Sinónimo de seguridad y lealtad, esta variedad canina ha estado ligada al campo español desde antaño. Durante siglos los mastines han sido una de las razas preferidas de nuestros pastores y ganaderos por su carácter equilibrado y su temperamento noble.

Son una buena opción como perros guardianes, especialmente en espacios abiertos como fincas o granjas. Sigue leyendo para conocer más secretos sobre el majestuoso Mastín Español.

Su historia se remonta a épocas preromanas

Cuando los romanos conquistaron la Península Ibérica, esta raza ya rondaba estos lares. Virgilio, uno de los grandes autores romanos, menciona a esta raza en Las Geórgicas: “estos perros son aptos para conducir el ganado; son de color blanco, sobre todo para diferenciarlo de los lobos, con quienes se enzarzan en lucha desde las primeras horas de la madrugada”.

La cultura romana aprovechó las cualidades de estos canes. De hecho, su nombre proviene del latín, ya que la palabra “mastín” deriva de “mansuetus”, que significa dócil y gentil. Es decir, «manso»

Tienen diversos nombres

La denominación de los ejemplares de Mastín Español cambia según la zona en la que estés. Conocido como Mastín Leonés desde la antigüedad, en la región de Zamora ha sido rebautizado como “perro de lobo”, seguramente por su utilización para la caza de estos animales.

En Extremadura ha adoptado el nombre de “perro de majá”, mientras que los que se dedicaban al pastoreo de ovejas merinas eran denominados “perros merineros”. También se les conoce como “Gos Ramader” en Valencia y en Cataluña.

Hay dos variedades de Mastín Español

A raíz de su división entre perros de trabajo y perros domésticos, actualmente pueden distinguirse dos líneas bien marcadas de la raza. La primera ha retenido las características de los mastines originales, de aspecto rústico y gran agilidad, mientras que el Mastín Español oficial ha sido desarrollado para adecuarlo a los estándares de los concursos de belleza. Este Mastín doméstico es más grande y con más pliegues que el de trabajo. Por eso, no se considera tan útil para la trashumancia.

Muchos aseguran que son “los perros más grandes del mundo”

No cabe duda de que es la variedad de origen español más robusta que hay. Lo que muchos expertos discuten es que, si bien no son los perros de más talla, si tomamos en cuenta su relación altura-peso puede que el Mastín Español sí sea la raza más grande a nivel global. Un macho adulto puede llegar a medir 70 cm a la cruz y pesar 90 kilos; un tamaño suficiente para optar por lo menos al podio.

Alatriste y Aragorn, dos canes de esta raza

El actor Viggo Mortensen es reconocido como uno de los grandes actores de su generación, tras dejar huella en el cine con dos personajes inolvidables: Aragorn, en “El Señor de los Anillos”, y el Capitán Alatriste, en la película homónima. Es un fan de esta raza y de León, por lo que tiene varios ejemplares a su cuidado. Uno de ello se llama, como no, Alatriste.

Silenciosos de día, ruidosos de noche

Muchas personas que han convivido con un ejemplar de Mastín Español destacan su comportamiento poco ruidoso. No son perros que suelan ladrar, a menos que haya una buena razón para ello.

Además, mejor que moderen su ladrido, pues es tan potente que intimida. Ahora bien, todo lo discretos que son de día contrasta con unos ronquidos de ogro de cuento de noche. Una solución es que duerman lejos del dormitorio; también pueden adaptarse a descansar en una caseta o en el patio si no se registran temperaturas extremas.

Ojo con los «abrazos de oso»

Esta variedad presenta una extraña combinación de docilidad y testarudez. Al Mastín Español le encanta pasar largos ratos a tu lado, pero también tiene sus propias ideas sobre cómo hacer las cosas. Es habitual que te “pida abrazos”, parándose en sus dos patas o saltándote encima si estás en el sofá.

Recuerda que estos hábitos pueden parecer adorables de cachorro, pero no cuando pesen cerca de 100 kilos. Por eso, se recomienda controlar estos comportamientos desde pequeños. Por lo demás, no es una raza que esté constantemente buscando agradar. Por eso, es posible que cuando le pidas que busque una pelota o un palo, lo haga SOLO si de verdad le apetece.