El labrador retriever es un perro que ha ido ganando popularidad en las últimas décadas, gracias a sus características, que lo hacen especialmente recomendable para la compañía. Se trata de perros muy inteligentes, cariñosos y dóciles que pueden convivir con distintos tipos de familias, tanto en el campo como en la ciudad.

Pero, como cualquier otra raza, también tienen algunos puntos de alerta a los que conviene prestar atención para mejorar su calidad y su esperanza de vida. Hablamos de las enfermedades más frecuentes del labrador retriever en el siguiente artículo.

Artritis

Se considera que la artritis es un problema frecuente en los perros de raza labrador. Consiste en una alteración degenerativa de las articulaciones, que suele manifestarse con dolor considerable, cojeras, rigidez, dificultades en la movilidad, etc.

Conviene comenzar el tratamiento lo antes posible. Aunque no se pueda evitar la degeneración, si es posible aminorar su impacto. Puede tratarse con medicación, rehabilitación y medidas de manejo orientadas a mejorar la comodidad del perro.

Un peso superior al considerado óptimo para la raza (los labradores tienen tendencia a la obesidad) puede agravar el cuadro al sobrecargar las articulaciones. Estos ejemplares tendrían que iniciar una dieta para perder, en lo posible, los kilos que les sobran.

Otitis

La otitis es una infección del oído que puede afectar desde su parte más externa hasta la interna, caso que será más grave. En su origen se distinguen diferentes causas, como la propia conformación del oído, la presencia de cuerpos extraños, las alergias, la higiene inadecuada, etc.

Los signos clínicos generales que nos pueden alertar de la existencia de otitis incluyen secreción con mal olor, sacudidas de cabeza, dolor, posición ladeada de la cabeza, rascado, inflamación, enrojecimiento, etc.

Requiere tratamiento veterinario para aliviar el dolor e impedir que la enfermedad progrese hacia el interior del oído. Al saber que el labrador retriever tiene predisposición a sufrir este problema, se recomienda que los cuidadores presten especial atención a la salud de los oídos.

Obesidad

Para muchos cuidadores los kilos de más no son una enfermedad, sino una cuestión estética, pero lo cierto es que tanto la obesidad como el sobrepeso son condiciones que suponen una grave merma en la salud del animal.

La obesidad se ha relacionado con la aparición de distintas enfermedades, como puede ser la diabetes, y con el empeoramiento de otras, como la artrosis. Además, los perros obesos presentan intolerancia al ejercicio y al calor y más complicaciones en las intervenciones quirúrgicas y en la anestesia.

Por todos estos motivos, sobre todo en perros con tendencia a la obesidad, como se ha determinado que es el labrador, hay que cuidar la dieta, los premios comestibles y la actividad física.

Lipoma

Los lipomas son tumores benignos de tejido graso, que pueden llegar a alcanzar grandes dimensiones. Normalmente, se pueden palpar como bultos redondeados y de consistencia algo blanda. Son más comunes en los ejemplares de edad avanzada.

Al ser benignos, en principio no necesitarían tratamiento, pero, en función del tamaño que alcancen, su localización o el surgimiento de complicaciones, como ulceraciones en su superficie, sí podría valorarse su extracción.

Tos de las perreras

La tos de las perreras o traqueobronquitis infecciosa es una enfermedad respiratoria que se considera de fácil contagio. De ahí su nombre, pues se transmitiría con más rapidez en colectividades. Se debe a distintos patógenos, como bacterias y virus.

Es una de las enfermedades para las que se suele pedir vacuna cuando queremos dejar al perro en guarderías o residencias caninas. Su signo clínico característico es una tos seca. Según el ejemplar, puede cursar de forma leve o más grave, con fiebre, decaimiento, problemas respiratorios, anorexia, secreción nasal, etc.

Estas manifestaciones más graves son más habituales en cachorros. Si sabemos que el labrador retriever es propenso a la tos de las perreras, podremos incluir la enfermedad en su pauta de vacunación a modo de prevención.

Papiloma

El papiloma es un crecimiento benigno que puede aparecer en distintas partes del cuerpo. Visualmente, son verrugas causadas por el virus del papiloma, que solo afecta a los perros. Suelen curarse solas, pero algunas podrían derivar a formas malignas, por lo que es necesario ponerlo en conocimiento del veterinario.

Dependiendo de la localización de las verrugas, por ejemplo, en la boca, podrían aparecer distintos signos clínicos. En ocasiones, requieren la extracción, como cuando se ulceran, afectan a la visión, etc.

Dermatitis húmeda

La dermatitis húmeda es una afección dermatológica aguda y local con diferentes causas, entre las que se encuentra un pelaje largo y tupido como el que tienen los labradores. Se manifiesta como una zona húmeda, con exudado, inflamación y enrojecimiento, que aparece de forma repentina.

Suele ser bastante dolorosa, por lo que debemos acudir al veterinario cuanto antes para iniciar la medicación. Para prevenir este trastorno debemos cepillar al perro con regularidad y secarlo, por completo, cada vez que se moje.

Trastornos digestivos

Los últimos estudios han señalado que los labrador retriever son más propensos a padecer trastornos digestivos, en concreto, diarrea. Con diarrea nos referimos a la eliminación de heces líquidas con una frecuencia mayor de la habitual. El cuadro puede ser agudo o crónico, si se prolonga en el tiempo, y más o menos grave.

En cualquier caso, la diarrea que no remite es motivo de consulta con el veterinario, quien deberá establecer la causa e iniciar el tratamiento más adecuado. Este puede comprender desparasitación, antibióticos, antiinflamatorios, dieta específica, etc.