Los Kuvasz son imponentes, tanto en tamaño como por su impoluto pelaje blanco y enrulado. Esta raza, surgida en las extensas planicies de Europa Central, destaca por su temperamento firme y por su inteligencia, rasgos que le permiten ser un perfecto guardián.
No obstante, cada vez es más habitual que las familias lo elijan como compañero de vida. Descubre los aspectos más relevantes de estos perros pastores nacidos en la estepa húngara.
Datos básicos
- Tamaño: entre 65 y 75 cm de altura
- Peso: entre 35 y 60 kilos
- Esperanza de vida: entre 10 y 12 años
- Ideales para: vivir en casas con jardín o en el campo. Aptos para la vigilancia y para el pastoreo.
Historia y origen de la raza Kuvasz
Estos perros de tipo boyero son originarios de Hungría. Allí llegaron alrededor del siglo X procedentes de Asia. En un principio, se les empleó como perros de batalla y también para la caza de jabalíes, lobos y osos. Con el tiempo su función derivó hacia tareas más domésticas, como cuidadores de propiedades y del ganado.
En la actualidad es una de las razas más elegidas por las fuerzas de seguridad y es cada vez más demandada por aquellas personas que buscan un perro de compañía con buenas dotes de protección. De hecho, su nombre deriva de una voz turca que significa “guardián seguro”.
Principales características de la raza Kuvasz
Estos canes son grandes, corpulentos y con un gran vigor físico. Cuentan con una musculatura poderosa y huesos pesados. Sin embargo, a pesar de su tamaño, los Kuvasz poseen una elegancia característica. Se distinguen por sus líneas armónicas y por tener un cuerpo más largo que alto, en el que sobresalen las costillas.
Su cabeza en forma de cuña es característica de la raza y está en proporción con el resto de su cuerpo. El hocico rectangular, no muy alargado ni puntiagudo, es otra de sus señas de identidad. Las orejas le caen hacia los costados en forma de V y los ojos suelen tener un color oscuro – castaño o negro –, de forma almendrada y situados en oblicuo.
Tienen, por otra parte, un pecho vigoroso, así como unas patas no muy largas y de considerable tamaño. La cola es larga, ligeramente curvada y suele terminar en un llamativo penacho.
El color de pelo más habitual en estos canes es el blanco nieve, aunque no es raro encontrar tonalidades crema o marfil. Su pelaje es áspero y ondulado, características que lo hacen perfecto para cuidar del ganado ovino (puede pasar fácilmente por una oveja). Bajo el manto, su piel es de color gris, muy rugosa y fuerte, preparada para resistir los fríos inviernos de Europa Central.
Temperamento del Kuvasz
En el ambiente hogareño los Kuvasz se comportan de forma muy amigable, ya que son perros muy fieles que disfrutan de la compañía de los suyos. Además, poseen un carácter muy juguetón, por lo que son perfectos para familias grandes.
Sin embargo, deberás prestar atención cuando haya niños cerca. Aunque son canes amistosos su paciencia tiene límites y puede perder los papeles con aquellos pequeños que no saben relacionarse de manera adecuada.
No suelen ser difíciles de adiestrar, aunque será necesario que pongas reglas claras desde el principio. Aprenderán los ejercicios con rapidez, ya que cuentan con una gran memoria y una inteligencia por encima de la media. Lo ideal es que comiencen a socializarse desde pequeños, para habituarles al contacto con otras personas y animales.
Son excelentes perros de trabajo y tienen una gran resistencia física. Cumplen a la perfección con su rol de perros guardianes y pueden llegar a ser muy feroces cuando se trata de defender lo suyo. Además, poseen un marcado instinto de territorialidad que les hace ser decididamente desconfiados frente a los extraños. En definitiva: son canes observadores y seguros de sí mismos en los que puedes confiar sin ningún tipo de duda.
¿Qué cuidados necesita esta raza?
El cuidado de su pelaje es fundamental. Al ser ondulado suelen formársele nudos a menudo y la mejor forma de evitar esto es con un cepillado varias veces por semana. Además, en época de muda se recomienda hacerlo al menos una vez al día para evitar que vaya soltando pelo. Con respecto al baño, solo será necesario cada dos o tres meses o cuando esté muy sucio tras alguna salida.
Los paseos son necesarios para controlar su energía y, mientras más largos sean, mejor. Deberás sacarles a diario por parques o por zonas arboladas donde puedan correr sin problema. Los juegos también le ayudarán a estimular su cerebro y a satisfacer su enorme curiosidad.
No es una buena idea dejar a un Kuvasz sin practicar ejercicio, ya que su comportamiento puede tornarse destructivo. Ejemplos de esto son aquellos individuos muy ladradores que rompen cercas o que excavan sin parar para llamar la atención.
El medio rural o un chalet con jardín es lo más indicado para criarles. Necesitan espacio y una adecuada dosis de independencia, por lo que la vida de ciudad no es la más adecuada en su caso. Asimismo, toleran muy bien el frío y las condiciones climáticas adversas, por lo que pueden adaptarse a dormir en el exterior si fuera necesario.
La salud de los perros Kuvasz
Aunque no se ven afectados por ninguna afección de tipo congénito, al ser una raza de gran porte los Kuvasz tienden a sufrir displasias de cadera y de codo.
Otras afecciones con cierta incidencia son la osteodistrofia hipertrófica y la panosteítis, dos patologías que afectan al desarrollo de los huesos en razas de crecimiento rápido como este boyero. Ambas suelen manifestarse durante el primer año de vida.
Finalmente, también pueden presentar problemas dérmicos derivados de una incorrecta higienización o cepillado de su pelaje.
