El Mastín del Pirineo es un perro gigante e imponente que se dedicaba a proteger a los rebaños de los depredadores. Puede ser un excelente perro de compañía siempre que sepamos cómo cubrir sus necesidades.

Datos básicos

  • Peso: 55-75 kg, aunque hay machos que pueden llegar incluso hasta los 100 kg.
  • Altura: 71-80 cm.
  • Esperanza de vida: 8-12 años.
  • Ideales para: casas con terreno.

Origen e historia del Mastín del Pirineo

El Mastín del Pirineo también recibe el nombre de Mastín de Aragón. Esta segunda denominación deja claro su origen en España. Su aparición es remota. Se cree que los comerciantes fenicios se hicieron con mastines en Mesopotamia, el actual Iraq. En sus viajes los trasladaron hasta la Península, donde los vendían. Allí se criaron como perros de trabajo.

Eran pastores de ovejas y guardianes. En la actualidad se han hecho hueco como animales de compañía. Los pastores del Pirineo trasladaban sus enormes rebaños hasta las montañas para pastar en primavera. Se ayudaban de ejemplares de la raza para el desplazamiento y la protección, ya que había que defender a los rebaños de depredadores.

Para protegerse de los ataques contaban con la ayuda de unos collares de pinchos llamados carlancas. Cuatro o cinco mastines se encargaban de mil ovejas. El Mastín del Pirineo es muy similar al cruce entre Mastín español y Perro de Montaña del Pirineo. Se cree que todos tienen en común un ancestro, el Mastín asiático. Fue reconocido como raza a finales del siglo XIX.

Conoce las características del Mastín del Pirineo

Estamos ante unos perros de tamaño grande o gigante y de aspecto muy robusto, compacto, musculado y proporcionado. En el Mastín del Pirineo, además de sus dimensiones, destaca su imponente cabeza grande, sólida y fuerte, con el cráneo ligeramente redondeado. Esta impresionante cabeza se asienta sobre un cuello también fuerte y con la piel colgante.

Los ojos tienen forma de almendra y color de avellana. Son de tamaño mediano y expresión triste. Tiene un hocico triangular en el que destaca una trufa grande y de color negro. Las orejas son triangulares, colgantes y medianas. Sus patas son robustas y fuertes. Su manto es largo y de color negro y blanco, blanco con arena o blanco con naranja.

Pero por lo que más destaca es por su grosor y, sobre todo, por su densidad. Estas características le ofrecían protección contra el frío intenso de la zona montañosa en la que habitaba. Es algo más largo en la zona de la garganta y en el cuello. Además, como curiosidad, la coloración de la cara es simétrica.

Carácter del Mastín del Pirineo

El Mastín del Pirineo es un animal de montaña acostumbrado al trabajo. Gracias a ello acepta bien la educación en obediencia. Y es muy importante que le dediquemos tiempo a la enseñanza, ya que sus grandes dimensiones sin control podrían provocar algunos problemas. Resulta, debido a sus orígenes, un buen perro guardián.

Solo su aspecto imponente ya resulta disuasorio para cualquier intruso e incluso puede intimidar a algunos cuidadores. Quizás por eso no es una raza muy frecuente como perro de compañía. En cuanto a su carácter, es un perro que destaca por su nobleza y por su lealtad. Es obediente, tranquilo, calmado, muy protector y valiente.

Por supuesto, se puede confiar en él. Además, es cariñoso con los suyos. Como contrapartida, es probable que se muestre reservado y tímido. Debido a su instinto de protección podría llegar a mostrarse demasiado territorial. Para evitarlo, además de educación, necesita una correcta socialización comenzada lo antes posible.

Cuidados de la raza Mastín del Pirineo

No es una raza para mantener en el interior de un apartamento en la ciudad. Necesita una casa con terreno. Son perros preparados para una vida en el exterior, gracias a su pelaje, que debe recibir cuidados regulares. Soportan bien el frío. Sus grandes dimensiones y el descontrol de su propia fuerza pueden provocar algún accidente.

Por ejemplo, podrían tirar al suelo a un niño o a una persona de edad avanzada. Para evitarlo conviene que nos esmeremos en su educación y que seamos precavidos en su manejo. La densidad y la longitud de su pelaje hacen necesario un cepillado completo y frecuente, mejor a diario. Con ello evitaremos que se formen rastas y que se acumule la suciedad.

Problemas de salud del Mastín del Pirineo

Es habitual que estos perros presenten espolones, sobre todo en las patas traseras. En ellos hay que vigilar el crecimiento de las uñas, ya que, al no rozar el suelo, no pueden desgastarse. Un crecimiento excesivo lleva a que se enrosquen sobre sí mismas y acaben por clavarse en la carne. Esto se evita si se las cortamos con regularidad.

Otra patología que pueden padecer con frecuencia es la displasia de cadera o de codo, que es causa de cojera y de dolor. Además, hay que ser cuidadosos con su alimentación. No por ser de tamaño grande tienen que comer grandes cantidades. Es mejor escoger una alimentación de calidad y ofrecer las cantidades adecuadas.

Es importante no exceder la ración ni ofrecerle extras, pues tienen tendencia a la obesidad. Al ser tan grandes, cualquier problema de conducta tiene que ser resuelto por un veterinario especializado en comportamiento canino o un etólogo.