En la actualidad, se ha hecho muy popular el bulldog francés, gracias a su peculiar aspecto, no exento de riesgos, y su buen carácter. Pero no es el único bulldog que existe. El bulldog inglés, muy conocido hace unas décadas, y el bulldog americano, poco extendido por Europa, son otros de los bulldogs que merece la pena conocer. Hablamos de estos tres tipos de bulldogs en el siguiente artículo.

Bulldog inglés

Como su nombre indica, el bulldog inglés es originario del Reino Unido. Su fecha de aparición se sitúa en el siglo XIX. Son perros que se empezaron a criar para participar en peleas contra toros. Por suerte, esos espectáculos dejaron de hacerse hacia 1830 y estos perros pasaron a ser de compañía, tras implantar programas de cría para reducir su agresividad.

Su conformación física es muy particular. Su peso es de unos 25 kg, pero es fácil encontrar ejemplares más pesados. Junto a su baja estatura, unos 30 cm, lo convierten en un perro pequeño y bajo, pero muy pesado y fuerte.

A pesar de lo que podría parecer por sus orígenes y su aspecto, son perros sociables con los niños y con otros perros. Se adaptan bien a la vida en la ciudad y no requieren de mucho ejercicio ni de mantenimiento, gracias a su pelo corto.

Pero hay que prestar mucha atención a su salud, pues su anatomía los predispone a diferentes problemas, que pueden llegar a ser tan graves como el golpe de calor. Nos referimos a la braquicefalia, los pliegues de la piel o las patas cortas, que pueden desencadenar trastornos respiratorios, dermatológicos o en las articulaciones. Su esperanza de vida se sitúa en unos 9-11 años.

Bulldog francés

Otro tipo de bulldog es el francés. Sus orígenes se sitúan en Francia en el siglo XIX. Algunas teorías sobre su aparición lo consideran descendiente de dogos de Burgos, pero lo más probable es que procedan de la cría de bulldogs ingleses miniatura que se habían importado a Francia, donde se cruzaron con terriers franceses.

Aunque a día de hoy los vemos como encantadores perros de compañía, se desarrollaron para hostigar a los toros. Son perros de talla pequeña. Pesan algo más de 10 kg y miden unos 30 centímetros de altura. Esto los convierte en animales compactos, sólidos y bien musculados.

Su pelaje corto apenas requiere cuidados, pero, al compartir características típicas de los bulldogs, como la braquicefalia, hay que prestarle mucha atención a su salud. Su esperanza de vida está en torno a los 11-12 años.

En cuanto a su carácter, son perros encantadores, pero pueden ser muy testarudos. Van a necesitar una educación firme, coherente y constante. Se llevan bien con niños, con otros perros y se adaptan, sin problemas, a la vida en las ciudades.

Bulldog americano

Este tipo de bulldog es quizás el menos conocido. También es el más distinto de los tres en cuanto a anatomía, tamaño y carácter. Se originó en los Estados Unidos en el siglo XVIII a partir de perros que llegaron con los emigrantes procedentes de Europa y que se dedicaban a trabajar con el ganado.

El bulldog americano comenzó su andadura en la guarda de las propiedades y las peleas caninas. Por suerte, en la actualidad son solo perros de compañía, mucho más grandes y pesados que los bulldog inglés y francés, además de robustos, fuertes y musculosos. Pesan más de 30 kg e incluso pueden llegar casi a los 60. Su altura también oscila mucho, entre unos 48 cm y hasta unos 71.

Su manto corto requiere poco mantenimiento, en lo que coincide con los otros tipos de bulldogs. Pero, al contrario que ellos, es un perro dinámico, que necesita de actividad física para quemar su energía. Está adaptado a la vida en el exterior, es buen guardián y no se recomienda para cuidadores sin experiencia, ya que es imprescindible proporcionarle una buena educación y un correcto manejo. También requiere una buena socialización, especialmente en sus primeros meses de vida.

De un vistazo ya es posible apreciar que su anatomía difiere del resto de los bulldogs. Sus patas no son cortas ni es braquicéfalo, lo que le evita los problemas de salud asociados a estos rasgos. Su esperanza de vida se establece en unos 11-12 años.