El Sabueso San Huberto, también conocido como Bloodhound en inglés, es una magnífica representación de la nobleza canina dedicada al arte del rastreo. Con su poderoso sentido del olfato y su presencia majestuosa, esta raza ha ganado reconocimiento y admiración en todo el mundo. Tiene raíces profundas que se remontan a los monasterios de San Huberto en Bélgica, donde los monjes criaban y perfeccionaban esta raza para el rastreo de grandes presas. Su linaje histórico se ha entrelazado con la caza de nobles y reyes, añadiendo una capa de prestigio a su legado.
Este sabueso se destaca por su increíble sentido del olfato, considerado uno de los más poderosos entre todas las razas caninas. Sin embargo, también es famoso porque, a pesar de su apariencia imponente, el Sabueso San Huberto es conocido por su temperamento apacible y amigable. Es un compañero leal y cariñoso, especialmente con su familia. Aunque puede ser independiente, su devoción a quienes ama es innegable.
Por otro lado, la capacidad de seguimiento del Sabueso San Huberto lo ha convertido en una herramienta invaluable para las fuerzas policiales y de rescate. Su habilidad para rastrear olores a largas distancias ha salvado vidas y resuelto casos de manera destacada.
Y es que, como habrás visto, el Sabueso San Huberto no solo es un ejemplo de elegancia canina, sino también un maestro en el arte del rastreo. Su historia, características únicas y utilidad práctica lo convierten en una raza fascinante que ha dejado una huella imborrable en el mundo canino.
Morfología de la raza Sabueso San Huberto
La cabeza del Sabueso San Huberto es larga y estrecha, creando una apariencia distintiva. Su cráneo es ancho y ligeramente abovedado, albergando un cerebro poderoso que trabaja en armonía con su destacado sentido del olfato. El hocico, largo y profundo, proporciona espacio para una cantidad considerable de células olfativas.
Una de las características más llamativas del Sabueso San Huberto son sus orejas largas y caídas. Estas orejas, conocidas como «orejas de melena,» están diseñadas para barrer el suelo mientras rastrean, capturando y guiando los olores hacia su fino sentido del olfato.
Por otra parte, los ojos del Sabueso San Huberto son grandes y expresivos, con una mirada melancólica que añade un toque distintivo a su apariencia. Esta expresión ocular, aunque triste, refleja la seriedad y concentración que demuestra durante el rastreo.
En cuanto al cuerpo del Sabueso San Huberto, es musculoso y bien proporcionado. Su pecho es amplio, brindando espacio para pulmones fuertes que le permiten seguir rastros durante largas distancias. Su espalda es recta y fuerte, proporcionando estabilidad y resistencia. El pelaje es corto y denso, con una textura suave al tacto. La capa externa es resistente a la intemperie, proporcionando protección contra elementos adversos mientras realiza sus labores de rastreo. Los colores típicos incluyen combinaciones de negro y fuego.
La cola del Sabueso San Huberto es fuerte en la base y se estrecha hacia la punta. Se lleva alta, proporcionando equilibrio y un elemento visual elegante. La cola contribuye a su postura majestuosa y confiada.
Y es que, en conjunto, la morfología del Sabueso San Huberto refleja la combinación de elegancia y funcionalidad. Cada característica está diseñada para potenciar sus habilidades de rastreo, convirtiéndolo en un perro excepcionalmente talentoso y estéticamente impactante.
Campeones de Sabueso San Huberto
Si bien hay innumerables razas ganadoras que suelen ser recordadas tras conquistar al público y al jurado en algún concurso o certamen, siempre tendremos en nuestros corazones a Huberto, perteneciente al criadero First Blood.
Este sabueso se hizo conocido por obtener el título de Campeón Argentino en 2002, Gran Campeón Argentino y Campeón Internacional en 2003, Mejor Adulto de la raza 2003 y Campeón Latinoamericano 2004. Está claro que arrasaba por donde iba.
¿Cuánto cuesta un cachorro de Sabueso San Huberto?
A pesar de lo que pueda parecer, el Sabueso San Huberto no es tan caro como crees. Su precio medio puede oscilar en torno a los 300 euros y los 800 euros. Aunque por supuesto, como bien hemos comentado en otras ocasiones, todo depende de la calidad del perro, el pedigrí, la edad y otros factores determinantes, como el criadero especializado en la raza donde vayas a comprarlo, que harán que el precio suba o baje.