En una primera impresión, no cabe duda de que los perros de raza Bóxer y Bullmastiff guardan notables semejanzas que pueden llevarnos a confusión. Pero también presentan diferencias, como las que repasaremos, que ayudan a decidirse por uno o por otro.

La raza Bóxer

Los perros Bóxer llevan décadas siendo de los más populares en buena parte del mundo gracias a una combinación de imagen y talante. Se trata de una raza de las denominadas braquicéfalas. Esto implica un cráneo y unos ojos redondeados, un hocico corto y una nariz achatada. Esta peculiar anatomía se relaciona con distintos problemas de salud.

Por otra parte, la forma de sus labios propicia que se baben. En cuanto a su cuerpo, destaca su aspecto musculado. Pero si algo resalta del Bóxer es su buen carácter. Muy juguetones y cariñosos, son perros aptos para la convivencia con los niños, aunque hay que vigilar estas interacciones, pues son bastante brutos. Por otra parte, se consideran buenos alumnos.

Se originaron en Alemania y, en sus inicios, se empleaban para la guarda y las peleas contra toros. Por supuesto, a día de hoy lo vamos a encontrar como un perfecto perro de compañía, bien adaptado a la vida urbana, siempre que se ejercite. Por último, su mantenimiento es sencillo gracias a las características de su manto, corto, brillante y suave.

Boxer

Raza Bullmastiff

La primera diferencia con el Bóxer la encontramos en su lugar de procedencia. Si el Bóxer era originario de Alemania, el Bullmastiff es del Reino Unido. Tan solo observando a estos perros se entiende su primer trabajo como guardián, tarea que siguen desempeñando a día de hoy, aunque también se han convertido en perros de compañía.

Esto ha permitido su adaptación a la vida urbana, aunque mantengan su instinto guardián. Así, pueden vivir en un apartamento. Al igual que el Bóxer, su mantenimiento es muy sencillo, ya que disponen de un manto corto y duro. Eso sí, no destacan por su tolerancia con los niños ni por su facilidad para el aprendizaje. Son diferencias de importancia para su adopción.

De hecho, se considera que no es especialmente fácil de educar, lo que implica la necesidad de que sea adoptado por un cuidador con experiencia previa en el manejo de perros. Se muestra muy protector con su familia. Por otra parte, es un perro de talla grande y aspecto muy poderoso, también considerado braquicéfalo.

Bullmastiff

Características del Bóxer y del Bullmastiff

A nivel físico, ambas razas comparten algunas características de importancia, lo que puede llevarnos a confundirlas. Pero también es cierto que, tan solo con una revisión visual es posible determinar diferencias, por ejemplo, fijándonos en estos puntos:

  • Cuerpo: aquí esta la clave que nos va a permitir una rápida diferenciación de ambas razas. El Bullmastiff es más grande, más alto y más pesado que el Bóxer. Aunque es cierto que algún ejemplar de Bóxer especialmente grande o gordo podría despistarnos, la generalidad de la raza mantiene la distinción.
  • Amputaciones: por desgracia, los ejemplares de Bóxer han sufrido con frecuencia la amputación de su cola y el corte de sus orejas con el objetivo de mantenerlas erguidas. Se trata de una práctica sin justificación clínica que, por fortuna, cada vez se prohíbe en más países, pero aun es posible encontrar ejemplares mutilados.
  • Cola y orejas: cuando no se han cortado, las orejas de Bóxer y Bullmastiff son similares. Caen y tienen forma triangular. Respecto a la cola al natural, en ambos perros es de inserción alta. En el Bullmastiff destaca lo fuerte que es en la base y cómo el ancho va disminuyendo hasta la punta, que acaba en el corvejón. Cae recta.
  • Color: el Bóxer puede ser leonado, con diferentes tonalidades, o atigrado, con o sin manchas blancas. Presentan máscara negra, que es obligatoria en el Bullmastiff. Los ejemplares de esta raza pueden encontrarse en tono leonado y atigrado, pero también en rojo. El estándar indica un color claro y puro, con solo una mancha blanca en el pecho.

Curiosidades del Bóxer y del Bullmastiff

Por último, comparamos los datos básicos relativos a la altura, el peso y la esperanza de vida del Bóxer y del Bullmastiff que nos sirven para completar el cuadro de diferencias entre ambas razas:

  • Esperanza de vida: en el Bóxer, de media, se considera que esta no sobrepasa los 12 años. En el Bullmastiff es algo menor, pues, aunque hay ejemplares que alcanzan los 12 años, igual que el Bóxer, muchos otros no llegan a los 10-11.
  • Peso: en general, el peso del Bóxer oscila entre los 25-32 kg, habiendo diferencias entre machos y hembras. Eso sí, hay que tener en cuenta que, por su tendencia al sobrepeso, no es extraño que encontremos ejemplares bastante más pesados. En el Bullmastiff no hay duda, siempre van a pesar más, entre 41-59 kg.
  • Altura: para el caso del Bóxer se habla de entre 53-63 cm, también con diferencias bastante acusadas en función del sexo. Por su parte, al igual que con el peso, el Bullmastiff es más grande, con una altura media de entre 64 y 69 cm.