Lo más seguro es que tengas uno en casa, que lo hayas visto en la calle o que tu influencer o actriz favorita lo tenga en su casa, y es que el Bulldog Francés es uno de los perros más vendidos y adoptados.

A diferencia de lo que puedas creer por su tamaño, es el perro ideal para aquellos que quieran vivir con una mascota sin que ocupe tanto espacio. De hecho, además de en Francia, el Bulldog Francés era una de las razas más queridas en América, pero no todos podían permitirse costearse tener a este perro.

Si no conocías estos días y todavía quieres saber más, sigue leyendo y no te pierdas todo lo que no sabías sobre la historia y origen de la raza Bulldog Francés.

Historia del Bulldog Francés

Aunque el origen del Bulldog Francés se remonta a tiempos del imperio romano, no fue hasta final del siglo XIX cuando realmente la raza no fue aceptada como tal, diversificándose en Inglaterra.

Desde el principio, siempre existieron dos vertientes para llegar hasta la creación del Bulldog Francés que todos conocemos hoy en día. Por un lado estaban aquellos que decidieron unir esta raza con el Terrier para hacerlos ágiles, y por otro se encontraban aquellas personas que querían conseguir una especie más pequeña. Esta última vertiente pequeña es lo que hoy se conoce como Bulldog francés. 

En Francia, esta raza tuvo un gran desarrollo y ganaron una rápida popularidad, a diferencia de en Inglaterra, donde el Bulldog Francés llegó a tener una situación totalmente opuesta, incluso estuvo a punto de desaparecer.

ejemplar de Bulldog Frances

Los clubs oficiales y los criaderos del Bulldog Francés

Cuando una raza de perro entra en un club oficial, las ventas y adopciones se disparan. Y es precisamente lo que le sucedió al Bulldog Francés en la década de 1950. En ese momento la raza llegó a alcanzar su más alto nivel de popularidad, ya que no solo lo inscriben en los clubs sino que también destacaba en las competiciones de pedigrí. En el año 1998 se celebró en Kansas City el centenario del French Bulldog Club of America. 

Por otro lado, es conveniente que sepas que no todas las razas de perros tienen clubs oficiales, pero en este caso, debido a la gran fama que ha tenido tanto en América como en Francia, el Bulldog Francés tiene por varias partes del mundo como Brasil, Canadá, Australia y otras latitudes, expertos dedicados a su cría y clubs donde están encantados de recibirlo.

Famosos enamorados del Bulldog Francés

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, a lo largo de la historia han existido ciertas personalidades públicas y reales que han tenido algunas razas de perros en su vida, aportando con ello a la raza una mayor fama y reputación.

En este caso, el Bulldog Francés es una de las razas de perros más demandadas por actores y cantantes, y es que, grandes celebrities como por ejemplo Hugh Jackman con su perro Dalí, Lady Gaga con Asia y Koji o Leonardo Di Caprio, nos han mostrado en varias ocasiones que no pueden vivir sin ellos.

Otras celebrities a quienes no se les ve sin su Bulldog Francés son por ejemplo, Ashley Olsen, Dwayne Johnson, ‘La Roca’, Mario López o incluso Reese Witherspoon, con su famoso Bulldog Francés llamada Coco Chanel.

De hecho, estas publicaciones en redes sociales incrementan la demanda del Bulldog Francés, haciendo que sus criaderos oficiales obtengan más ventas y que las adopciones suban rápidamente.

El Bulldog Francés, el “lujo” de los estadounidenses

No solamente en Francia tuvo una gran acogida, sino que el Bulldog Francés también llegó a conquistar los corazones de los estadounidenses. Pero no de cualquiera, sino de aquellos más adinerados que viajaban a Francia y terminaban encantados por la raza.

Y es que, para ellos, el Bulldog Francés era una raza de perro totalmente nueva y nunca antes vista, llevándose anualmente al menos 300 Bulldog Francés de Europa a Estados Unidos y a un precio de por lo menos 5.000 dólares, algo que por aquel entonces en ese siglo se consideraba “lujo”, y no todos podían permitirse. Es por este motivo por el cual desde entonces el Bulldog Francés comenzó a verse como aquel perro que “solo la clase alta tenía.”