El gato Munchkin es muy peculiar debido a su aspecto asalchichado, con el cuerpo alargado y las patas muy cortas. Pero esta estética no debe llevarnos a engaño, ya que son gatos que trepan, juegan y saltan como cualquier otro.
Datos básicos
- Peso: 2-4 kg, siendo las hembras algo más pequeñas.
- Tamaño: pequeño.
- Esperanza de vida: 15 años.
- Ideales para: familias y personas de edad avanzada que pasen tiempo en casa.
Origen e historia del gato Munchkin
El origen del gato Munchkin se sitúa en los Estados Unidos, en concreto en Louisiana. A día de hoy no se encuentra difundido fuera del país salvo excepciones. Hasta la década de 1980 no se hizo una descripción de gatos de este tipo con vistas a constituir una raza. A partir de ese momento también empezaron a desarrollarse los programas de cría.
Antes de la Segunda Guerra Mundial se habían notificado avistamientos de este tipo de gatos en diferentes países, pero no se había iniciado la cría. La raza surge fruto de una mutación genética natural que tiene como resultado la aparición de unas patas mucho más cortas de lo normal. Esta característica se mantuvo realizando cruzamientos selectivos.
Hay dos variedades, una de pelo corto y otra de pelo semilargo. Eso sí, la raza no está todavía reconocida por la Federación Internacional Felina. Del cruce de esta raza con el Curl, nació una nueva raza denominada Kinkalow (aun no reconocida por la federación fenila).
Características del gato Munchkin
Por supuesto, la característica física que más va a llamar la atención son las patas, muy cortas e incluso ligeramente inclinadas. Las patas traseras son un poco más largas. Eso sí, son extremidades fuertes y musculadas. Los pies son redondeados.
Por su parte, el cuerpo es alargado y grueso, de pecho redondeado. La cabeza también es redondeada, con una frente algo aplanada. Las orejas son triangulares, pequeñas y tienen la base ancha y las puntas redondeadas. Los ojos son grandes, almendrados y están separados y ligeramente inclinados. Transmite todo él una sensación de redondez.
El manto es de textura sedosa. Puede ser corto o semilargo. En estos últimos ejemplares la cola presenta pelo mullido. El subpelo es bastante abundante. Aparece en todos los colores y patrones. Son más comunes los tonos blancos, azules, cremas, plateados y marrones.
Temperamento del gato Munchkin
Aunque podamos pensar que por la longitud de sus patas el gato Munchkin tiene dificultades para correr, trepar o saltar, lo cierto es que no se aprecian diferencias con otras razas felinas en cuanto a la agilidad o la velocidad. De hecho, el Munchkin muestra un nivel de actividad considerable. Son gatos aptos para la convivencia con niños.
A esta relación ayuda su carácter dócil, tranquilo, muy juguetón, curioso y sociable, incluso con las visitas. Van a disfrutar de compañía para correr, trepar y jugar. Además, si en casa tenemos otros animales, como los perros u otros gatos, el Munchkin se adaptará bien a vivir con ellos. Son muy cariñosos y les gusta recibir mimos.
Es habitual encontrarlos sobre el regazo y que acompañen a sus cuidadores en cualquier actividad. Les encanta la compañía, les gusta estar en casa y no llevan bien la soledad. Al menos deberían poder contar con la presencia de otros animales, de su especie o de otra. Como curiosidad, gracias a su inteligencia son capaces de aprender algunos trucos.
Cómo cuidar a los gatos Munchkin
Estos gatos se adaptan a la vida en un apartamento, aunque también podrían disfrutar de un pequeño patio o jardín. Al desplegar una actividad comparable a la de cualquier otro gato, van a presentar las mismas necesidades ambientales.
Esto quiere decir que deben contar con rascadores, mobiliario al que poder trepar, escondites, lugares donde refugiarse o vigilar, juguetes caseros o comprados, etc. Es importante ofrecerles una alimentación de calidad adaptada a su etapa vital y no excedernos en cantidades ni en premios, ya que podrían aumentar de peso.
En cuanto a la higiene del manto, basta con cepillados de vez en cuando, más frecuentes cuanta mayor longitud tenga el pelo. De esta forma lo mantenemos en buen estado y retiramos pelo muerto que el gato podría ingerir durante su aseo diario. A nivel afectivo, requieren mucha atención.
Salud y prevención de enfermedades del Munchkin
Aunque la forma y la longitud de sus patas pueden recordar a las de los Basset hound, Teckel y otras razas caninas, lo cierto es que, en cuanto a la salud, no se aprecian ninguna de las enfermedades asociadas a esta morfología en los perros. Por lo tanto, no parecen sufrir problemas en columna vertebral, cadera o extremidades.
Esto puede deberse a que la anatomía del gato es bastante diferente a la canina, aunque visualmente las patas nos parezcan iguales. Al ser una raza reciente todavía no se han registrado enfermedades a las que tenga tendencia. Sí debemos controlar su alimentación, pues podría engordar. La obesidad predispone a padecer enfermedades y agrava otras.
Para mantener al gato en su peso ideal, además de respetar la ración diaria, debemos proporcionarle oportunidades para ejercitarse. En cuanto al aspecto psicológico, no son gatos adecuados para que los dejemos solos en casa durante horas. Esta situación les supondría un estrés que puede ocasionar distintos problemas de comportamiento.