Si te decimos el nombre de “Dürrbächler” quizá no te suene de nada, pero a lo mejor “Boyero de Berna” si lo hace. Y es que este famoso y conocido perro ha sido muy solicitado durante años por gran parte de Suiza, Alemania y Francia. ¿El motivo? Su increíble carácter tan afable, leal y tranquilo.
Este perro ha sido uno de los pocos que han ayudado en las guerras y cuya inteligencia lo ha salvado de una larga vida protegiendo solo el ganado.
Si quieres saber más sobre el Boyero de Berna y todo lo que ha hecho a lo largo de su historia, no te pierdas este artículo donde te contamos los datos más interesantes de esta raza.
Historia de la raza Boyero de Berna
Aunque no tiene un origen totalmente confirmado, se estima que el Boyero de Berna procede del siglo XX y que entre sus antepasados figuran los Molosos y Mastines, que llegaron a la región alpina con los romanos.
Durante estos años, el Boyero de Berna estaba especialmente vinculado al pueblo de Dürrbach y, según cuenta, más concretamente se encontraba en el patio de las hostelerías más solicitadas, un punto de encuentro para lugareños, viajeros y comerciantes de la ciudad que, cada vez que acudían a Dürrbach se encontraban con este gran acompañante que residía en esa zona.
De hecho, el origen de su nombre, (el antiguo), Dürrbächler, hace referencia a esta región del cantón de Berna, donde esta raza era comúnmente conocida entre todos las personas que pasaban por allí. Por ello, en sus comienzos llegó a adquirir ese nombre.
Su inteligencia le llevó a dar un gran cambio en su vida
Como ocurre con la mayoría de los perros, por lo general se utilizaban como perros de pastoreo y protección de las fincas y granjas, y es lo que al principio sucedió también para el Boyero de Berna. Aunque también, en ocasiones fue utilizado como animal de tiro cuando el granjero tenía que llevar a vender la leche de las vacas que el propio perro cuidaba.
Pero lo más curioso de todo es que, más allá de eso, posteriormente y gracias a su inteligencia, el Boyero de Berna comenzó a utilizarse con otro tipo de objetivo: ahora sería usado como perro de salvamento.
Y es que, su carácter tranquilo, fiel, afable y meticuloso hacían que su entrenamiento fuera sencillo, convirtiéndose en uno de los mejores perros para ayudar en las guerras. Lo que le supuso un salto y un gran cambio en su vida. Esto le llevó a ser reconocido a nivel nacional en Alemania y posteriormente en Francia e Inglaterra.
El éxito del Boyero de Berna y la fundación de su club
Como bien hemos comentado en otras ocasiones, cuando un perro entra en un club oficial, monta el suyo propio o gana ciertas exhibiciones, es cuando realmente se hace conocido mundialmente.
De hecho, gracias al consejo de un mesonero bernés, el perro de Dürrbach, también conocido como el Boyero de Berna, fue inscrito por primera vez en una exhibición en 1902. El interés por este gran y precioso perro tan elegante y refinado hizo que todas las miradas se pusieran sobre él, creciendo con ello su amor en toda la región suiza.
Su nombre comenzó a hacerse cada vez más popular en cada exhibición a la que iba, llegando a tener que fundar su propio club. En 1907 se creó el Club del Boyero de Berna, la cual consiguió que el objetivo fuera la cría de pura raza de este perro.
De Dürrbächler a Boyero de Berna: El motivo del cambio de nombre
Si bien es conocido como Boyero de Berna, antiguamente su nombre original era el de Dürrbächler, en honor a la ciudad donde se crió. La propuesta del cambio de nombre se debió al geólogo y cinólogo suizo Dr. Albert Heim, quien colaboró en el primer estándar de la raza.
El motivo del cambio de nombre no fue otro que intentar “internacionalizarlo” más, ya que, en un principio guardaba más parentesco con los Boyeros Suizos, mientras que este cambio le aportó una mayor salida fuera de las fronteras suizas. De ahí que el Dürrbächler pasase a ser conocido como Boyero de Berna.