El Pastor australiano es un perro de excelentes cualidades y de gran belleza. De un carácter similar al del Labrador y con capacidades que recuerdan a las del Border collie, resulta un compañero ideal para cualquier familia activa.

Diferentes nombres del Pastor australiano

Aunque su nombre oficial es Australian shepherd, a lo largo de su historia se le ha conocido por otras denominaciones, como Pastor español o Pastor de California. El nombre que ha vencido en la actualidad es el de Pastor australiano u Ovejero australiano, pero suele acortarse en inglés y se ha acabado por designar a este perro como «Aussie».

El mejor deporte para el Pastor australiano

Al tratarse de una raza especialmente activa no va a llegar tan solo con proporcionar un par de paseos al día. La actividad física no solo sirve para mantener al Pastor australiano en forma, sino que le proporciona la estimulación que necesita para lograr su bienestar y equilibrio a nivel mental.

Si no disponemos de una granja en la que el Pastor australiano pueda dar rienda suelta a sus instintos de perro pastor, tenemos la opción de apuntarlo a diferentes actividades deportivas caninas. De entre ellas destaca el agility, disciplina que combina la obediencia con el ejercicio físico, por lo que es especialmente recomendable para perros como el Pastor australiano.

El desconocido Pastor australiano

A pesar de sus características positivas, el Pastor australiano también tiene algunos defectos. Así, aunque es excelente con su familia, no es extraño que se muestre reservado con los desconocidos. Además, su característico instinto de protección, mal canalizado, podría reconducirse hacia la agresividad en su intento de proteger a su familia de las amenazas.

Por otra parte, la unión que siente con sus cuidadores puede llevar a que padezca ansiedad por separación en cuanto se encuentre solo. En este trastorno los perros afectados aúllan, destrozan, orinan y defecan en el interior del hogar, ladran sin parar, etc. cuando se descubren sin compañía. Puede solucionarse, pero hay que cambiar la rutina diaria del perro.

Es posible que sea necesario contratar los servicios de un profesional del comportamiento canino o etólogo. Además, el Pastor australiano tienen tendencia a la glotonería, por lo que podría acabar con un exceso de kilos si le ofrecemos una dieta inadecuada o nos pasamos con las recompensas comestibles. Por último, también pueden pasarse de testarudos.

¿El Pastor australiano es ladrador?

El Pastor australiano está enseñado a conducir los rebaños a su cargo utilizando el ladrido para dirigirlos. Por eso no es extraño que, aún alejado de las granjas, recurra al ladrido de forma habitual como parte de la comunicación con su familia. Según el contexto, podremos interpretar el significado de este ladrido.

Pero la facilidad para ladrar puede convertirse en un hábito o repetirse de manera excesiva. Cubrir las necesidades básicas del perro ayuda a su equilibrio y hace menos probable la presentación de este tipo de problemas de conducta. En caso de no ser capaces de controlarlo, habrá que contactar con un especialista en comportamiento canino o etólogo.

Cuidado con la ivermectina

Al igual que otras razas caninas como el Collie, el Border collie, el Bobtail o el Galgo afgano, el Pastor australiano es de los perros que pueden presentar problemas si se le administra un fármaco muy conocido: la ivermectina.

Esto se debe a que sufren una modificación genética en el gen conocido como MDR-1, que hace que la ivermectina consiga acceder hasta el cerebro. De ahí la sensibilidad ante este medicamento. Las consecuencias de la exposición a la ivermectina podrían ser fatales para el Pastor australiano y sus cruces.

El color mirlo o merle

Uno de los colores que puede presentar el manto del Pastor australiano es el conocido como mirlo o merle. El problema es que el gen que da origen a este color se asocia también a ceguera, sordera o ambas.

El peligro sucede cuando se cruzan dos perros con este gen y el resultado es un cachorrito «doble merle». Es probable que nazca sordo o con una audición limitada y también será propenso a sufrir problemas oculares de mayor o menor gravedad.

Un ojo de cada color

Perros como el Pastor australiano y otros animales como los gatos o también las personas pueden tener cada ojo de un color. Es lo que se conoce como heterocromía. Aunque se considera un defecto genético no supone ninguna enfermedad. Se relaciona con la cantidad de melanocitos presentes en el iris, que van a influir en su coloración.

Los melanocitos son las células responsables de producir el pigmento conocido como melanina. En el caso del Pastor australiano, puede presentarse un ojo de cada color o incluso varias tonalidades en un mismo ojo.

Precio del Pastor australiano

Aunque la recomendación es siempre la adopción, si no encontramos un Pastor australiano disponible y nos hemos empeñado en tener un ejemplar de esta raza, la mejor opción es comprarlo. Para ello hay que acudir siempre a criadores acreditados que nos permitan ver a los cachorros y a su madre.

Además, tienen que entregar a los perros con todas las garantías sanitarias y estar al día en sus obligaciones empresariales y económicas. No es fácil conseguir en España un Pastor australiano. En cualquier caso, un ejemplar con todas las garantías puede rebasar fácilmente los 1000 euros.