El Gato Siberiano está entre las razas más populares en muchos países de Europa. Tiene el pelo semilargo y un cuerpo regordete. Además, su comportamiento equilibrado y agradable hace que sea un buen compañero para las familias.

Esta variedad es parte del grupo de Gatos de Bosque, al igual que el Gato Bosque de Noruega y los Maine Coon, desarrollados para soportar el gélido clima boreal. Pero que su origen no te engañe: por dentro el Gato Siberiano tiene un corazón tierno y cariñoso. Sigue leyendo para conocer más sobre esta raza tan particular.

Datos básicos

  • Tamaño: entre 20 y 30 cm
  • Peso: entre 5 y 9  kilos
  • Esperanza de vida: entre 18 y 20 años
  • Ideales para: familias de todo tipo; personas alérgicas.

Historia del Gato Siberiano

Aunque no fue reconocida oficialmente hasta el año 1987, la raza de Gato Siberiano se remonta muy atrás en el tiempo. La principal hipótesis acerca de su origen es que surgieron del cruce de felinos silvestres de la Tundra Siberiana con gatos domésticos importados desde Europa Occidental a Rusia durante el Medioevo.

Se extendieron por todo el territorio ruso y ucraniano, tanto en los ámbitos aristocráticos como en las granjas más humildes. A pesar de su corpulencia, son hábiles cazadores. Este talento fue muy bien valorado por la gente de campo que necesitaba librarse de las plagas de ratas y ratones.

Los primeros registros de esta raza datan del año 1871, aunque tendría que pasar más de un siglo para que se estableciera un estándar. La principal razón de que no se asentaran sus características básicas se debe a que el régimen comunista, que dominó el país durante gran parte del siglo XX, tenía prohibidas a las mascotas.

Su notoriedad y posterior expansión llegaría a partir de la década de 1990, con la caída del Muro de Berlín. Países como Francia, Alemania, Italia, España y EE.UU. son algunas de las regiones donde es posible encontrar a estos gatos en la actualidad.

Principales características del Gato Siberiano

Los Gatos Siberianos son ejemplares de tamaño entre medio y grande, de aspecto pesado y resistente. Las patas son musculosas y terminan en pies grandes, compactos y redondos. La cola se va afinando hacia la punta y está bien cubierta de pelo, mientras que el cuello es corto y robusto.

La cabeza de estos felinos es ancha y de aspecto circular. Tienen las mejillas y la barbilla redondeadas, mientras que su frente está ligeramente arqueada. Las orejas son de un tamaño medio, amplias en la base y redondeadas en la punta; se presentan moderadamente caídas hacia delante.

Por otra parte, tienen ojos grandes y ovalados, bien separados entre sí. Las gradaciones del iris van del dorado al verde, aunque siempre deben estar a tono con el color del manto. También se permite el azul en ejemplares bicolores y otros patrones que lleven blanco.

El manto es de un largo medio, de capa doble y resistente al agua. El subpelo es fino y muy suave, mientras que en la superficie se presenta más firme y con una textura más rugosa. Todos los colores y las combinaciones son posibles, a excepción del chocolate y del canela.  Los ejemplares con orejas, cara, cola y patas de color diferente al resto del manto se denominan Neva Masquerade.

Temperamento del Gato Siberiano

Estos felinos son muy cariñosos, tanto con las personas como con otras mascotas del hogar. Que no te extrañe recibir muestras de afecto o que te reclamen atención a través de juegos o caricias. El Gato Siberiano posee un carácter muy abierto, algo que le diferencia de otras razas.

Otro aspecto característico en ellos es su tendencia a “conversar” con los suyos.  No es raro que, si les hablas, te respondan con su particular ronroneo, de características muy marcadas, casi como el gorjeo de un ave. Los Gatos Siberianos tienen una capacidad de entendimiento increíble.

A pesar de su buena disposición a establecer relaciones, en un principio suelen mostrarse reservados con los extraños o con las nuevas incorporaciones que llegan al hogar. Las hembras suelen ser más confiadas que los machos. La paciencia y una socialización correcta desde cachorros te ayudará a combatir esta timidez inicial. Empezará escapando de las visitas, pero pasará poco tiempo antes de que comience a ronronear amistosamente.

Son ejemplares inteligentes y curiosos, lo que sumado a su independencia les hace ser un poco cabezotas y complejos de educar. La mejor manera de contrarrestar estos impulsos es a través de juegos que estimulen su agilidad mental. Les encanta trepar y ejercitar sus dotes de caza.

Cuidados que precisa un Gato Siberiano

El pelaje semilargo del Gato Siberiano requiere de cuidados regulares. En invierno se recomienda realizar entre dos y tres cepillados semanales para evitar nudos y las consabidas bolas de pelo en su estómago.

Aunque es un gato que disfruta jugando en el agua, los baños no son recomendables para él, ya que esto debilita la grasa natural de su pelo.

Con la llegada del verano deberás hacer frente a una muda, con lo que necesitarás incrementar la frecuencia del cepillado. Tras cambiar de pelo, pasarán la temporada estival con un manto más corto. Otro aspecto positivo del mismo es que es hipo-alergénico.

Por otro lado, tanto los machos como las hembras son grandes padres y se quedarán junto a sus cachorros hasta que puedan valerse por sí mismos. Se recomienda que el Gato Siberiano solo se cruce con ejemplares de su raza y es conveniente que tengan únicamente una camada por año.

La salud del Gato Siberiano

Estos gatos poseen una salud de hierro debido a su origen rústico y a que se mantuvieron libres de cruces durante gran parte de su historia. Sin embargo, pueden sufrir algunas afecciones del corazón con mayor frecuencia que otras razas. Por ejemplo, la cardiomiopatía hipertrófica, que debe ser controlada para evitar un desenlace fatal.

Otros problemas de salud relacionados con la variedad son los nudos en la cola o las hernias umbilicales, dos condiciones que afortunadamente pueden tratarse sin demasiadas complicaciones.