Imponentes y muy equilibrados, la capacidad de adaptación que tienen estos perros siempre sorprende. Los Bulldog americanos también ofrecen otras cualidades, como una mayor agilidad y un estupendo instinto tanto para la caza como para las tareas de seguridad.

Es normal que no regalen muchas sonrisas, ya que fueron criados para soportar las duras condiciones a las que se enfrentaron los colonizadores del Nuevo Mundo: animales salvajes, climas inhóspitos y un terreno desconocido. A todas estas dificultades siempre respondieron con lealtad y con un coraje a toda prueba. Sigue leyendo para conocer las particularidades del Bulldog americano y descubrir qué les hace únicos en su especie.

Datos básicos

  • Tamaño: entre 50 y 71 cm de altura
  • Peso: entre 27 y 54 kilos
  • Esperanza de vida: entre 10 y 16 años
  • Ideales para: casas, pisos, tareas de vigilancia.

¿Cómo surge la variedad del Bulldog americano?

Los Bulldog americanos descienden de los antiguos Bulldog ingleses, utilizados en la Edad Media en peleas de perros y combates contra toros. También eran excelentes guardianes, razón por la que fueron llevados por los colonos a Norteamérica a partir del siglo XVII. Los granjeros no se preocuparon por mantener la pureza de la raza, lo que generó infinidad de cruces con otras variedades. Esto derivó en un tipo completamente diferente de perro, más enfocado a las labores del campo y a la caza, especialmente de cerdos salvajes.

El desinterés por el linaje de este tipo de canes y la cría indiscriminada hizo que sus características esenciales se fueran perdiendo, lo que llevó a la raza al borde de la extinción a mediados del siglo XX. Fue gracias al esfuerzo de dos entusiastas, D. Johnson y Alan Scott, que se logró la recuperación de la pureza de la línea de estos corpulentos canes. Su estandarización o reconocimiento oficial no llegó sino hasta el año 1999. Hoy en día los Bulldog americanos son muy valorados en Estados Unidos como integrantes de las fuerzas policiales, como perros de caza y, especialmente, como animales de compañía.

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Principales características físicas del Bulldog americano

Los Bulldog americanos son comparativamente más pesados y esbeltos que sus primos ingleses. Son individuos de aspecto robusto pero no completamente desprovisto de cierta elegancia en sus líneas. Tienen un cuerpo bien musculado, con un lomo corto, un pecho ancho y hombros de gran envergadura. Sus patas son fuertes y musculosas. La cola es de inserción más bien baja y ancha en su base. El aspecto entre machos y hembras cambia considerablemente, siendo estas últimas mucho más pequeñas y estilizadas.

La cabeza es ancha y maciza, además de tener un cuello grueso y de longitud media. El hocico es amplio, de aspecto potente y está coronado por una trufa de rasgos marcados. Los ojos son redondos y de tamaño mediano, generalmente de color castaño oscuro, aunque pueden encontrarse ejemplares con ojos azules. Las orejas, de talla media, se insertan bien altas en el cráneo. Suelen estar semicaídas o en forma de rosa.

El pelaje es corto, liso y bien pegado al cuerpo. Habitualmente el manto es de color blanco con marcas de color rojo, negro, marrón, cervato o atigradas. Es importante que presenten zonas oscuras y sombras rosadas en la trufa y en los bordes de los ojos. Las máscaras negras en el rostro no están permitidas en el estándar.

¿Son temperamentales los Bulldog americanos?

A pesar de su aspecto ceñudo, los Bulldog americanos se desenvuelven muy bien como parte de la familia, ya que son leales y afectuosos. Sin embargo, su carácter tiende a ser bastante territorial, por lo que se comportarán de manera desconfiada con extraños. Este rasgo innato de su personalidad hace que sean grandes perros guardianes.

No obstante, disfrutan mucho de la interacción con el grupo familiar y adoran sentirse parte de la manada. No les dejes sin compañía por mucho tiempo, pues no toleran bien la soledad.  Si se aburren, lo más probable es que se vuelvan altamente destructivos. En estas situaciones su entretenimiento preferido será mordisquear todo lo que encuentren a su paso.

Su gran inteligencia hace que se adapten sin problemas a diferentes ambientes. Si están correctamente socializados desde pequeños, no tendrán roces con ningún integrante del hogar, ya sean niños de corta edad u otras mascotas. No obstante, al ser canes potentes, siempre debes controlar los juegos con los más peques.

El entrenamiento debe ser firme y consecuente. Aunque son sagaces, tienen una personalidad un tanto terca y una tendencia a convertirse en líderes de la manada si se les da la oportunidad. Procura dejar claro quien manda desde el primer día, aunque sin recurrir a métodos severos o violentos. El refuerzo positivo te brindará mejores resultados.

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Cuidados que precisa un Bulldog americano

Esta clase de perros necesita mucho ejercicio físico, tanto dentro como fuera del hogar. Una casa con jardín es el lugar perfecto para que den rienda suelta a su vehemencia. Aunque no es lo preferible, también pueden adaptarse a vivir en un piso urbano siempre que disfruten de salidas regulares. Se recomienda hacer tres paseos diarios de – al menos – una hora para que puedan descargar toda su energía.

Su manto es sencillo de cuidar: uno o dos cepillados a la semana será más que suficiente. Presentan una pérdida de pelo moderada a lo largo del año, fácil de controlar si se lleva a cabo una higienización constante. Los baños solo serán necesarios cuando estén realmente sucios.

Las condiciones climáticas extremas pueden afectarles negativamente. Su pelaje no está preparado para resistir temperaturas muy bajas. Por eso, no olvides abrigarles durante las salidas en el invierno y tampoco les dejes en el patio si hace mucho frío o llueve. Por su parte, el calor excesivo puede causarles problemas para respirar debido a su nariz chata. En estas épocas, intenta que no realicen actividad física durante las horas más intensas y siempre ten agua a mano.

La salud de un perro Bulldog americano

No hay enfermedades congénitas relacionadas con la raza, aunque algunas dolencias como las cataratas, el hipotiroidismo o la sarna tienen mayor incidencia en los Bulldog americanos. Asimismo, si no se controla correctamente su peso, pueden verse afectados por la displasia de cadera, un padecimiento óseo que puede degenerar en problemas de movilidad o incapacidad.