Working Dog contiene una fórmula muy nutritiva que combina de forma justa un importante aporte de energía junto con una elevada digestibilidad. Especialmente diseñada para perros con altas necesidades energéticas, hembras en gestación o perros con problemas de flora intestinal que requieran una alimentación altamente digerible y E.M.
Por sus características, está indicado para cachorros cuyas necesidades sean las que Working dog aporta, energía y digestibilidad.
Gran contenido en probióticos y prebióticos, isoflavonas, bifidobacterias, fructooligosacáridos y Mananooligosacáridos, para un cuidado especial de la flora intestinal y una alta digestibilidad.
Elaborado con materias primas de alta calidad, aptas para el consumo humano, que convierten Working Dog en un alimento Súper Premium.
Atún, melva, pollo y huevo como fuentes de proteína, y patata y arroz como principal aporte energético.
Contiene cantidades elevadas de condroprotectores para la protección articular de los perros de trabajo.
Sabor: Pollo.
Tamaño: 45-/100
Transición: de 1 a 3 días
INGREDIENTES
40% de carne de pollo hidrolizada y pescado azul proceso Lota protein, arroz integral (23%), grasa de pollo, proteína vegetal, patata , aroma natural de hígado de pollo, levadura de cerveza, aceite de pescado rico en Ω3, huevo entero deshidratado, proteína plasmática, probióticos, prebióticos, isoflavonas, bifidobacterias, glucosamina, condroitina, taurina, L-lisina, manano-oligosacáridos, fructo-oligosacáridos, antioxidantes naturales, vitaminas y minerales, L-carnitina, extracto de yuca.
COMPONENTES ANALÍTICOS
Proteína Bruta: 34%, Grasas brutas: 19 %, Fibras brutas: 1,9 %, Cenizas brutas: 6,5%, Humedad: 10 %, Calcio: 1,1 %, Fósforo: 0,8%, Omega 6: 2 %, Omega 3: 0,8 %
Energía metabolizable: 4205 kcal
Vitaminas y aditivos nutricionales (UI/Kg):
Vitamina A: 23500 UI, Vitamina D-3: 1900 UI, Vitamina E: 550 mg, Condroitina + glucosamina : 2650 mg, L- carnitina: 80 mg, Taurina: 220 mg, L-lisina: 250 mg
MODO DE EMPLEO
RECOMENDACIONES
No dejar la comida a la libre disposición del perro. Ofrecer por tomas y esperar 10 minutos y si no la ha terminado retirarla hasta la próxima toma. Debemos ser nosotros los que ajustemos su dosis y no el propio perro, ya que esta segunda opción, en la mayoría de los casos derivará en no aportar las dosis correctas (con riesgo de soprepeso o déficit nutricional y calórico), o correr riesgos de torsión de estómago o indigestiones, o en que el perro pierda interés en la alimentación que realmente le aporta todo lo que necesita, «exigiendo» cambios a comida casera, y desequilibrando de esa forma su aporte nutricional correcto.
Por otro lado, gestionando nosotros su comida conseguiremos que ante una patología que curse con falta de apetito, seamos conscientes de ello con prontitud, y nos permita poner los medios oportunos a tiempo de no empeorar.
Otro beneficio sin duda, es que el perro valorará la comida, y nos permitirá recompensarle de esa forma por comportamientos que nos interese generalizar.
Dejar siempre un cuenco con agua fresca y limpia a disposición del perro.
Mantener el saco en un lugar fresco y seco.