Desde épocas inmemoriales los canes se han encargado del cuidado de las tribus, de las viviendas y del ganado. De hecho, la protección es una de las primeras tareas que realizaron para el ser humano. No es de extrañar, pues cuentan con sentidos más desarrollados y son muy leales a la hora de defender a la familia. Conoce cuáles son las mejores razas de perro guardián a continuación:

Doberman o Pinscher Alemán

Los Doberman no necesitan presentación, pues es una de las razas más populares. Tienen un cuerpo atlético y musculoso. Son muy devotos de los suyos, aunque no se recomiendan para hogares con niños menores de 9 años.

Muestran una desconfianza natural hacia los extraños y pueden ser un tanto tercos, por lo que requieren de un adiestramiento firme. Su temperamento alerta y su potente ladrido afianzan su capacidad para intimidar a cualquier intruso.

Bullmastiff

Son reconocibles por su tamaño robusto y por las arrugas características de su rostro. Aunque necesitan tener compañía humana, pueden pasar grandes períodos de tiempo en soledad. Suelen babear mucho, aunque no pierden demasiado pelo.

Este cruce de Bulldog y Mastín combina un temperamento amigable con una gran capacidad de protección. Criados para cuidar los terrenos de caza de los aristócratas ingleses, son fuertes, valientes y veloces. Se les conoce como “los guardianes silenciosos”, pues son muy sigilosos y solo ladran si es necesario.

Crestado Rodesiano

Estos canes destacan por su valor. Fueron desarrollados para la supervivencia en las inhóspitas llanuras africanas y se dice que son capaces de enfrentarse incluso a los leones. Reconocibles por la cresta distintiva que les recorre el lomo y por su color rojo trigo, se adaptan fácilmente a todo tipo de climas.

Además poseen una veta independiente, por lo que precisan de un buen entrenador.  Son reservados con los desconocidos, lo que hace que la socialización desde cachorros sea fundamental. En su rol de guardianes son muy eficaces y ponen todo su empeño en cuidar lo que se les haya encomendado.

Akita Inu

De origen japonés, estos bellos ejemplares – de gran porte y rasgos exóticos- también son muy populares como cuidadores. La raza es considerada un tesoro nacional, además de portadores de buena suerte. ¡Y qué mejor que evitar que nadie te robe!

Los Akita Inu poseen un temperamento tímido y distante, aunque con visitantes y amigos de la familia se mostrarán respetuosos. Por contra, con los intrusos serán feroces y jamás retrocederán. Son bastante territoriales con otros perros y en España están considerados como perros potencialmente peligrosos (PPP), por lo que debes tramitar un permiso especial.

Komondor

En sus orígenes ejercían como guardianes del ganado en las llanuras húngaras. Su manto es muy característico: está formado por largos mechones de pelo que parecen rastas. El Komondor suele tener un color de manto claro y gran musculatura, aunque a menudo pasa desapercibida por el pelaje.

Su innato instinto de protección se mantiene activo, por lo que son grandes guardianes de su familia y de las viviendas. Aprenden rápido, aunque son bastante tercos y necesitan una mano firme y con liderazgo. No son una buena opción para cuidadores inexpertos.

Rottweiler

Conocidos como perros de carnicero durante la Edad Media, estos canes de origen alemán son excelentes guardianes, aunque también destacan para la guía y el salvamento. Su apariencia y su poderosa mandíbula son un gran disuasorio. Además, poseen un temperamento alerta y una fidelidad a toda prueba.

Por lo general son cariñosos y apegados a los miembros de su familia, aunque les cuesta entrar en confianza con los desconocidos. La mejor manera de contrarrestar sus instintos territoriales es relacionándolos con las personas, los animales y  ambientes diversos. También es importante trabajar la obediencia, para asegurarse de que siempre harán caso en una situación de tensión. Son considerados PPP en España.

Fila Brasileño

Descendientes de Mastines, Dogos y del Sabueso de San Huberto, la característica más destacada de estos perros es su tamaño. Son muy robustos y con una apariencia que intimida. Es un can que suele ser territorial, por lo que es apropiado para vigilar terrenos o fincas de gran extensión.

Con los integrantes de su núcleo familiar son cariñosos y amigables. Sin embargo, es difícil que hagan buenas migas con los extraños. Son poco dados a relacionarse con las personas o los animales desconocidos, por lo que hay que extremar las precauciones en este sentido. La socialización es importante para lograr ejemplares equilibrados. El Fila también es considerado peligroso en España.

Shar Pei

Es una raza milenaria china, criada durante siglos para la realeza, pero que tiene instintos naturales de protección y una valentía formidable. Aunque en la actualidad se les busca por su apariencia y su rostro repleto de pliegues y arrugas, los Shar Pei son perros guardianes y de pelea. Justamente este exceso de piel es un mecanismo de defensa, para ser más difíciles de coger o de morder por sus atacantes.

Actualmente los ejemplares de esta variedad están más adaptados al ámbito doméstico, aunque conservan su instinto territorial. Son desconfiados con los desconocidos y tardan en aceptar a cualquier extraño que llegue al hogar. Es importante que se adapte a diferentes situaciones sociales para que sepa cómo comportarse con las personas y otros animales.

Ca de Bou o Dogo Mallorquín

Cerramos la lista con un representante español. Procedente de las Islas Baleares, destaca por su carácter firme y equilibrado, incluso en situaciones de tensión. No ladran ante cualquier estímulo y jamás atacarán a menos que sea indispensable. Si a ello le sumamos que siempre se muestran atentos, tenemos a un guardián casi perfecto.

En la vida hogareña son canes tranquilos y prefieren descansar cerca de sus humanos favoritos antes que jugar con los pequeños. Un punto débil de esta variedad es que no son demasiado tolerantes con las travesuras infantiles, por lo que es mejor que vivan en casas con niños mayores.