Cariñosos y vivarachos, los Norfolk Terrier son compañeros fieles y juguetones, muy apegados a su familia. Estos diablillos de pelo de alambre están dispuestos a todo. Tienen fama de astutos y, por su tamaño y adaptabilidad, son buenos viajeros.

¿Te fascina la raza y quieres conocer más curiosidades de la variedad? Sigue leyendo para descubrir algunos de sus rasgos distintivos.

Deben su nombre a un condado inglés

Estos canes deben su nombre al condado de Norfolk, situado al norte de Londres. Es aquí donde, en sus orígenes, estos intrépidos de patas cortas solían verse con mayor frecuencia.

Otros nombres que han tenido son: Norwich Terriers y Jones Terriers. Se cree que los Border Terrier, los Cairn y los Glen of Imaal tuvieron gran influencia en su desarrollo.

Cómo distinguirlos de sus primos

Aunque los Norfolk Terrier son muy parecidos a los Norwich Terrier actuales, hay un rasgo distintivo que te sacará de dudas: las orejas.

Mientras que estos últimos las tienen erectas y puntiagudas, las de los Norfolk están caídas.

Inicialmente ambos eran considerados una misma raza, pero con el tiempo los dos tipos divergieron.

En la segunda mitad del siglo XX, el Canadian Kennel Club y American Kennel Club (AKC) consideraron a estos ratoneros como una variedad distinta.

Uno de los Terrier de trabajo más pequeños

¿Sabías que los Norfolk son uno los Terrier de trabajo más pequeños que existen? Con unos 25 centímetros de altura a la cruz estos pequeñines saben hacerse notar igualmente.

Según la Federación Cinológica Internacional (FCI), es un trabajador que “no claudica ante la fiereza de un adversario”, en referencia a su valentía.

Robusto y siempre en alerta, es un buen guardián al que no se le escapa ni un solo roedor. Fue criado para trabajar en manada, por lo que es más gregario que un Terrier típico.

Originalmente, los Norfolk fueron destinados a la caza de zorros y alimañas en los graneros ingleses. Por eso, aún mantienen un fuerte instinto de presa.

Este dato es importante si tienes hurones o un hámster en casa. En ese caso, si piensas adoptar a un ejemplar de esta raza canina, ten en cuenta que la convivencia puede ser complicada.

Tiene un carácter afable

El Norfolk Terrier tiene un carácter bastante alegre. Aunque puede ser terco, tiene uno de los temperamentos más suaves del grupo Terrier junto con los Norwich y los Border.

No acostumbra a dar muestras de agresividad, si bien puede ladrar bastante si no ha sido instruido de manera adecuada. De ahí la importancia de una buena socialización desde pequeño. Es un perro inteligente y fácil de entrenar, pero ¡ojo!, también aprende malos hábitos con rapidez.

Populares entre los universitarios de Cambridge

El salto del campo a la ciudad de los Norfolk Terrier se produjo cuando unos estudiantes de la Universidad de Cambridge los adoptaron para ayudarles a exterminar las ratas que había en el campus. Terminaron siendo muy populares y apreciados.

Esto marcó un cambio en la evolución de la raza, haciéndola más refinada a través de diversos cruces realizados por criadores como Frank Jones, R.J. Lee y Phyllis Fagan. Fue entonces cuando comenzaron a exportarse a tierras americanas.

Norfolk Terrier famosos

Horstead Mick fue un semental de esta variedad del siglo XX que aún hoy aparece en muchos pedigríes. De hecho, fue el abuelo de grandes campeones.

Otra hembra que dejó huella fue Brownie: de ella descienden un buen número de Norfolk Terriers de linaje, premiados en muchos concursos caninos.

No es un perro fácil de conseguir

Las camadas de Norfolk Terrier no son muy numerosas, lo que hace que conseguir a uno de estos perros no sea tarea fácil. Además, los cachorros son muy delicados en sus primeras semanas de vida. En consecuencia, la demanda suele ser mayor que la oferta.

Si bien de adultos son perros fuertes y saludables, para reducir el riesgo de enfermedades genéticas como la insuficiencia mitral lo recomendable es acudir siempre a criadores responsables y debidamente autorizados.

Un metabolismo rápido

Por su tamaño, estos canes tienen un estómago reducido junto con un metabolismo rápido. Esto implica que queman energía enseguida. Por eso, tienen que comer pocas cantidades, pero más a menudo que otras razas.

El pienso de grano pequeño es más adecuado para su boca, pues, además, estimula la masticación y hace que digieran mejor la comida.