¿Buscas un perro que sea tan amigable como buen guardián? ¿Qué se comporte tranquilamente en casa, pero que corra como el viento cuando te acompañe a entrenar? ¿Que sea de buen ver pero que no pierda mucho pelo? El Azawakh fusiona todo ello en un cuerpo aerodinámico y una fidelidad sin límites.
Datos básicos
- Tamaño: entre 64 y 74 cm (los machos) y entre 60 y 70 cm (las hembras), según la FCI
- Peso: entre 20 y 25 kg (los machos) y entre 15 y 20 kg (las hembras), según la FCI
- Esperanza de vida: entre 12 y 15 años
- Ideales para: el ámbito doméstico; la caza; como perro guardián
Orígenes de la raza Azawakh
La historia de esta raza comienza en el árido valle del Azawakh. Esta región del límite sur del Sahara, en lo que hoy es Mali y Níger, se considera la cuna de este tipo de canes. Conocidos por acompañar a los Tuareg en sus travesías por el desierto, eran muy valorados por su valentía para defender los campamentos; también por su destreza en la caza de presas veloces, como antílopes y gacelas, o más agresivas, como los chacales. Debido a su docilidad, los nómades les permitían dormir dentro de las tiendas como uno más de la familia.
En la zona central del Sahara se han encontrado pinturas rupestres que retratan ejemplares similares a los actuales Azawakh. Esto indica que nos encontramos ante una raza de gran pureza. Pese a ello, estos canes fueron desconocidos hasta la segunda mitad del siglo XX. En el año 1968 la variedad fue descubierta por criadores europeos. Su estandarización oficial llegó hace poco, en 2019.
Características físicas del Azawakh
Estos canes destacan por su aspecto ligero y elegante. La anatomía es como la del lebrel, con su estructura muscular y ósea claramente perceptible bajo la piel. El lomo es más bien corto, aunque suele elevarse hacia unas caderas salientes.
El pecho es estrecho y bien profundo, con unas costillas finas y bien arqueadas. La línea de su vientre se retrae marcadamente hacia arriba, mientras que la cola es de implantación baja, fina y afilada en la punta; suele tener una marca blanca. Las patas son muy delgadas y largas, de apariencia elástica y ágil.
La cabeza es alargada y delgada, con un cráneo chato y corto con respecto al hocico, que se afina hacia una trufa de colores oscuros con fosas nasales bien desarrolladas. Los ojos tienen forma almendrada, son más bien grandes y de tonos oscuros; nunca azules. Las orejas, de inserción alta, son anchas en la base y forman un triángulo. Suelen estar caídas hacia delante, no en forma de rosa.
Además, los Azawakh tienen un pelo muy corto y fino, que prácticamente desaparece en la zona del vientre. El tono típico es el leonado en todas sus variantes. Pueden tener también patrones atigrados negros o manchas blancas en zonas del pecho y del cuello.
¿Cómo es el carácter de los Azawakh?
Los Azawakh combinan lealtad e independencia, a un nivel difícil de encontrar en otras razas. Con su familia se muestran dóciles y cariñosos, aunque también disfrutan de jugar a su aire. No obstante, es un perro atento que siempre intenta complacer a los suyos.
Con los extraños son más reservados y no les gusta que les toquen personas desconocidas. Antes de demostrarles afecto con una caricia, debes ganarte su confianza.
Estos perros son muy protectores. Por eso, se les considera grandes guardianes, aunque nunca debes dejarles fuera a la hora de dormir. Todo ejemplar espera ser incluido dentro de casa como parte del núcleo familiar.
Su educación debe empezar lo antes posible, así evitarás que afloren los aspectos más individualistas de su carácter. Procura variar el tipo de ejercicios y las actividades que realicen, pues son muy inteligentes y aprenden rápido. No te comportes de manera excesivamente severa o violenta con él.
La socialización temprana es fundamental para enseñarles a aceptar a personas o a perros extraños en su círculo. En este sentido, el refuerzo positivo ofrece mejores resultados que el entrenamiento tradicional. Sobre todo, procura que tu liderazgo sea firme y no deje lugar a dudas sobre quien está al mando.
Cuidados que precisa un Azawakh
Aunque es una raza que necesita mucha actividad, dentro de casa son canes tranquilos. No es raro ver a un Azawakh tumbado en el sofá (si le dejas) o en su rincón preferido sin mover un solo músculo. Pero – al menos- media hora de ejercicio intenso al día es indispensable para su salud.
Pueden adaptarse a hogares sin jardín siempre que salgan a menudo. No obstante, disponer de un patio (incluso si es reducido) será de gran ayuda para su bienestar. Eso sí, procura que esté bien vallado. De lo contrario podría tratar de escapar para perseguir animales pequeños como gatos, ardillas o aves. Este instinto de presa está siempre presente y, por eso, debe pasear atado.
Una ventaja de esta raza es que suelta poco pelo, por lo que un cepillado semanal con un guante para perros será más que suficiente para mantener su piel aseada. Es un can sensible al frío, así que recuerda abrigarle bien en invierno y no dejarle mucho tiempo a la intemperie, ya que podría resfriarse.
Los baños pueden realizarse cada 3 o 4 meses. Cuando lo hagas, evita utilizar jabones para humanos. Elije uno para perros y mejor si es hipoalergénico, pues su piel es muy sensible a los productos químicos.
La salud de los Azawakh
Entre los padecimientos más comunes de los Azawakh está el hipotiroidismo, la epilepsia, los problemas cardíacos y las torsiones gástricas. Por sus características anatómicas estos canes también suelen verse afectados por la espondilosis, una deformación progresiva en las vértebras de la región lumbar.
Asimismo, las enfermedades autoinmunes suelen tener una mayor incidencia en la raza. Por ejemplo, la enfermedad de Addison. Por otro lado, debido a su poca grasa corporal, pueden ser excesivamente sensibles a la anestesia.