El Bull terrier y el Pit bull son razas de perros que, por el parecido de su nombre, pueden confundirse. Pero lo cierto es que sus características, sobre todo las físicas, permiten una rápida diferenciación. La peculiar cabeza del Bull terrier resulta, sin duda, inconfundible.

El perro Bull terrier

Estamos ante una raza originada en el Reino Unido, aproximadamente en el siglo XIX. Su desarrollo corrió a cargo de James Hinks. Por desgracia, en sus inicios participó en peleas de perros, aunque también era, como lo sigue siendo hoy en día, un perro de compañía, pese a su creación y las reticencias que despierta en algunas personas. Se considera PPP.

En cualquier caso, el bull terrier es un perro muy tolerante con los niños y, en general, con las personas. No es agresivo. Por lo tanto, puede vivir perfectamente en familia. Además, está bien adaptado a la vida en apartamentos urbanos. Eso sí, no son perros especialmente fáciles de educar. Por ello necesitan un cuidador con experiencia en su manejo y tenencia.

Con sus congéneres caninos también puede presentar algún problema en la convivencia. Ojo: si muerde no suelta fácilmente. También resultan buenos perros guardianes. Como aspecto positivo, su manto corto apenas requiere cuidados. No son perros muy grandes, pero sí robustos y, por supuesto, la forma peculiar de su cabeza los hace inconfundibles.

Bull terrier

El Pit bull

Este perro es originario de los Estados Unidos. Se data su aparición en el siglo XIX, al igual que el Bull terrier. Igualmente el Pitbull fue un perro dedicado a las peleas contra sus congéneres. Por suerte, hoy en día se encuentra como compañía, también adaptado a la ciudad. Con otros perros puede tener relaciones poco cordiales.

Pero, aunque hay semejanzas con el Bull terrier, sus diferencias van más allá de las relativas al aspecto físico. Por ejemplo, el Pit bull no se considera una raza especialmente adecuada para su trato con los niños. Tampoco son perros que se tengan por buenos guardianes. También hay que mencionar que es una raza polémica a la que se le atribuye peligrosidad.

Esto ha llevado incluso a su prohibición en algunos lugares y a incluirse en los listados de perros potencialmente peligrosos. Pero, como siempre, esta condición está más en el cuidador que en el perro. Un Pit bull bien socializado y educado puede ser tan sociable y amable como el que más. Por último, el mantenimiento de su pelaje corto y duro es sencillo.

Bull terrier vs. Pit bull

Aunque el Bull terrier y el Pit bull presentan algunas diferencias a nivel de carácter, las más grandes y evidentes a simple vista se localizan en su aspecto físico. A continuación repasamos los rasgos en los que hay que fijarse para distinguir, sin duda, a una y otra raza:

  • Cabeza: sin duda, la cabeza permite diferenciar ambos perros a primera vista. La del Bull terrier es inconfundible, ya que describe una curva hacia abajo desde la punta del cráneo hasta la de la nariz.
  • Orejas: las del Bull terrier son más anchas y se disponen más juntas. Las del Pit bull tradicionalmente se le han cortado para dotarle de una apariencia más fiera.
  • Ojos: aunque los del Pit bull son pequeños y de forma ovalada, los del Bull terrier los son más todavía y de forma triangular.
  • Lomo: el del Pit bull es más alargado en comparación con su altura.
  • Cola: la del Bull terrier es de menor longitud. La del Pit bull transmite la sensación de ser muy delgada en comparación con el resto del cuerpo.
  • Colores: el Bull terrier puede ser de color blanco, leonado, rojo, tricolor o atigrado negro. Los de color blanco, que eran los que privilegió el creador de la raza, se asocian a problemas de salud, por ejemplo, dermatológicos o cardíacos, que afectan menos a los ejemplares de colores. El Pit bull se presenta en diferentes colores.

Todo sobre el Bull terrier y el Pit bull

Por último, repasamos los datos básicos del Bull terrier y del Pit bull para completar el cuadro de sus diferencias y semejanzas. Estas son los números relativos al peso, a la altura y a la esperanza de vida de las dos razas:

  • Peso: el peso de los ejemplares de Bull terrier se encuentra entre los 24 y los 28 kg. El del Pit bull es muy variable. Así, hay ejemplares que se quedan en unos 14 kg, mucho menos que los Bull terrier, pero otros alcanzan unos 36, superando el peso máximo estandarizado para el Bull terrier.
  • Altura: la altura medida a la cruz de los perros de raza Bull terrier es de unos 53-56 cm. No hay apenas diferencia con los Pit bull, ya que su altura oscila entre los 46 y los 56 cm. Por lo tanto, algunos de estos ejemplares podrían ser unos centímetros más pequeños que los Bull terrier.
  • Esperanza de vida: para el Bull terrier se calcula entre unos 11-13 años. La del Pit bull no difiere mucho, ya que se estima en unos 12 años. En cualquier caso, se trata de un dato muy variable, ya que influyen mucho las circunstancias particulares de cada ejemplar.