¿Dirías que los gatos persas y los exóticos guardan relación? Ambas razas comparten una mirada dulce, un carácter cariñoso y una indudable belleza que los convierte en dos de las razas felinas más queridas del mundo. Sin embargo, al margen de su vinculación genética, difieren en varias características, tanto físicas como de temperamento.
Aunque se trata de razas que destacan por su docilidad y carácter cariñoso, las diferencias existentes decantan su idoneidad hacia un determinado perfil de tutor.
Origen del gato Exótico
Esta raza fue creada a mediados del siglo pasado por la jueza de razas felinas Jane Martinke. Su propósito al cruzar un British de pelo corto con una Persa plateada era obtener una nueva raza que recordara al Persa en su versión de pelo corto. El resultado inicial no le agradó. Sin embargo, la raza pronto logró gran popularidad entre los amantes de los gatos.
Fue reconocida en 1967 por la WCF (World Cat Federation) y por la TICA (The International Cat Association). Los primeros ejemplares fueron bautizados como Sterling. Dada su aceptación, Jane Martinke se vio obligada a buscar otra denominación para la raza más acorde a su apariencia. En su evolución también se ha recurrido a la raza Burmés.
Diferencias en sus características físicas
Los exóticos, además de ser más pequeños que los persas y de tener el pelo corto, presentan otras diferencias físicas con sus antecesores. Sus ojos son más grandes y su cabeza más redonda, lo que redunda en una expresión facial única, exclusiva de esta raza.
Su nariz es chata y ello les confiere cierta dificultad para enfriar o calentar el aire que respiran. Con el paso de los años, sobre todo, si hace calor o se sienten excitados pueden experimentar dificultades para respirar. Al igual que los persas, su conducto nasolagrimal no retiene las lágrimas. Estas se acumulan alrededor de los ojos y forman manchas oscuras.
Pese a tener el pelo corto, es más largo que el del resto de razas cómo el British shorthair. Es espeso y muy suave al tacto. Los colores más usuales son el blanco, el azul, el negro, el marrón y el naranja. En cuanto a los patrones, los más repetidos son el bicolor en combinación de alguno de los antedichos con el blanco, así como los atigrados, tricolor y los smokey.
Diferencias de carácter
El comportamiento es, si cabe, el aspecto en el que más se ensanchan las diferencias con el persa. Así, los exóticos hacen gala de un temperamento más abierto, activo y flexible que el de los persas. Son más curiosos, necesitan más de la interacción y del juego y se llevan bien tanto con los niños y los desconocidos como con otras mascotas.
Disfrutan de las nuevas experiencias y se adaptan bien a los cambios, algo que los persas no toleran. Prefieren la tranquilidad, el silencio y rodearse solo de los suyos. Los exóticos no llevan bien quedarse muchas horas solos y tienden a elegir a un miembro de la familia como su favorito. Si eres tú el afortunado, te seguirá a todas partes.
Cuidados básicos del exótico
Su pelo es tan denso que agradece un cepillado recurrente. Tres veces por semana con un cepillo de cerdas pequeñas y separadas es suficiente. Hazlo a diario durante los meses de muda (primavera y otoño) para eliminar los restos de suciedad y el pelo muerto. Su manto lucirá más brillante al conservar el equilibrio de sus aceites naturales.
El baño no es imprescindible, como sí ocurre con el persa. Eso sí, la higiene de los ojos es prioritaria a fin de prevenir las manchas oscuras que causa el contacto de las lágrimas con el aire al oxidarse. A diario pásale una gasa estéril humedecida en agua o en suero fisiológico. Las orejas y los dientes deben ser higienizados una vez por semana.
Por su propensión a engordar, y para facilitarle liberar esa energía, a los exóticos les viene bien ejercitarse a diario a través del juego compartido. Su dieta debe ser rica en proteínas y baja en cereales. Tenlo en cuenta al elegir su pienso o consúltalo con tu veterinario si tienes dudas. Los juguetes interactivos le servirán para sobrellevar mejor los ratos en soledad.
Enfermedades más comunes
En cuanto a la salud, las diferencias entre ambas razas son escasas. Los exóticos son proclives a sufrir enfermedades de tipo oftalmológico y respiratorio. Aparte de las manchas oscuras, si la higiene de sus ojos no es la adecuada tienden a desarrollar infecciones oculares por bacterias.
Para no agravar los problemas respiratorios procura no excitarlo ni exponerlo a ambientes calurosos. En comparación con el persa, en el exótico existe una menor prevalencia del riñón poliquístico y de la cardiomiopatía hipertrófica, aunque es innegable que se trata de patologías que también afectan a estos gatos.
Las maloclusiones dentales y afecciones dermatológicas como la seborrea oleosa (o dermatitis seborreica) son otras de las enfermedades a las que deberías prestar atención como tutor. Nada que las consultas rutinarias al veterinario no puedan detectar a tiempo para minimizar su impacto en la calidad de vida de tu mascota.