La historia de la raza Burmés es un relato apasionante que se remonta a los misteriosos rincones de Asia. Originaria de Birmania (hoy Myanmar), esta raza ha cautivado a amantes de los gatos durante más de un siglo con su belleza y carácter encantador.
Historia de la raza Burmés
Los orígenes del Burmés se remontan al siglo XIX, cuando fueron descubiertos en los monasterios y palacios de Birmania. Estos gatos eran apreciados y considerados sagrados por la población local. A menudo eran regalados como obsequios especiales o eran criados en templos como compañeros devotos de los monjes. Se decía que los Burmeses tenían un papel protector en la comunidad, ahuyentando a los malos espíritus y brindando alegría a quienes los rodeaban.
Aunque los Burmeses eran venerados en su tierra natal, no fue sino hasta finales del siglo XIX y principios del XX que estos felinos hicieron su entrada en Occidente. Fue gracias a los esfuerzos de los marineros y viajeros que estos gatos llegaron a Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la raza sufrió una crisis durante la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos gatos fueron perdidos debido a los disturbios y la destrucción. Afortunadamente, un grupo dedicado de criadores trabajó arduamente para preservar la raza, lo que permitió su supervivencia y posterior expansión.
A lo largo de los años, los Burmeses fueron criados y refinados para desarrollar su apariencia actual y su carácter distintivo. Se seleccionaron cuidadosamente aquellos con pelajes más oscuros, ojos expresivos y constituciones sólidas. La raza también fue cruzada con otras razas como el Siamese para mejorar sus características.
Características del Burmés
El pelaje del Burmés es corto, suave y brillante, resaltando su elegante figura. Una de las características más notables de esta raza es su amplia gama de colores, que incluyen tonos sólidos como el sable (marrón oscuro), champagne (beige claro), blue (gris azulado) y platinum (plateado), entre otros. La intensidad y uniformidad del color en todo el cuerpo es un sello distintivo de la raza.
Tiene un cuerpo compacto y musculoso que denota su robustez y energía. Aunque no es tan esbelto como algunas otras razas, su figura es elegante y proporcionada. Su pecho es ancho y sus patas son de longitud media, lo que le otorga una presencia segura y atlética.
Carácter y temperamento
El carácter y temperamento del Burmés son dos de sus atributos más cautivadores y distintivos. Esta raza ha ganado el corazón de innumerables amantes de los gatos en todo el mundo gracias a su personalidad única y encantadora.
Una de las características más notables del Burmés es su profundo afecto y cariño hacia sus dueños. Estos gatos son extremadamente cercanos y disfrutan estar cerca de las personas. Les encanta acurrucarse en el regazo, recibir caricias y compartir momentos de intimidad con sus seres queridos. Su naturaleza cariñosa crea un vínculo fuerte y especial entre el gato y su familia.
Además, al Burmés le gusta formar parte de la vida cotidiana de su familia. Se unirá a ti mientras trabajas, te seguirá de habitación en habitación y buscará formas de involucrarse en todas tus actividades. Además, son conocidos por ser gatos conversadores que utilizan una amplia variedad de sonidos y vocalizaciones para comunicarse contigo y expresar sus deseos.
Cuidados básicos
Esta raza merece atención especial (al igual que otras razas) para garantizar una vida plena y feliz. Opta por un alimento de alta calidad y equilibrado, específicamente diseñado para gatos y asegúrate de que siempre tenga acceso a agua fresca y limpia.
También, aunque su pelaje no requiere tanto mantenimiento como el de algunas razas de pelo largo, cepillar a tu Burmés una o dos veces por semana ayuda a eliminar el pelo suelto y mantener su pelaje en buen estado.
Problemas de salud del Burmés
Los Burmeses, al igual que muchas otras razas de gatos, son propensos a problemas dentales como la acumulación de placa y la gingivitis. Por otra parte, algunos Burmeses pueden ser susceptibles a enfermedades respiratorias, como el síndrome respiratorio felino (SRF), debido a su estructura facial distintiva así como a enfermedades cardíacas, como la cardiomiopatía hipertrófica, que afecta el músculo cardíaco. Los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, letargo y pérdida de apetito. Consulta a tu veterinario si notas cambios en el comportamiento o la salud cardíaca de tu Burmés.
Los problemas renales también pueden afectar a los Burmeses, al igual que a muchas otras razas de gatos. Asegúrate de proporcionar agua fresca en todo momento y observar los signos de problemas renales, como cambios en la ingesta de agua, cambios en el comportamiento urinario y pérdida de peso inexplicada.