Lograr que un perro haga sus necesidades en el sitio apropiado es fundamental para una buena convivencia. Para ello será necesario que le enseñes varias pautas básicas. En este proceso la paciencia y la firmeza serán tus principales aliados. Continúa leyendo para descubrir cómo educar a un perro para que orine en un solo lugar.
Si aprenden desde pequeños es mejor
Tanto los canes adultos como los cachorros pueden aprender a controlar sus vejigas. Sin embargo, si les enseñas desde pequeños, este proceso será mucho más fácil para él y para ti.
Los cachorros comienzan a alejarse de su madre para orinar entre las 3 y las 7 semanas de vida. A partir de la octava semana, y hasta el sexto mes, adquieren la preferencia por un sustrato particular para hacer sus necesidades. Por tanto, es el momento ideal para inculcarle los hábitos higiénicos.
Después de los seis meses un perro ya tiene la capacidad de controlar sus impulsos. Con esta información básica, ya estás preparado para comenzar con su entrenamiento. ¿Quieres saber cómo hacerlo correctamente? Veamos.
Prepara el lugar adecuado para sus necesidades
Un cachorro, sin todas las vacunas obligatorias, no puede salir a pasear fuera de casa. Por eso, si son muy pequeños, adapta un lugar en el interior de la vivienda para que haga sus necesidades. En el rincón elegido pon periódicos o toallitas húmedas para perros. Las puedes conseguir en cualquier veterinaria.
También puedes colocar una tela impregnada con su pis para que vaya identificando ese lugar como suyo. De este modo podrás guiarle para que no deje sus marcas en todas las paredes de casa. Por último, procura que sea un lugar de fácil acceso para el can y que esté alejado de donde come y duerme.
No dejes de prestar atención al reloj
Los cachorros tienen vejigas pequeñas, por lo que su necesidad de orinar es mayor que la de los adultos. Hasta los 3 meses un can orinará entre 8 y 9 veces por día. A tu favor tienes que los perros establecen muy rápido sus rutinas, también en estos casos.
Lo más probable es que un cachorro orine 15 o 20 minutos después de cada comida, al levantarse de dormir y luego de una sesión de juegos. Estos son los momentos en los que deberás llevarle al lugar que tengas preparado.
La siguiente fórmula también puede serte de ayuda. Se ha concluido que los cachorros pueden aguantar sin orinar la cantidad de meses que tienen más uno. En el caso de un pequeño de tres meses, podría estar como máximo cuatro horas sin mostrar esta necesidad.
¿Y a la hora de dormir?
Es seguro que el pequeño no podrá aguantarse toda la noche sin orinar. Durante los primeros meses la mejor solución es asegurar los alrededores de su cama con papel. A medida que vaya creciendo y aprendiendo el hábito de usar su lugar podrás ir eliminando este recubrimiento.
Por las noches también es recomendable restringir la cantidad de agua que bebe y darle de cenar entre 3 y 4 horas antes de que duerma. Así habrá hecho pipí antes de acostarse y los riesgos serán menores. Aunque nosotros recomendamos dejar agua a su disposición toda la noche.
Enfócate en los premios, no en los castigos
Los perros no son máquinas y tu cachorro seguramente se equivocará de lugar o no aguantará las ganas de orinar en más de una ocasión. La paciencia es fundamental. Evita enfadarte y mucho menos gritarle o castigarle físicamente. Con esto solo lograrás que te tenga miedo o que desarrolle conductas agresivas.
Si ves que hace pis donde no corresponde, basta con que le digas “NO” de manera firme. No dejes pasar mucho tiempo antes de regañarle. De lo contrario no entenderá a qué se debe la reprimenda.
Por el contrario, cuando el pequeño evacúe en el sitio indicado, nunca te olvides de premiarle, felicitándole o acariciándole el lomo. Así asociará esta acción con el premio y su conducta se reforzará positivamente.
De vez en cuando puedes ofrecerle algo comestible que le agrade, pero sin excederte para no relacionar el alimento con la hora de ir al baño. Si sigues estas pautas no tardarás mucho en conseguir buenos resultados. Cuando se les enseña con cariño y responsabilidad, los perros aprenden rápido.
