También conocido como Británico de pelo corto, es un gato que destaca por su temperamento dulce y su aspecto de peluche. Estas características lo hacen cada vez más apreciado como gato de compañía.
Datos básicos
- Peso: 5-7 kg.
- Tamaño: mediano, siendo las hembras algo más pequeñas.
- Esperanza de vida: de 10 hasta 15 años o más.
- Ideales para: se adapta a distintos hogares, especialmente a aquellos familiares con niños y otros animales.
Historia del British shorthair
Como nos indica su nombre, es originario del Reino Unido. Se cree que es cruce de gatos de la isla con otros traídos por los romanos. De ahí que se considere una de las razas felinas más antiguas, aunque su cría comenzó a sistematizarse hace unos 100 años. Se valoraba de ellos, sobre todo, su capacidad para cazar roedores.
Por desgracia, la Segunda Guerra Mundial lo llevó al borde de la desaparición. Para recuperarlo se recurrió al cruce con otras razas, como el Persa, lo que fue la causa del desarrollo de la variedad British longhair. La Federación Internacional Felina lo catalogó como raza en 1970 y lo incluye en la categoría III.
Esta es la destinada a las razas de pelo corto, aunque también pueden tener variedades de pelo largo, como es el caso. Se dice que el famoso escritor Lewis Carroll se inspiró en estos felinos para crear el gato de Cheshire en su conocida obra Alicia y el país de las maravillas.
Características de la raza
Son gatos de constitución fuerte y resistente, pecho ancho y formas redondas. Las patas son robustas y los pies redondeados. La cola es gruesa en la base y se va afinando hasta terminar en una punta redondeada. En la cabeza, bastante grande, destacan sus mofletes, que le dan un aspecto adorable, junto a sus ojos grandes, redondos y separados.
Se presentan en diferentes colores, como el verde, el cobre o el azul, en función de la tonalidad del manto. Las orejas son de tamaño mediano, redondeadas, de base ancha y bien separadas entre sí. La nariz es corta, recta y ancha. Como nos indica su nombre, el pelaje de esta raza es corto, denso, sedoso y fino.
Destaca su impermeabilidad. Podemos encontrar el British shorthair en una variedad de colores, como el blanco, el negro, el rojo, el crema, el canela o el azul. Este último se considera su color característico. Igualmente son variables los patrones en los que se presenta. Destacan el tortuga, el van, el tabby o el típico patrón del Siamés, el colourpoint.
Temperamento y personalidad del British shorthair
Los British shorthair destacan por su carácter tranquilo, equilibrado, sociable y, sobre todo, dulce y apegado a los seres humanos. Son inteligentes, aceptan de buen grado los mimos y les encanta estar acompañados, por lo que no es extraño verlos seguir a sus cuidadores por toda la casa.
Aunque esto no significa que quieran estar siempre en brazos. Conviven bien con los niños. Pueden compartir tiempo de juego juntos. También aceptan convivir con otros gatos, perros o, en general, cualquier especie. Se considera que tardan en alcanzar la madurez. Conservan durante toda su vida un carácter juvenil y alegre. Por último, son silenciosos.
Higiene y cuidados del British shorthair
Se adaptan tanto a vivir en el interior de un apartamento como en una casa con acceso seguro al exterior. En cualquier caso, necesitan que pongamos en práctica el enriquecimiento ambiental. Este concepto hace referencia a la creación de un ambiente en el que el gato pueda desarrollar sus actividades naturales, como trepar, saltar, rascar o esconderse.
Para lograrlo necesita disponer de espacio, rascadores verticales, mobiliario, escondites, juguetes, etc. De esta forma estará estimulado tanto a nivel físico como mental. Todos los días necesita que le dediquemos un tiempo para el juego y, de vez en cuando, es conveniente que lo cepillemos para facilitar la eliminación del pelo muerto.
Los cepillados son especialmente importantes durante el período de muda. Además, la actividad física y una alimentación de calidad contribuyen a mantenerlo en su peso ideal. Este aspecto es importante porque se trata de una raza con tendencia a la obesidad.
Prevención y patologías del British shorthair
En líneas generales estamos ante una raza sana, aunque debemos prestar atención a algunos aspectos, como el peso. Si la alimentación es excesiva, inadecuada, nos excedemos en premios o permitimos una vida sedentaria, estos gatos acabarán por sufrir sobrepeso u obesidad. No es una cuestión tan solo estética, ya que los kilos de más perjudican la salud.
Por ejemplo, propician la aparición de algunas patologías como la diabetes, agravan otras como las enfermedades articulares y disminuyen la tolerancia al calor o a la anestesia. Además, sí se ha detectado en el British shorthair una mayor tendencia a sufrir problemas a nivel articular, condición que se ve empeorada por el sobrepeso.
También pueden verse afectados por una enfermedad cardíaca, la cardiomiopatía hipertrófica, y por una patología renal, la poliquistosis, ambas hereditarias. La mejor prevención es el seguimiento veterinario. En cuanto al aspecto psicológico, necesitan compañía, por eso no es la raza más adecuada si no estamos nunca en casa.