Al igual que los seres humanos, los perros son sensibles a las alergias y nunca está de más descubrir si hay sustancias que pueden afectarles. Estas afecciones tienen diversos efectos, desde una irritación moderada de la piel hasta el fallecimiento del can. Descubre qué tipos de alergias existen y cómo son las pruebas para detectarlas desde NFNatcane.

¿Qué tipos de alergias puede tener un can?

Las alergias se producen cuando su sistema inmunológico reacciona ante una sustancia específica llamada «alérgeno». En el caso de los canes, pueden tener diferentes orígenes:

  • Alimentario: cuando al ingerir cierto ingrediente, el can reacciona con un trastorno digestivo, diarrea y picores en la piel.
  • Atópico: está relacionada con una sustancia que entra en contacto con el sistema respiratorio del can, lo que le provoca tos, estornudos y agitaciones.
  • Dérmico: cuando un alérgeno toca la epidermis de un perro puede generarse hinchazón o inflamación.
  • Alergias a animales: algunos perros son extremadamente sensibles a las picaduras de ciertos insectos, como pulgas o garrapatas.

Identificar qué alérgeno le está afectando es clave. A continuación, te explicamos cuál es la forma más efectiva de saberlo.

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Las principales pruebas de alergia en perros

Existen diferentes tipos de métodos para detectar si un can tiene alergia. Los tres test más utilizados son:

Método de eliminación

Es una prueba muy sencilla que se utiliza habitualmente en perros con alergias alimentarias. En gran parte de los casos, los ejemplares que sufren este tipo de alergias reaccionan no solo a un tipo de sustancia sino a varias, lo que hace difícil ir quitando uno a uno todos los ingredientes de la dieta. La mejor solución, en este caso, es utilizar un pienso hipoalergénico. Si los síntomas desaparecen se podrá confirmar que el individuo sufre una alergia alimentaria.

Esta técnica también es útil si sospechamos que un nuevo ingrediente de la dieta del perro está causando efectos adversos. Solo con eliminarlo durante varios días podrás ver los resultados. Además, el mismo método puede servir si crees que tu can sufre una alergia atópica (respiratoria) a algún elemento de tu casa como una planta, un ambientador o un producto de limpieza. Así, tras quitar la planta o el aroma sospechoso, deberás ver qué efecto tiene en la salud del perro.

Pruebas intradérmicas

Para realizar estos test se inyectan posibles alérgenos bajo la piel de los perros y se evalúa su reacción. En el caso de una alergia, la respuesta cutánea suele ser de enrojecimiento e hinchazón. La experiencia del veterinario es fundamental, ya que su interpretación de los resultados resulta clave a la hora de dar un diagnóstico.

Estas son las pruebas más fiables y concluyentes que existen hoy en día para diagnosticar una alergia en perros y son especialmente útiles en caso de alérgenos ambientales como los ácaros o el polen.

Como contrapunto, requieren que el can esté completamente quieto, por lo que muchas veces es necesario sedarlos. Además, si en el conjunto de alérgenos inyectados no estaba el que afecta al can, se deberán realizar nuevos procedimientos hasta dar con el causante. Por ello, es probable que haya que realizar varias sesiones, con la consecuente incomodidad que ello provoca en el perro.

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Examen de sangre

A través de esta técnica se examina la sangre del can para identificar qué anticuerpos reaccionan frente a determinados alérgenos. Por ejemplo: si un perro es alérgico al polen, su cuerpo generará un anticuerpo específico que será detectado en la muestra.

Este tipo de prueba es más fácil de realizar, ya que precisa de un solo pinchazo para la extracción. Además, en los últimos años los análisis han evolucionado mucho y permiten estudiar un rango mayor de alérgenos.

Un punto en contra de este método es que puede dar un falso positivo, lo que puede llevar a un tratamiento innecesario. Además, los análisis de sangre no dan resultados concluyentes de las alergias a la comida.

En general, ninguna de estas pruebas debe ser menospreciadas, puesto que son herramientas necesarias para mejorar la calidad de vida de un perro. Por eso, no dudes en consultar a tu veterinario para asesorarte bien y saber cuál es la más conveniente en cada caso.