Las enfermedades causadas por hongos, también llamadas micosis, se producen por levaduras u hongos microscópicos tanto en la piel como en el pelo o en las uñas. En los gatos destaca la tiña, una zoonosis que debemos prevenir.

Tiña o dermatofitosis

Esta enfermedad tan conocida está provocada por un hongo llamado dermatofito que se alimenta de queratina, que es una proteína que forma parte de la capa superficial de la piel. Casi siempre la especie involucrada es Microsporum canis. Es una patología propia sobre todo de gatitos y de adultos con inmunodeficiencia o ya debilitados.

Se trata de una enfermedad contagiosa que también puede afectar a los humanos. Es bastante habitual que curse asintomática. La lesión que se considera típica es una zona redondeada y alopécica, es decir, sin pelo, que suele presentar descamación. La inflamación y el picor son variables.

Cuando existe sospecha de tiña, el veterinario puede confirmar el diagnóstico examinando el pelo, pasando la lámpara de Wood o realizando un cultivo. Hay que tratarla con antifúngicos y es importante mantener unas medidas higiénicas y de limpieza adecuadas para evitar el contagio a otros animales o personas.

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Cómo evitar el contagio de la tiña

En primer lugar es importante saber que, aunque la tiña podría resolverse espontáneamente, debemos tratarla para controlar la expansión del hongo que pueda infectar a otros animales o personas, sobre todo niños, con sistema inmunitario inmaduro, o personas ancianas o enfermas. Estas son las medidas recomendadas:

  • Las esporas de la tiña son muy resistentes en el ambiente, por eso es necesario desinfectar el hogar.
  • Es recomendable aspirar de manera regular toda la casa, con especial atención a alfombras y moquetas.
  • También hay que fregar el suelo con lejía o un producto similar.
  • Debemos, en lo posible, tirar la cama o los textiles que haya utilizado el gato.
  • Utensilios como los cepillos tienen que ser desinfectados con lejía diluida.
  • Nos lavaremos las manos siempre tras manipular al gato.
  • Podemos tener una muda y guantes para interactuar con el enfermo. Después lavaremos la ropa potencialmente contaminada con un producto desinfectante.
  • Si el animal convive con niños o enfermos hay que extremar las precauciones e incluso puede ser necesario impedir que contacten hasta que el gato reciba el alta del veterinario.
  • Por último, el contagio de la tiña a personas o animales sanos, incluso en convivencia estrecha, es poco probable y en ningún caso puede servir de excusa para deshacerse del animal.

Dermatitis por Malassezia

La dermatitis en una inflamación de la piel que puede producirse por múltiples causas. Una de ellas es la Malassezia pachydermatis, una levadura con aspecto de cacahuete que vive de manera habitual en la piel y en las mucosas de los gatos. Cuando cualquier circunstancia altera el equilibrio natural, la población de Malassezia se dispara.

Por lo tanto, si se detecta esta levadura hay que buscar qué problema de base existe y es el responsable de favorecer la proliferación. Los signos que pueden presentar los gatos afectados son picor y lesiones alopécicas con piel enrojecida y descamada. Con el tiempo puede haber engrosamiento y oscurecimiento, con costras y mal olor.

La Malassezia puede verse al microscopio. En función de la gravedad del cuadro clínico el tratamiento antifúngico puede ser tópico, a base de pomadas, u oral. Si se detectase otra patología en concurrencia con la Malassezia también tendría que ser tratada.

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Criptococosis en gatos

Se trata de una enfermedad causada por Cryptococcus neoformans, muy infrecuente en los gatos. Se asocia al contacto con excrementos de palomas. Solo en algunos casos produce sintomatología dermatológica y esta consiste en nódulos que pueden ulcerarse e incluso fistulizarse.

Otros síntomas que no tienen que ver con la piel se circunscriben al sistema respiratorio, al nervioso o a los ojos. Una citología puede revelar la presencia de este hongo. Para el tratamiento se recurre a antifúngicos por vía oral.

¿Cómo prevenir los hongos en los gatos?

La base para mantener a nuestro gato libre de hongos está en asegurar un buen funcionamiento de su sistema inmunitario. Un gato sano va a poder combatir los hongos que potencialmente puedan infectarlo y, además, evitaremos la aparición de otras patologías que propiciarían su proliferación. Las medidas preventivas a seguir son:

  • Mantener al día las desparasitaciones internas y externas y las vacunaciones de todos los animales de la casa.
  • Acudir al veterinario para revisión al menos una vez al año.
  • Tratar cualquier síntoma desde el primer momento y no esperar por si se resuelve solo.
  • Proporcionar una alimentación de calidad y adaptada a las necesidades nutricionales del animal en cada etapa de su vida.
  • No descuidar la higiene del hogar ni de los areneros.
  • Ofrecer siempre un ambiente libre de estrés creando un hogar apto para que el gato pueda desarrollarse en plenitud.

Bibliografía

Carlson y Giffin (2002): Manual práctico de veterinaria canina. Madrid: Editorial el Drac.

Página web del dermatólogo veterinario Juan Rejas: http://dermatologiaveterinaria.unileon.es/