El Singapura es un gato de talla pequeña y carácter sociable y cariñoso, características que lo convierten en una excelente compañía para cualquier hogar. Pero, por desgracia, es una raza rara y no es fácil conseguir un ejemplar.

Datos básicos

  • Peso: 2-3 kg.
  • Tamaño: pequeño.
  • Esperanza de vida: 15 años.
  • Ideales para: se adaptan a cualquier hogar, puede que con predilección por familias con niños y otros gatos.

La historia del Singapura, el gato más pequeño del mundo

El origen de esta raza felina parece situarse en la ciudad de Singapur. «Singapura» es el término malayo que designa esta ciudad y tiene el significado de «ciudad de los leones». En su alcantarillado vivían estos gatos, gracias a su pequeño tamaño. De hecho, se considera el gato más pequeño del mundo.

Parece que surgió hace unos 300 años, resultado del cruce entre gatos de diferentes partes del mundo que llegaban a la ciudad en barcos y felinos silvestres autóctonos. Por desgracia se consideraron una plaga y sufrieron campañas de exterminio tan radicales que en 1970 se registraban tan solo unos cuantos ejemplares. Fueron trasladados a los Estados Unidos.

Este viaje puede explicar que sus orígenes no estén del todo claros. Los gatos exportados se consideran los fundadores de la raza, en la actualidad ya difundida a otros países, aunque el número de ejemplares es limitado al anteponer la preservación de la salud y las características del estándar a la mera reproducción. La FIFe la reconoce en 2014.

Todas las características del gato Singapura

Son esbeltos, elegantes y musculados. Aunque de pequeño tamaño, destaca la solidez de su cuerpo. Las patas son musculosas y de hueso fino. Los pies son pequeños, ovalados y de almohadillas negras. La cabeza es redondeada y pequeña, de hocico ancho y corto. La nariz es salmón bordeada de negro. Las almohadillas de los bigotes están muy marcadas.

Los ojos son grandes, almendrados y de expresión alerta. Se disponen ligeramente inclinados y se presentan en varios colores, como el verde, el avellana o el amarillo. El estándar no admite el azul. Tienen un contorno negro. Las orejas son grandes, de base ancha y puntiagudas. Se inclinan hacia adelante. La cola es delgada y tiene la punta roma.

Su pelaje es muy corto y fino. En cada pelo se distinguen bandas de color negro, marrón o marfil. Es más oscuro en el lomo, la cola y las patas. Por su parte, la zona pectoral y ventral muestra un tono marfil más claro. Presenta un patrón tabby. En general, su aspecto recuerda al Abisinio, al Siamés y al Burmés, razas que se creen involucradas en su creación.

Comportamiento del gato Singapura

Se trata de gatos tranquilos, cariñosos y sociables, aunque pueden mostrarse reservados y tímidos en un inicio. Por eso es bueno que los adaptemos a nuestro hogar de forma paulatina. Con paciencia y dándoles su tiempo pueden congeniar también con los desconocidos.

Les gusta acompañar a sus cuidadores y buscan el contacto físico. No es extraño que se suban a su regazo o sobre sus hombros. Pueden seguirlos por todas las habitaciones de la casa. Además, sienten predilección por los lugares elevados desde los que observar y controlar su entorno. Son gatos bastante activos, alegres y juguetones durante toda su vida.

Pueden aprender con facilidad y son inteligentes, curiosos y exploradores. No tienen problemas si deben vivir con niños u otras especies animales. De hecho, se recomienda que tengan alguna compañía. Por ejemplo, disfrutan jugando y descansando junto a otro gato. Su maullido es suave.

Cuidados de la raza Singapura

En cuanto al aseo, las características de su pelaje hacen que su mantenimiento sea muy sencillo. Agradecen sesiones de cepillado de vez en cuando, que, además, refuerzan el vínculo con su cuidador. Utiliza siempre un cepillo adecuado para este tipo de pelo o un guante.

Dada su actividad, necesitan disponer de espacio en el que poder correr, saltar, trepar, rascar, jugar, etc. Son muy importantes los lugares elevados, a los que les gustará acceder. También es básico que le dediquemos tiempo para interactuar con él y animarlo a mantenerse activo. Podemos decantarnos por los juguetes de inteligencia.

Disponiendo de un espacio adaptado y de las suficientes atenciones pueden vivir sin problema en un apartamento. De hecho, están felices en la tranquilidad que supone una vida en el interior. Con atenciones nos referimos a que no son gatos aptos para quedarse solos durante todo el día.

Prevención de problemas de salud en el Singapura

De momento no se registran enfermedades que afecten con mayor probabilidad a esta raza, con lo que podemos considerar que gozan de buena salud, siendo gatos fuertes y resistentes.

Por ello, en principio, podemos ceñirnos a los cuidados veterinarios básicos para cualquier otro felino. Esto es, revisiones, como mínimo una al año, desparasitaciones internas y externas periódicas, vacunaciones y revacunaciones y castración.

En cuanto al aspecto psicológico, los Singapura necesitan que les prestemos atención y compañía. Si se pasan el día solos pueden acabar por desarrollar problemas de comportamiento debidos al estrés.