En los pliegues de la historia canina se encuentra una joya única y especial: el Shar Pei. Este perro, con su piel arrugada y su mirada penetrante, representa una mezcla perfecta de elegancia y lealtad.
En tiempos ancestrales, el Shar Pei era el compañero de emperadores chinos. Su papel no se limitaba a la compañía; estos perros eran guardianes incansables de los palacios imperiales y los templos sagrados. Su lealtad inquebrantable y su naturaleza protectora los convirtieron en símbolos de estatus y poder.
A medida que las dinastías chinas se sucedían, el Shar Pei continuaba siendo un confidente fiel de las élites. Con su piel arrugada y su apariencia majestuosa, estos perros se convirtieron en símbolos de nobleza y confianza. Su presencia grácil y su comportamiento regio los hicieron adorados tanto por la realeza como por la gente común.
Hoy en día, el Shar Pei ha cruzado fronteras y se ha convertido en una raza apreciada en todo el mundo. Su inteligencia ha ganado corazones en todos los rincones del mundo. Aunque ya no guarda palacios imperiales, sigue siendo un guardián, no solo de hogares, sino también de corazones.
Así es un auténtico Shar Pei
La característica más notable del Shar Pei es su piel suelta y arrugada, que se extiende desde la cabeza hasta la cola. Estas arrugas, que son más prominentes cuando son cachorros, le dan al Shar Pei su aspecto distintivo y añaden profundidad a su expresión facial.
La cabeza es ancha y plana, con un cráneo algo abombado. La frente es ancha y tiene surcos profundos entre los ojos, lo que contribuye a su mirada seria y contemplativa. La nariz es grande y ancha, y puede ser de color negro o marrón, dependiendo del color del pelaje.
Los ojos del Shar Pei son pequeños, almendrados y oscuros, lo que le confiere una mirada inteligente y alerta. Las orejas son pequeñas, gruesas y triangulares, y se pliegan hacia adelante en la cabeza, enfatizando su expresión seria.
Por otra parte, el cuello del Shar Pei es corto y fuerte, lo que le da una apariencia robusta y poderosa. Su cuerpo es compacto y musculoso, con una espalda recta y una línea superior nivelada. El pecho es ancho y profundo, mostrando su fuerza y resistencia.
En cuanto a las extremidades, son fuertes y rectas. Tienen patas compactas con dedos arqueados y almohadillas gruesas que les brindan estabilidad y resistencia. La cola es gruesa en la base y se estrecha hacia la punta, llevada alta y curvada sobre la espalda.
El pelaje del Shar Pei es corto, recto y áspero al tacto. Viene en una variedad de colores, incluyendo crema, rojo, negro, azul y arena. Aunque no es una característica morfológica, el color del pelaje agrega diversidad y belleza a esta raza.
Así, según la FCI el estándar del Shar Pei es:
- Comportamiento / temperamento: Este es un animal tranquilo, independiente, leal y afectuoso con su familia.
- Cola: Gruesa y redonda en la base; se adelgaza gradualmente en forma de punta fina. De implantación bien alta, una característica distintiva de la raza. Puede presentarse alta y encorvada, llevada en un rizo cerrado, encorvada sobre la espalda o cayendo hacia uno u otro lado de ésta. La ausencia de cola o la cola cortada son sumamente indeseables.
- Movimiento: El trote es el movimiento predilecto. Es libre, ágil, balanceado, con un buen alcance en las extremidades delanteras y un fuerte impulso de las extremidades posteriores. Cuando el perro aumenta la velocidad, los pies tienden a converger en una línea central. El paso en zancos es indeseable.
Campeones de Shar Pei
A pesar de no haberse presentado a ningún concurso nunca, Rol, un macho de la raza Shar Pei consiguió ser campeón de campeones con el título “Gran perro del año” cuando se celebró en Tineo la Feria del Perro este marzo.
Y es que, a pesar de ser principiante en esto, este curioso Shar Pei se hizo con todas las miradas de la sala, lo que conllevó darle un mayor reconocimiento en España a esta raza asiática.
¿Cuánto cuesta un cachorro de Shar Pei?
Si te estás planteándote comprar un Shar Pei, debes saber que el precio de un cachorro de esta raza por parte de un criadero profesional, puede rondar entre los 800 euros y los 2000 euros.