Reconocido por su instinto de caza y por su resistencia a todo tipo de climas, el Crestado Rodesiano ha evolucionado hasta convertirse en un compañero tranquilo, muy amable y equilibrado con su grupo familiar.

Su temperamento reservado es perfecto para aquellas personas que valoran la privacidad y la discreción, mientras que su naturaleza protectora le convierte en un excelente guardián del hogar. Anímate a conocer más sobre el Crestado Rodesiano en el siguiente post.

Datos básicos

  • Tamaño: entre 53 y 66 cm de altura
  • Peso: entre 25 y 36 kilos
  • Esperanza de vida: entre 10 y 13 años
  • Ideales para: familias con niños grandes, vivir en casas con jardín o en un ambiente rural, realizar labores de caza.

Origen del Crestado Rodesiano

Los antepasados del Crestado Rodesiano eran perros semisalvajes que acompañaban a los cazadores de las tribus del sur de África en lo que hoy es Zimbabue. Estos canes se caracterizaban por su valor, ya que eran capaces de enfrentarse a leones, y por su llamativa cresta en el lomo.

Con la llegada de los colonizadores occidentales, en el siglo XVI, esta raza se cruzó con variedades europeas como el Gran Danés, el Airdale Terrier, el Galgo y el Pointer Inglés. Los criadores llegaron a la conclusión de que solo aquellos cachorros que conservaban la cresta mantenían el coraje distintivo del perro autóctono.

El resultado de los cruces fueron perros valientes, robustos y resistentes. El Crestado o Ridgeback (cresta en inglés) puede correr junto a los caballos más veloces durante decenas de kilómetros, aguantar condiciones climáticas muy duras y resistir varios días de cacería.  A principios del siglo XX se estableció el primer estándar de la raza, que ha cambiado muy poco hasta la actualidad. Aunque la variedad se exportó a los EE.UU., a Gran Bretaña y a Australia, es en Sudáfrica donde es realmente popular.

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Principales características del Crestado Rodesiano

Los Crestados Rodesianos son sabuesos grandes y fuertes, con una musculatura poderosa. Poseen una contextura robusta que no les impide moverse con agilidad y a gran velocidad cuando están en carrera. Su lomo es firme, musculoso y con una ligera caída hacia una grupa ligeramente curvada. Las patas son rectas, fuertes y con dedos palmados que les permiten moverse con facilidad en la arena.

La cabeza en esta variedad es chata y bastante ancha a la altura de las orejas, con un stop bien marcado y sin arrugas de ningún tipo en la cara. Los ojos, redondos y brillantes, están bastante separados entre sí. Su mirada se caracteriza por una expresión alerta e inteligente. El color de los ojos debe ser a tono con el pelaje. Las orejas, de inserción alta, son de un tamaño mediano y se van afinando hacia las puntas redondeadas; suelen llevarlas colgando a cada lado del rostro.

La seña de identidad de esta raza es la cresta que poseen a lo largo de la columna, formada por pelo que crece en dirección opuesta al resto del manto. Es perfectamente simétrica y visible. Además, cuenta con dos tirabuzones característicos. El resto del pelaje suele ser corto, brillante y bien pegado al cuerpo. Los colores habituales van del leonado claro a un tono trigo   rojizo.

Temperamento del Crestado Rodesiano

Fieles y cariñosos, estos perros se adaptan muy bien a un ambiente doméstico. Aunque de cachorros son muy inquietos y traviesos, conforme crecen se convierten en perros de carácter más calmo y reservado. Pueden convivir con niños de todas las edades, pero con los más pequeños pueden ser un poco bruscos. Por eso, no se recomienda su adopción a familias con hijos menores de 8 años.

Su instinto independiente y un tanto desconfiado hace que tampoco sean la mejor opción para hogares ruidosos y con muchas visitas. Sin embargo, sí es una buena elección como perro guardián. Los Crestados Rodesianos solo ladran cuando pasa algo importante, como la llegada de un intruso que intenta colarse en tu propiedad.

Establecen buenas relaciones con otros animales de la familia, aunque pueden ponerse un poco agresivos con perros desconocidos, especialmente si son machos. Su instinto de caza aún se mantiene latente, por lo que deberás extremar los cuidados para evitar que escape. Presta atención si hay gatos o conejos en la vecindad, pues podrían convertirse en presas perfectas para un Crestado Rodesiano.

El entrenamiento con ellos debe ser firme y comenzar a una edad temprana. Los Ridgeback suelen ser bastante cabezotas y están constantemente buscando salirse con la suya. No es un can para personas inexpertas y debes armarte de paciencia durante su instrucción. Lo ideal es disponer de un patio bien cercado, tanto por arriba como por abajo, donde puedan ejercitarse a diario. ¡Ah! Y no les dejes mucho tiempo a solas, pues destrozarán todo a su paso o llenarán de agujeros el jardín.

¿Qué cuidados necesita un perro de esta raza?

Un Crestado Rodesiano adulto puede adaptarse a vivir en un piso siempre y cuando tenga cubiertas sus necesidades de ejercicio. Entre dos y tres paseos diarios de unos 20 minutos es suficiente para que se mantengan equilibrados. Si además puedes procurarles un espacio cerrado para correr en libertad – por lo menos dos veces por semana-, les harás felices. En lugares públicos siempre tienes que llevarles con correa para que no intenten perseguir a los animales más pequeños.

Una ventaja es que estos canes pierden muy poco pelo. Su pelaje necesita un mantenimiento mínimo, por lo que un cepillado por semana será suficiente. Para bañarles lo mejor es pasarles un trapo húmedo dos veces al mes. Solo requieren baños más completos si están realmente sucios.

¿Cómo es la salud del Crestado Rodesiano?

Un problema de salud que suele darse en esta raza es el Dermoid Sinus. Se trata de una condición genética de la piel por un defecto del tubo neural. Esta malformación se extiende a lo largo de la espina dorsal y en casos extremos puede llegar a mermar la calidad de vida del can.

Otras de las enfermedades que pueden afectarles son la displasia de codo y de cadera, dos condiciones hereditarias que limitan su movilidad. Para poder controlarlas a t iempo es importante acudir a las revisiones regulares con el especialista.