El Lancashire Heeler es una raza de perro que, aunque pequeña en estatura, posee un espíritu y una versatilidad enormes. Originario del Reino Unido, este perro compacto y enérgico ha servido tradicionalmente como pastor y cazador de ratas, pero su carisma y lealtad lo han convertido en un compañero familiar excepcional.
Se cree que es el resultado del cruce entre el Corgi Galés y el Manchester Terrier, combinando la habilidad de pastoreo del primero con la destreza para cazar plagas del segundo. A pesar de su papel crucial en las granjas, la raza estuvo cerca de la extinción antes de que los esfuerzos de conservación comenzaran a asegurar su supervivencia.
El reconocimiento del Lancashire Heeler por parte de las organizaciones caninas oficiales ha sido un paso crucial para su preservación y promoción. El Kennel Club (KC) del Reino Unido reconoció oficialmente a la raza en 1981, lo que marcó un hito importante en la historia de la raza y ayudó a estabilizar su población. Aunque no reconocida por la Fédération Cynologique Internationale (FCI), otras organizaciones internacionales y clubes de raza específicos continúan trabajando para su reconocimiento y promoción a nivel mundial.
Morfología de la raza Lancashire Heeler
El Lancashire Heeler es un perro pequeño, robusto y bien proporcionado, con una altura a la cruz que oscila generalmente entre 25 y 30 cm. A pesar de su pequeño tamaño, muestra una notable solidez, evidenciada por su pecho profundo y su estructura corporal compacta, lo que le proporciona una gran resistencia y agilidad.
El pelaje de esta raza es corto, denso y liso, características que le brindan protección contra las inclemencias del tiempo y los terrenos difíciles. Los colores típicos de la raza incluyen el negro y fuego y el hígado y fuego, con marcas bien definidas que destacan sobre su cuerpo.
En cuanto a la cabeza del Lancashire Heeler, es una de sus características más expresivas, siendo proporcional al tamaño del cuerpo. Presenta un cráneo ligeramente aplanado y un hocico que se estrecha hacia la nariz negra (o marrón en los perros de color hígado). Los ojos, oscuros y brillantes, son de tamaño mediano y expresan la inteligencia y la vivacidad característica de la raza. Las orejas, pequeñas y erectas, contribuyen a su alerta y curiosa expresión.
Por otro lado, el cuerpo de esta raza es alargado, con un lomo fuerte y una línea superior recta que se extiende hacia una cola de inserción media, llevada alegremente pero nunca sobre el dorso. Este diseño corporal no solo le otorga una apariencia equilibrada sino que también facilita su movilidad y destreza en tareas de pastoreo y caza.
En movimiento, los miembros anteriores son siempre dirigidos en forma recta hacia adelante. Vistas de frente, las extremidades anteriores continúan la línea recta del delantero, los pies tienen entre sí la misma distancia que los codos. La fuerza principal de impulso es proporcionada por las extremidades posteriores que se dirigen en forma recta hacia adelante. Los miembros anteriores deben hacer buen efecto hacia adelante, sin levantarlos mucho. Todo el movimiento debe ser libre, activo y sin esfuerzo, de tal manera que dé más o menos la imagen de fluidez, según la información que encontramos en la Fédération Cynologique Internationale (FCI).
Las patas del Lancashire Heeler son cortas pero fuertes, con huesos bien formados que soportan eficazmente su cuerpo. Las patas delanteras son rectas y paralelas, mientras que las traseras muestran una buena musculatura y angulación, lo que le proporciona una excelente capacidad de impulso y estabilidad.
Por último, aunque el temperamento no forma parte de la morfología de la raza, es un aspecto esencial de la identidad del Lancashire Heeler. Esta raza se distingue por su temperamento alegre, leal y a veces travieso. Es un perro valiente y trabajador, con una gran capacidad de adaptación y un fuerte deseo de complacer a su dueño.
¿Cuánto cuesta un cachorro de Lancashire Heeler?
Si te estás planteando comprar un cachorro de Lancashire Heeler, debes saber que su precio medio ronda entre los 200 euros y los 600 euros, y cuyo precio final variará en base a la salud, la edad, el pedigrí, la ubicación y el criadero, entre otros factores importantes. A la hora de la compra, te recomendamos hacerlo con un criadero de confianza epecialziado en la raza Lancashire Heeler.