También conocido como Do-Khyi o Dogo del Tíbet, el Mastín tibetano es un perro verdaderamente impresionante. No solo por su enorme tamaño o su espectacular pelaje de león. Estamos ante una raza inteligente, tranquila y protectora del hogar.
Datos básicos
- Altura: 61-71 cm, las hembras acostumbran a estar más cerca de los 61 cm.
- Peso: 64-82 kg, aunque algunos ejemplares llegan a los 100 kg.
- Esperanza de vida: 11 años.
- Ideales para: personas experimentadas en el manejo de perros de grandes dimensiones.
Historia del Mastín tibetano
El origen del Mastín tibetano se encuentra en el Tíbet. Su aparición se pierde en tiempos remotos. Su función inicial era la vigilancia del ganado. Se encargaba de reunir rebaños. A la vez, protegía la casa y los templos budistas en zonas del Himalaya y del Tíbet. Para estos trabajos se aprovechaba su considerable tamaño, su tenacidad y su valentía.
En la actualidad, este trabajo ha quedado relegado y se ha convertido en un perro de compañía o de custodia de propiedades. La raza estuvo al borde de la extinción y fueron criadores del Reino Unido los que la preservaron, ya durante el siglo XIX. Por eso a día de hoy son criados en Europa, aunque no es una raza muy extendida.
Se considera que del Mastín tibetano surgen la mayoría de los mastines europeos. Se vincula a perros de montaña, de vigilancia del ganado y de pelea distribuidos por Europa, América y Japón.
Características físicas del Mastín tibetano
Es un perro de tamaño grande o gigante, complexión robusta, musculosa, fuerte y huesos grandes y pesados. Llama la atención su cabeza ancha y redondeada y sus potentes patas, imprescindibles para soportar su peso. Los ojos aparecen hundidos en la cabeza y son ovalados y de color oscuro. La trufa también debe ser oscura y ancha.
Las orejas son colgantes y de forma triangular. Su manto, abundante y denso, se presenta en diferentes colores y pueden mezclarse varios de ellos. Destacan el gris, el dorado, el marrón y el negro. Se aceptan algunas manchas blancas. Dispone de una capa externa semilarga y una interna gruesa, que disminuye en los meses de calor.
El pelaje bien cuidado resulta verdaderamente espectacular. El pelo que rodea la cabeza puede peinarse de forma que se asemeje a la melena de un león, haciéndolo todavía más impresionante. También nos impactará su potente ladrido.
Temperamento del Mastín del Tíbet
El Mastín tibetano es un buen perro para defender y proteger lo que considera su hogar y su territorio. Nos dará enseguida la voz de alarma en cuanto perciba la cercanía de un intruso o detecte algún sonido extraño. Su tamaño disuade a cualquier desconocido. Con ellos se mostrará distante.
Por otra parte, muestra un carácter tranquilo, cariñoso y afable con su familia. Algunos ejemplares van a ser testarudos, por lo que deberemos ser más cuidadosos y pacientes con su educación. Es imprescindible la enseñanza de la obediencia básica. Si ya resulta fundamental para todos los perros, mucho más en razas grandes como el Mastín tibetano.
Al ser animales de enorme tamaño, una buena educación es necesaria para su correcto manejo. Una buena socialización desde cachorro ayudará a que se amolde a diferentes circunstancias y a que pueda convivir, sin problemas, con otros perros.
Cuidados básicos para la raza
No es especialmente apto para la vida urbana. Está acostumbrado a resistir temperaturas muy frías, por lo que podemos instalarlo en el exterior, siempre con una caseta o un recinto adecuado a su tamaño donde pueda resguardarse del frío, de la lluvia y del sol. En cualquier caso, su espacio debe estar perfectamente cerrado como medida de seguridad.
Su manto abundante los protege de las condiciones climatológicas. Para mantenerlo en un estado óptimo va a requerir cepillados frecuentes. Es una raza activa que, por lo tanto, va a necesitar que le ofrezcamos suficientes oportunidades para liberar su energía. Aunque disponga de una finca de gran tamaño, igualmente tiene que poder salir a pasear.
No es perro de ejercicios bruscos, pero sí disfrutará de las largas caminatas. Es importante vigilar la calidad de su alimentación, sobre todo al inicio de su vida, cuando se va a enfrentar a un gran crecimiento. Hay que tener en cuenta que el mantenimiento de un perro tan grande supone un elevado coste.
Principales problemas de salud
No es un perro propenso a padecer enfermedades, pero sí debemos tener en cuenta algunas vinculadas a su gran tamaño. Por ejemplo, es fácil que sufran problemas en las articulaciones que ocasionan dolor y cojera. Una buena alimentación y la realización de actividad física adecuada pueden ayudar a retrasar estas molestias.
Por supuesto, es muy importante que mantengamos al perro en su peso ideal para no recargar sus articulaciones. Mientras están en crecimiento es imprescindible proporcionarles una alimentación de elevada calidad.
Con ello evitaremos alteraciones en el esqueleto, las articulaciones, desnutrición o raquitismo. Hay que dividir la ración en varias tomas para evitar atracones que puedan derivar en un problema tan grave como la torsión de estómago.
El perro más caro del mundo
Como curiosidad, algunos ejemplares de Mastín tibetano han alcanzado precios desorbitados en el mercado. Han llegado a superar el millón de euros. Se considera una de las razas más caras del mundo.