En esta ocasión, le dedicaremos esta entrada al familiar y amistoso Labrador Retriever, el perro que, desde más de una centena de años ha cautivado al hombre, por su devoción y fidelidad.

Esta raza descendiente de perros cazadores, que ha demostrado tener múltiples destrezas funcionales y obediencia, también cuenta con una historia que es interesante conocer. Por eso hoy te traemos este post.

Procedencia del Labrador Retriever

El origen del labrador retriever nos lleva a muchos años atrás, por lo que, puede haber muchos aspectos que se desconozcan, y quizás por eso se han generado varias teorías acerca de su origen.

Uno de los datos de su origen, que se mantiene firme, es el lugar de procedencia, que nos ubica al Noroeste de Canadá, en la Isla de Terranova. Se estima que durante el Siglo XVII, muchos pescadores provenientes del Reino Unido, llegaron a esta isla, acompañados de sus perros.

colores del labrador retriever

Descendiente de perros nadadores

Los pescadores que llegaron a refugiarse en la Isla de Terranova, al parecer, llegaron con sus perros, los cuales utilizaban como ayudantes para las tareas de pesca. Este ayudante pesquero, era llamado perro menor de Terranova o Perro de San Juan.

El perro menor de Terranova, tenía la particularidad de presentar los dedos unidos por una membrana, (pies palmeados) lo que le permitía ser un nadador destacado. Esta característica, también se observa en el labrador. El menor de Terranova es considerado como el principal ancestro del Labrador Retriever. 

La Evolución de la raza

En 1825, los aristócratas ingleses comenzaron a llevar al perro menor de Terranova para Inglaterra, por las habilidades que presentaba. Los criadores, vieron sus destrezas para la caza y comenzaron a mezclarlo con otros perros cazadores. De estos cruces nacieron excelentes perros cobradores de caza.

Es gracias a estos cruces, que se fue perfilando la raza, hasta llegar al ejemplar que hoy en día conocemos.

En el año 1903, el labrador retriever es reconocido por el Kennel Club Británico, como perro de raza, y posteriormente fue clasificado como perro de caza. Para el año 1916, el estándar de la raza describe el temperamento, habilidades y empatía por el hombre, que hoy en día se mantiene, aunque morfológicamente ha presentado variaciones.

Los criaderos que han influido en la raza actual

Han sido numerosos los criaderos dedicados a perpetuar y proteger la raza, desde su nacimiento. Durante las décadas de los años 30, 40 y 50, surgieron los criaderos y los perros, que aportarían gran relevancia para la evolución de la raza. En esta época se hicieron los cruces que hoy en día definen la raza actual. 

Uno de los criaderos que es reconocido mundialmente, es el Sandylands, el cual destaca como uno de los pioneros en la cría de los labradores amarillos más representativos de la raza, además de haber generado una línea de ejemplares campeones reconocidos. 

Otro criadero destacado, es Ballyduff, el cual fue fundado durante los años 50. Este criadero se ha encargado de preservar la línea de los ejemplares negros, con grandes destrezas para la caza. Y ha marcado su notable influencia en la raza actual.

Entre otros criaderos relevantes, también figuran: Kinley, el cual marcó pauta en la evolución del labrador amarillo, al igual que Poolstead, el cual ha sido considerado uno de los mejores criaderos de labradores amarillos, Blaircourt, El criadero Kimvalley, El criadero Lawnwoods

Y así, otros criaderos más, que han influido de manera importante para la evolución de la raza, y que han traspasado las fronteras inglesas para mantener la pureza y habilidades de estos campeones.

El Labrador Retriever Club

Entre los primeros criadores de la raza, figuran la Condesa Lady Howe y el Vizconde de Knutsford , Mr. A. Holland Hibbert, quien además se encargó de promover la raza, aun antes de ser reconocida.

En 1916 la condesa Lady Howe y el Vizconde de Knutsford, fundaron El Labrador Retriever Club, con la visión de proteger la pureza de la raza, de una manera altruista. En los años siguientes comenzaron a realizar pruebas de campo.

El reconocimiento de la raza fue en continuo aumento con los años, siendo destacado, tanto como perro de trabajo en su rol de cobrador de caza, así como también como perro de belleza.

Una raza apreciada por la Familia Real Británica

La Realeza Inglesa siempre ha mostrado especial aprecio por esta raza. Desde décadas pasadas, la familia real ha apoyado a los labradores en numerosas exposiciones, y hasta sus propios perros han participado en las pruebas de campo. En el año 1946, el Rey Jorge VI, se convirtió en patrocinador oficial del Labrador Retriever Club.