Elegante y con un tamaño que intimida, esta raza acompañó a las monarquías europeas en su época de máximo esplendor. Pero su carácter está muy lejos de una aristocracia fría y distante, pues son verdaderamente cariñosos con aquellos que les bridan amor.  La melena leonina de los machos y la suavidad en los rasgos de las hembras hacen que sea fácil distinguir los géneros, algo poco habitual en el mundo canino. Hay otros aspectos únicos de los Leonberger, pero solo podrás conocerlos si sigues leyendo.

Datos básicos

  • Tamaño: entre 70 y 85 cm de altura
  • Peso: entre 55 y 65 kilos
  • Esperanza de vida: de 10 a 12 años.
  • Ideales para: familias. Ambientes rurales. Casas con jardín. Senderismo.

Orígenes de la raza Leonberger

Criados para acompañar a la realeza, estos canes provienen de la antigua ciudad de Leonberger, en el centro de Alemania. La raza fue creada en el siglo XIX por Heinrich Essig, un político cuyo propósito era lograr unos perros majestuosos con aspecto de león. Con este fin cruzó ejemplares de San Bernardo, Terranovas e incluso Perros de Montaña de los Pirineos.

Al parecer Essig cumplió con sus objetivos, pues tanto Napoleón III como el zar Alejandro II de Rusia o el rey Eduardo VII de Inglaterra se hicieron con un Leonberger. Pero, además de perros aristócratas, estos grandullones pronto demostraron ser útiles en la vida de campesinos y labradores. Debido a su portentosa fuerza y a su gran tamaño se les empleó como perros cuidadores y para tirar carros.

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Características físicas del Leonberger

Pese a ser corpulentos y musculosos, estos canes muestran una elegancia característica en su andar. De su apariencia resalta una abundante melena a la altura del cuello. Poseen un pecho amplio y profundo, que llega a alcanzar la altura de los codos. El vientre está ligeramente apretado y la espalda es recta. Cuentan con patas fuertes y bien musculadas.

Su cabeza tiene una forma casi rectangular, con un cráneo de la misma longitud que el hocico. Las mejillas no están muy desarrolladas y los ojos, entre ovalados y almendrados, suelen ser de color marrón oscuro o claro. Tienen una mirada amable que revela inteligencia. Además, su rostro está cubierto por una máscara entre la nariz y el arco superior de los ojos. Las orejas – bastante carnosas- son de tamaño medio y de forma triangular. Cuelgan al costado de la cabeza, aunque en alerta las posicionan hacia delante a la altura de la frente.

Los Leonberger poseen un manto doble de pelo largo, a excepción del hocico y la parte delantera de las patas. El subpelo, resistente al agua, es suave y denso, mientras que la capa externa está formada por un pelaje más rugoso, recto y lacio. El color por excelencia es el leonado, aunque hay otras variantes de rojo dorado, rojo amarronado o arena.

¿Cómo es el estándar de la raza?

De acuerdo a los estándares internacionales, entre las faltas graves para esta raza está la ausencia de la máscara oscura en el rostro o la presencia de manchas de color blanco de más de 12 cm de ancho en el pecho. Ejemplares de colores diferentes a los mencionados – o que no tengan las típicas rayas negras en el pelaje – tampoco son aceptados. La ausencia del “plumaje” (pelos más alargados) en la zona trasera de las cuatro patas es otra falla en la pureza del individuo.

El carácter del Leonberger

Estos canes destacan por ser sociables y tener un buen temperamento. Son tranquilos, dóciles y muy seguros de sí mismos. A pesar de su gran tamaño están criados para acompañar a las personas, por lo que se adaptarán a la vida en familia sin ningún tipo de problema.

Son perros sensibles que se verán afectados por el ambiente que se viva en el hogar. No tendrán inconveniente con los niños, aunque son demasiado corpulentos y juguetones. Por eso, jamás se debe dejar que jueguen con pequeños sin un control adecuado.

Es muy importante que tengan su espacio: necesitan un jardín o un patio de tamaño considerable. Sin embargo, no les gusta pasar mucho tiempo afuera o solos, pues necesitan relacionarse para sentirse realizados. Con otros animales establecerán buenas bases, ya sea con un gato o con caballos si vive en un entorno rural.

Su agilidad mental hace que no sea difícil educarles, si bien se les debe socializar desde temprana edad y recurrir siempre al refuerzo positivo. Debido a su excelente carácter suelen ser muy buenos como animales de terapia o de rescate, especialmente en el entorno acuático. Por el contrario, si no se les instruye adecuadamente desde cachorros el resultado será un perro poco confiable y con tendencias destructivas.

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¿Qué cuidados precisa un Leonberger?

Los paseos diarios son imprescindibles para un Leonberger, ya que estos canes son muy enérgicos, especialmente en sus primeros años de vida. Les encantan las salidas al campo o acompañarte si sales en bicicleta. De adultos pueden volverse un poco más perezosos, por lo que deberás evitar que se vuelva demasiado sedentario para que no tenga problemas de sobrepeso.

Una ventaja es que no necesitarás bañarle frecuentemente, a menos que esté muy sucio después de una salida al campo. Les gusta meterse por terrenos abruptos e incluso chapotear en el barro. Es recomendable que revises su pelaje tras los paseos para asegurarte de que no acumulan ramas secas, suciedad o bichos.

Los canes de esta raza suelen perder mucho pelo y mudan dos veces al año. La mejor forma de evitar la acumulación de pelo muerto en casa es con un cepillado diario, especialmente detrás de las orejas y en la zona trasera de las patas. Sus uñas, de rápido crecimiento, deben cortarse cada dos semanas.

Así es la salud de los canes Leonberger

Los canes de esta raza son susceptibles de sufrir enfermedades como la displasia de cadera y de codo. Estos males son congénitos y les provocan dolor y dificultades para moverse.

La torsión gástrica, una dolencia estomacal que puede ser fatal si no se trata con rapidez, también tiene cierta incidencia en los Leonberger. Para evitarla debes controlar que no coma demasiado rápido y que no haga ejercicio inmediatamente después de alimentarse.

Otros padecimientos habituales suelen ser el hipotiroidismo, las cataratas o las afecciones en la zona del oído. Estos canes también son propensos a sufrir alergias y se han detectado casos aislados de cáncer.