La leptospirosis canina es una enfermedad bacteriana que puede llegar a resultar fatal para nuestros perros en un elevado porcentaje de casos. A continuación explicamos cuáles son sus síntomas, su tratamiento y, lo más importante, cómo podemos prevenirla.

¿Qué es la leptospirosis?

La leptospirosis es una enfermedad emergente causada por una bacteria espiroqueta de nombre Leptospira que se encuentra distribuida a nivel mundial. Además de en el perro, se encuentra en otros animales, como las ratas, los cerdos o el ganado. Afecta también a los seres humanos.

Estas bacterias se propagan a través de la orina de los animales infectados. De esta manera pueden llegar a cursos de agua y mantenerse en el suelo con capacidad para infectar a un nuevo animal durante varios meses.

Las bacterias causantes de leptospirosis acceden al organismo del perro a través de heridas en la piel o cuando el animal bebe agua contaminada por la orina de animales enfermos. Por lo tanto, aquellos perros que residan en zonas rurales, estén en contacto con ganado o roedores o pasen mucho tiempo en el agua tienen mayor riesgo de contagio.

perro-en-la-naturaleza

Síntomas de leptospirosis en perros

Los síntomas de la leptospirosis aparecen entre los 4 y los 12 días después del contacto con la bacteria y el primero puede ser la fiebre, ya sea aguda o recurrente. La enfermedad afecta a los riñones y al hígado, con lo que otros signos son los siguientes, aunque hay que tener en cuenta que cada vez se van incluyendo más síntomas en este listado:

  • Anorexia, el perro deja de comer.
  • Vómitos.
  • Letargo.
  • Depresión.
  • Dolor abdominal, muscular y cojeras.
  • Diarrea.
  • Hematuria, es decir, sangre en la orina.
  • Enfermedad renal aguda o crónica, que es un signo clásico de esta enfermedad. Suele manifestarse por un incremento en la ingesta de agua y en la micción.
  • Ictericia, que es la coloración amarillenta de las mucosas. Junto con el fallo renal es considerado un síntoma característico de leptospirosis.
  • Insuficiencia hepática.
  • Hemorragias bucales, sangre en las heces, petequias y vasculitis debido a problemas de coagulación.
  • Estomatitis, que es la inflamación de la mucosa bucal, las encías y la lengua.
  • Anemia hemolítica.
  • Síndrome de distrés respiratorio agudo.
  • Tos.
  • Si afecta a una perra gestante puede provocar que aborte.
  • Hay otros síntomas asociados con menor frecuencia a la enfermedad como la uveítis, que es un trastorno ocular, la conjuntivitis, la ceguera o la disnea, que es una dificultad respiratoria.

perro-recibiendo-una-vacuna

¿Cómo se diagnostica la leptospirosis?

Como los síntomas de leptospirosis pueden ser similares a los de otras enfermedades, el veterinario realizará una serie de pruebas para llegar al diagnóstico. Además, cada vez se encuentran más síntomas que hasta ahora no se vinculaban a la leptospirosis, lo que dificulta todavía más el diagnóstico.

Lo primero es realizar una analítica de sangre. En ella los parámetros correspondientes a los riñones y al hígado estarán alterados. Tanto en la orina como en la sangre es posible visualizar espiroquetas.

Los veterinarios, además, pueden disponer de tests rápidos para detectar leptospirosis, aunque los resultados no son por completo fiables. Se trata de un kit en el que se deposita una gota de sangre. En unos minutos el test se marca como negativo o positivo si acaso detecta anticuerpos contra la enfermedad.

Tratamiento de la leptospirosis en perros

Es esencial tratar esta dolencia porque los animales supervivientes sin tratamiento pueden hacerse portadores y eliminar las bacterias en su orina hasta un año después del contagio. Como puede ser difícil llegar al diagnóstico, el tratamiento debe iniciarse inmediatamente ante la primera sospecha de leptospirosis.

Se continuará con él si se confirma la enfermedad o se modificará en caso contrario. Además, debemos ser conscientes de que estamos ante una enfermedad de gravedad que suele requerir el ingreso del animal para proceder a un tratamiento intensivo.

Contra esta bacteria se utilizan varios antibióticos, pero el tratamiento debe incluir también el control de síntomas como los vómitos o la diarrea y el soporte mediante fluidoterapia intravenosa porque es probable que el perro esté deshidratado y desnutrido.

perro-bebiendo-agua-de-estanque

Prevención de la leptospirosis

Dado que la leptospirosis es una enfermedad grave y potencialmente mortal, vale la pena centrar nuestros esfuerzos en su prevención. Y la mejor protección es un correcto calendario de vacunaciones, aunque la vacuna, en este caso, no cubre todas las especies o serovares susceptibles de desarrollar la enfermedad en el perro.

La vacuna contra la leptospirosis se administra a los cachorros en dos dosis. Se recomienda que los adultos sean revacunados anual e incluso semestralmente, sobre todo si las condiciones de vida del perro lo hacen más propenso a contraer la enfermedad. En cualquier caso, será el veterinario quien valore el riesgo de nuestro perro.

¿La leptospirosis se contagia a las personas?

Efectivamente, la leptospirosis es una zoonosis, además emergente, lo que quiere decir que los humanos también pueden verse contagiados. La infección sucede de la misma forma descrita para el caso de los perros. Tienen más posibilidades de contraerla trabajadores en contacto con animales.

Bibliografía

Carlson y Giffin (2002): Manual práctico de veterinaria canina. Madrid: Editorial el Drac.

Roura, Xavier (2015): Control de la leptospirosis canina en Europa: ¿Es el momento para un cambio? en https://www.portalveterinaria.com/articoli/articulos/24781/control-de-la-leptospirosis-canina-en-europa-es-el-momento-para-un-cambio.html