La cardiomipatía dilatada canina es tan grave como silenciosa. Esta afección ataca el corazón del can, pudiendo causarle la muerte. Como enfermedad es difícil de identificar, ya que sus consecuencias no son evidentes hasta que se encuentra en una fase muy avanzada. Familiarizándote con sus causas, síntomas y tratamiento, podrás detectarla y actuar en consecuencia.

¿Qué es la cardiomipatía dilatada canina?

Aunque esta dolencia ataca principalmente al corazón, sus consecuencias se expanden al resto del organismo del perro. La enfermedad provoca que las fibras musculares de este órgano vital se contraigan y que las paredes cardíacas se hagan más finas.

Los compartimentos internos del músculo se dilatan y así se llega a un corazón deformado, excesivamente grande y sin fuerza suficiente para bombear la sangre de manera adecuada. Esta falta de potencia hace que no funcione correctamente y que se acumule líquido en los pulmones y en el abdomen.

Tal situación desemboca en una insuficiencia cardíaca. Pero no solo el corazón sufre, también los riñones. Por eso, comienzan a dañarse por una falta de suministro de sangre y oxígeno.

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Principales síntomas de esta afección

Los signos de la cardiopatía dilatada canina no son evidentes durante gran parte de su desarrollo. Es habitual que el corazón afectado funcione de forma anormal durante muchos años sin que el can muestre síntomas clínicos contundentes.

Muchas veces se descubre por accidente durante pruebas relacionadas con otra patología o cuando el daño ya es considerable. Entre los síntomas más comunes encontramos:

  • Dificultades respiratorias.
  • Mala reacción al ejercicio físico.
  • Apatía, falta de ganas de jugar o de estar activo.
  • Vómitos.
  • Desmayos o episodios de colapso.
  • Agitación y nerviosismo.
  • Tos.
  • Temperatura corporal baja.
  • Falta de apetito y pérdida de peso.
  • Arritmia o soplos cardíacos.
  • Edema pulmonar.
  • Lengua azulada.
  • Hinchazón del abdomen por acumulación de líquido.
  • Congestión hepática o del bazo.

Si detectas uno o varios de estos signos en el perro, acude al especialista para que pueda revisarlo. Solo así podrás saber a ciencia cierta si el can tiene éste u otro problema de salud.

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¿Qué origina la cardiomipatía dilatada canina?

Estamos ante una enfermedad idiopática ¿Qué significa esto? Que no se conocen sus causas exactas. Varias hipótesis la relacionan con una mala nutrición o con un episodio de intoxicación, mientras que otras propuestas apuntan a que surge a partir de infecciones por virus o protozoos.

Asimismo, la predisposición genética o un sistema inmunitario demasiado débil también podrían actuar como detonantes. Debido a esta falta de pruebas concluyentes, se hace difícil trabajar en su prevención. Lo que sí es seguro es que las razas grandes y gigantes son las más propensas a padecer la enfermedad, junto con algunas medianas. Los perros más proclives de todos son:

  • Antiguo Pastor Inglés
  • Bóxer
  • Cocker Spaniel Americano
  • Cocker Spaniel Inglés
  • Dálmata
  • Dóberman
  • Golden Retriever
  • Gran Danés
  • Lebrel afgano, escocés o irlandés
  • Perro de aguas portugués
  • San Bernardo
  • Schnauzer
  • Springer Spaniel
  • Terranova

¿Cómo se puede detectar una cardiomipatía a tiempo?

Para identificar los primeros indicios de esta dolencia se recurre a un examen físico y a las auscultaciones. Otras herramientas de monitorización del corazón, como las radiografías, los electrocardiogramas o los ecocardiogramas, pueden ayudar a recabar información.

Por ejemplo, una radiografía torácica permite observar una posible dilatación cardíaca o la inundación pulmonar. El problema es que no todos los centros veterinarios cuentan con la misma tecnología.

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Tratamiento y cuidados de un perro con cardiomipatía dilatada canina

Para combatir la enfermedad es prioritario eliminar los líquidos retenidos alrededor del corazón, los pulmones y el abdomen del perro. Para ello se recurre a un tratamiento con diuréticos, que ayudan a evacuar este exceso de fluidos. También se recetan medicamentos para disminuir la cantidad de trabajo que el corazón tiene que realizar, para mejorar la capacidad del músculo cardíaco de contraerse y controlar posibles arritmias.

Un can con cardiomipatia debe evitar a toda costa el ejercicio intenso. Asimismo, debe seguir una dieta baja en sodio. En el caso de que haya desarrollado la enfermedad como resultado de una deficiencia de carnitina o taurina, tendrá que suplementar estos compuestos.

Actualmente no existe cura para esta dolencia en concreto. El tratamiento busca mejorar la calidad de vida del perro y frenar el desarrollo de la enfermedad. Lamentablemente, el pronóstico a largo plazo no es bueno para gran parte de los perros afectados. Un gran porcentaje no sobrevive más de dos años después del diagnóstico.

¿Se puede prevenir la cardiomipatía dilatada canina?

Al no conocerse con certeza cuál es la causa esta enfermedad, no es posible prevenirla. Si un can tiene predisposición genética para el desarrollo de esta dolencia, es poco probable que pueda evitarla.

Lo más habitual es no dejar que los ejemplares enfermos se reproduzcan, para que no transmitan la enfermedad a su descendencia. En cualquier caso, las visitas regulares al veterinario y la detección de este mal a tiempo son dos aspectos fundamentales para mantener la calidad de vida del perro una vez se presenta esta condición.

Bibliografía

  • Kittleson, M. Kienle, R. Medicina cardiovascular de pequeños animales. 2a Ed. 2000. CAP. 20, pp 319-337
  • Peddle, G. Sleeper, M. Canine idiopathic dilated Cardiomyopathy. Standards of Care. May 2009, vol 11.4.