Los tumores en las mamas son un tipo de cáncer muy frecuente en los perros, sobre todo en las hembras no esterilizadas de más de 9-12 años de edad. Por su potencialidad para provocar un desenlace fatal, es conveniente que los cuidadores conozcan cómo identificar estos tumores, cuáles son los factores de riesgo y cómo se puede prevenir y curar el cáncer de mama en las perras.

Qué es el cáncer de mama

El cáncer de mama es un crecimiento anómalo y patológico de células en las mamas. Se relaciona con las hormonas del ciclo sexual, por eso se presenta más en perras enteras de edad avanzada o en aquellas que se han castrado tarde. También se sabe que afecta en mayor medida a determinadas razas.

Además, se puede extender (metástasis) a otras partes del cuerpo, sobre todo a los pulmones, los ganglios linfáticos, los huesos o la cavidad abdominal. Hay que tener en cuenta que existen muchas probabilidades (se habla de hasta un 50 %) de que los bultos sean malignos, llegando a provocar el fallecimiento de la perra.

Qué razas tienen cáncer de mama

Aunque cualquier perra puede sufrir cáncer de mama, en la actualidad, los estudios realizados han determinado que existen algunas razas que muestran una mayor predisposición a padecer estos tumores. Son las siguientes:

  • Lhasa Apso.
  • Springer spaniel.
  • Bóxer.
  • Staffordshire bull terrier.
  • Cocker spaniel.
  • Yorkshire terrier.
  • Labrador retriever.
  • Border collie.
  • Jack Russell terrier.

Causas del cáncer de mama

Se identifican algunos factores de riesgo detrás de la aparición del cáncer de mama. Destacamos los siguientes:

  • Alimentación: las dietas ricas en grasas durante los primeros años de vida de las perras tienen más riesgo de desencadenar estos tumores.
  • Contaminación ambiental: nos referimos a la exposición a diferentes sustancias químicas, como algunos pesticidas o micotoxinas (toxinas producidas por hongos), que están involucradas en el desarrollo de neoplasias.
  • Peso: la obesidad es la condición física que se relaciona con un mayor riesgo de sufrir este tipo de cáncer.
  • Hormonas: el uso de hormonas, como los progestágenos que se utilizan para inhibir el celo, son otra causa de aparición del cáncer de mama. En general, todos los tratamientos destinados a inhibir o provocar el celo pueden aumentar el riesgo de sufrir este cáncer.
  • Edad: a las perras de edad avanzada es más común que se les diagnostique cáncer en las mamas por la actividad continuada de las hormonas sexuales.
  • Pseudogestación: un historial de pseudogestaciones se relaciona con una mayor posibilidad de desarrollar estos tumores. La pseudogestación o falsa preñez es un proceso que puede aparecer después del celo en el que el organismo de la perra reacciona como si estuviese preñada, aunque, realmente, no lo está.

Signos clínicos de cáncer de mama

El cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer que los cuidadores pueden detectar tan solo observando o palpando a su perra, pues se manifiesta a través de uno o más bultos que salen en las mamas (neoplasias mamarias).

Es más habitual que estos bultos se localicen en las mamas abdominales e inguinales, que son las de mayor tamaño y las que se disponen más abajo, y que haya más de una mama afectada.

De producirse metástasis, pueden detectarse diferentes signos clínicos según el órgano afectado. La aparición de cualquier bulto en las mamas de las perras es motivo de consulta urgente con el veterinario.

Tratamiento del cáncer de mama

El tratamiento recomendado para el cáncer de mama es la extracción quirúrgica. Además, hay que hacerla lo antes posible, pues la tasa de supervivencia aumenta cuanto antes se realice la operación.

Dependiendo de cada caso, el veterinario tendrá que decidir entre la extracción del bulto, de la mama entera o de la cadena mamaria completa, en uno o en ambos lados. Antes de operar hay que realizar otras pruebas, como analítica de sangre, radiografía o ecografía, para determinar el estado general de la perra y la existencia o no de metástasis.

Prevención del cáncer de mama

Al ser una enfermedad relacionada con las hormonas sexuales, es posible prevenirla con la castración. Esta intervención consiste en la extracción de los ovarios y/o del útero. Pero hay que saber que para que ofrezca una buena protección frente a los tumores de mama debe hacerse antes del primer celo o, en su defecto, lo antes posible.

Con cada celo que pase, más aumentará el riesgo de aparición de estos tumores. En otras palabras, la castración temprana ha demostrado relacionarse con una menor incidencia de surgimiento del cáncer de mama.

De hecho, las perras castradas antes del primer celo corren menos del 0,5 % de riesgo de desarrollo de estos tumores. Pero realizar esta operación demasiado pronto puede tener otros efectos adversos, como la incontinencia urinaria.

Por eso, solo el veterinario podrá determinar el mejor momento para realizar la castración, valorando ventajas e inconvenientes. Además, la prevención pasa por la revisión regular de las mamas de la perra en busca de bultos, pues es de vital importancia su tratamiento temprano.