarlos. Entonces, ¿cuántos paseos diarios necesita tu perro?

En general, los perros deben salir unas tres veces al día, repartidas equilibradamente en mañana, tarde y noche. La duración del paseo debería adaptarse a las necesidades del perro. De media, hablando de perros adultos sanos, al menos uno de los paseos tendría que ser largo, cercano a la hora de duración. Los dos restantes pueden quedarse en unos 15-30 minutos.

Cómo pasear correctamente a tu perro

Ahora que ya sabes cuántos paseos diarios necesita tu perro, no olvides que tan importante como la frecuencia es la calidad del paseo. En otras palabras, salir con él no puede ser llevarlo a todo correr al lugar donde queremos que defeque para volver rápido a casa y todo ello mientras seguimos contectados al móvil.

No. El perro sale para evacuar, pero, también, para su esparcimiento. Por eso es fundamental que permitamos que olisquee su entorno con toda la calma que necesite y que interaccione con perros y humanos con los que se cruce, salvo que sea agresivo. También es deseable acercarlo a algún lugar seguro donde podamos soltarlo para que jugue y corra.

Después podremos volver relajadamente a casa. Es buen momento para practicar alguna orden de obediencia básica, como el «junto» o el «quieto», lo que aprovecharemos para premiarlo, afianzando nuestro vínculo y convirtiendo el paseo en un momento agradable para ambos.

Pasear a un cachorro

Si tu perro es un cachorro hay algunos aspectos relativos al paseo que debes tener en cuenta, pues comprometen su salud y su educación. En primer lugar, los cachorros que no han finalizado su calendario de vacunaciones no deberían pasear por la calle en zonas en las que pudieran contactar con perros potencialmente enfermos o sus fluidos.

Como es importante que salgan para su socialización, podemos limitar los paseos a zonas que sepamos seguras, como puede ser la casa de otro perro bien vacunado. Por otra parte, si te preguntas cuántos paseos diarios necesita tu cachorro debes saber que sirve la norma general de los tres al día, pero esta no es suficiente para el control de esfínteres.

Así, si quieres acostumbrar a tu cachorro a evacuar en la calle, va a ser necesario incrementar el número de salidas. Fisiológicamente, cachorros de meses de vida no pueden aguantar sin orinar tantas horas como los perros adultos. Tras darles de comer y cada vez que se despierten, podemos darles un breve paseo y premiar cuando evacúen en la calle.

Cómo saber si tu perro pasea todo lo que necesita

A pesar de saber cuántos paseos diarios necesita tu perro y cuál debe ser su duración, no hay unos números exactos que sirvan para todos los ejemplares. Como cuidador, debes fijarte en tu perro para saber si le están llegando los paseos que le proporcionas o, al contrario, son excesivos para sus condiciones.

Así, habrá perros más tranquilos, mayores o enfermos que se contenten con breves salidas de unos diez minutos, mientras que otros ejemplares, muy activos, van a necesitar correr durante horas para quemar toda su energía. Otros disfrutarán simplemente andando y los habrá que, al contrario, requieran saltar y jugar.

Si nuestro perro está tranquilo en casa y no orina ni defeca en el interior, podemos pensar que la actividad física que le estamos proporcionando es la que se ajusta a sus necesidades. En el caso contrario, notaríamos al perro nervioso, buscando algo en lo que entretenerse y podrían surgir problemas de conducta como destructividad o ladridos.

Mi perro no quiere pasear

Para algunos perros parece dar igual cuántos paseos diarios necesitan, pues se muestran reticentes a salir a la calle o, una vez fuera, se mantienen muy temerosos y se niegan a avanzar. En estos casos es conveniente consultar con un experto en conducta canina o etólogo, pues es posible que haya alguna fobia de base.

También podemos acudir al veterinario para descartar algún problema de salud si es un comportamiento que ha surgido de repente. Para ayudarlo podemos dar paseos más frecuentes, pero más cortos y siempre por la misma zona para que gane seguridad. Aprovecha para premiarlo de forma que vaya asociando la calle con sensaciones positivas.