El Caniche es uno de los perros más vistos en nuestra sociedad, pero ¿sabías que existen varios tamaños y variedades? Hoy hablaremos del Caniche gigante y su increíble historia por la corte francesa y por las Islas Británicas.
Este querido perro ha supuesto un antes y un después para la vida de muchas personas, sobre todo de los ancianos. Y es que, está considerado como “el perro ideal” para los hogares. Si todavía no sabes por qué, sigue leyendo y no te lo pierdas.
Historia del Caniche gigante
Por si no lo sabías, el Caniche gigante fue originado con el objetivo de cazar patos o cisnes, (o en su defecto, cualquier tipo de ave), pero como suele suceder a menudo, a lo largo de su historia llegó a desempeñar distintas funciones.
De hecho, en una ocasión fue utilizado como perro de circo, lo cual en cierto modo le aportó mucho más reconocimiento y fama hasta llegar a convertirse en el popular perro de compañía que es hoy en día.
Durante la Guerra Franco-Prusiana, entre 1870 y 1871, fue cuando comenzó realmente la difusión de la raza, pero esta solo era destinada a un público muy selecto: millonarios y aristócratas, aunque a día de hoy el Caniche gigante puede verse en cualquier casa como animal de compañía.
De hecho, llegó a ser tan famoso y querido que el Caniche gigante fue la raza original de la que salieron el resto de perros que conocemos en la actualidad como el mediano, el enano y el toy.
Origen y procedencia del nombre “Caniche”
A diferencia de otros perros cuyos nombres se les ha puesto en base a su lugar de nacimiento o en honor a su creador, como el San Huberto, el Caniche, también conocido en algunos países como Poodle, es una raza francesa cuyo nombre tiene su origen en su forma.
De esta manera, el origen del nombre de Caniche proviene del perro barbet o perro de agua francés. Se cree que «poodle» viene de «pudel», palabra alemana que significa “aquel que juega en el agua”, mientras que por otra parte, el término «Caniche» proviene de «canichons» haciendo referencia a «patito» o «pato pequeño» en francés, siendo este el término que recibían los perros barbets de menor tamaño.
El Caniche gigante y las obras de arte francesas
Como bien hemos comentado en otras ocasiones, los perros han sido la inspiración perfecta para innumerables artistas y pintores. Y es que, como la mayoría han formado parte de la realeza, como también es el caso del Caniche gigante, han aparecido en una gran cantidad de cuadros y obras de arte.
De hecho, a partir del siglo XVI, el Caniche gigante alcanza su máximo esplendor, siendo uno de los perros más codiciados por la realeza y considerado como “uno de los más bellos del momento”.
Por ello, no es de extrañar poder encontrarlo en grandes obras de arte de Goya o Alberto Durero. Sobre todo en tiempos de Luis XVI de Francia, quien era muy conocido por llevar a su Caniche gigante a todas sus visitas reales.
El Caniche gigante y su éxito en gran Bretaña como “el perro trufero”
Una vez que el Caniche gigante tuvo sus bases bien asentadas en toda la familia real francesa y en la sociedad, los tres tamaños originados del Caniche gigante y éste mismo, marcharon hacia las Islas Británicas. Y es que, al enterarse de la gran fama y popularidad que estaba cogiendo el perro en el territorio francés, los ingleses les pidieron algunas importaciones.
Su posterior aparición en exposiciones y en la corte británica confirmó que el Caniche gigante era el perro que todo el mundo quería tener. Especialmente para los ancianos, quienes, al vivir solos descubrieron que en el momento en que traían un Caniche a sus hogares, obtenían una nueva calidad de vida.
Aunque particularmente, en Reino Unido, el Caniche gigante también llegó a tener otro tipo de fama: la del “perro trufero”. Y es que la trufa, era la exquisitez localizada y desenterrada por este perro. Un don que todos aplaudían y un motivo más por el cual en Gran Bretaña quisieron tenerlo en los campos y terrenos a las afueras de las ciudades.